La vida de Horacio

Día 9

Horacio estuvo callado todo el día. Desde su cuna nos miraba a María y a mí, ladeando la cabeza. A veces sonreía, a veces se ponía serio. Por momentos se rascaba la cabeza. 

En la tarde, mientras María lo bañaba dentro de la tina, cogía la botella de shampoo como leyendo las instrucciones. Cuando lo secaba con la toalla, cerraba los ojos. Parecía meditar en algo importante. Luego lo vestíamos, se ponía a reír. Pero después, volvía a su rostro pensativo.

Su actitud no es la de un niño de 2 años. No quiere jugar. Da la impresión de que su principal objetivo, por ahora, es hacer un reconocimiento del entorno.