Día 8

16.3K 1.1K 42
                                    

Todos los periódicos del ocho de enero hablan de lo que vi ayer mientras cargaba a Horacio. Esto me generó confusión primero, luego tristeza.

En la tarde, Horacio empezó a balbucear cosas con insistencia, algo que me animó, porque desde hace unos días, María y yo estuvimos enseñándole vocales. Ahora lo veo juntar esos sonidos, mezclarlos con otros, realizar subidas y bajadas de tono, intentando imitar alguna de nuestras palabras. No puedo evitar sentir orgullo.

Incluso ahora que es de noche, Horacio sigue articulando extrañas sílabas. Lo hace mirándome a los ojos, como si estuviera desesperado por decirme algo.

La vida de HoracioWhere stories live. Discover now