Día 92

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En la mañana, tenía todo planeado para ir a una cancha de baloncesto en la ciudad. Había hablado con un entrenador para que mi hijo pudiera jugar un partido, pero María entró en internet a la página que nos dieron, usó la contraseña y vio que había un nuevo mensaje: Es importante que se queden en casa hoy día. Terminamos de alistar las maletas y esperamos un nuevo mensaje durante el resto del día. Recién apareció uno en la noche: Gracias por su colaboración. Estamos cerca de su casa. Según el protocolo, si por alguna razón deciden no viajar, entraremos en la casa y nos llevaremos a X-7. En dos horas tocaremos la puerta y los conduciremos a un automóvil que los llevará al aeropuerto. Durante casi todo el día, Marco nos acompañó. Le dimos instrucciones sobre el cuidado de la casa y le dejamos los teléfonos de nuestros familiares más cercanos. Con María acordamos decirles a todos que habíamos conseguido un trabajo en Rusia, que les íbamos a mandar fotos. Marco grabó un video con su celular, donde María y yo tratamos de resumir todo lo que ha pasado desde el primero de enero. María mostró las fotos de Horacio frente a la cámara y luego lo abrazó. Dijimos que éramos conscientes de lo que estábamos haciendo, que era nuestra elección. Hace unas horas, María puso la vela favorita de Horacio encima de un bizcocho y la prendió. Cantamos feliz cumpleaños con muchas ganas, como en los viejos tiempos. Nuestro hijo sopló su vela. Aplaudimos. Esto Marco lo grabó también en un video. Tratamos de mostrarnos alegres frente a la cámara pero, en verdad, estamos muy nerviosos. Están tocando la puerta ahora.


La vida de HoracioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora