Día 81

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Diario de Marco

En un sueño lúcido salí por la ventana y flotando encima del jardín de una casa vecina, encontré a otra persona flotando que tenía una túnica celeste que se confundía con el color del cielo. Al principio tenía el rostro de Horacio hijo en su edad actual, pero cuando empezó a hablar su voz era la de otra persona, luego su rostro cambió de forma varias veces.

—Tú no eres Horacio —le dije—. En todos estos sueños te has presentado como Horacio, pero no lo eres.

—Es verdad —dijo el hombre—. Pero tuve que tomar la forma de Horacio para que me prestaran atención y tengan ganas de comunicarse conmigo.

— ¿Quién eres, entonces? —exclamé.

—El nombre que me pusieron mis últimos padres es Rodrigo. Pero otras personas me llamaban X-4.


La vida de HoracioWhere stories live. Discover now