101.- Esto termino.

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La lluvia de balas no tardo en comenzar. Henry me sostenía como si de su vida se tratara, pero no por amor, por seguridad propia, me estaba usando como escudo humano para que las balas no fueran a parar a él. Nos refugiamos detrás de unos tambos y escuchamos como las balas rozaban el concreto y el metal de los tambos. Me asome un poco y observe como Alec se encontraba en el piso junto con Patrick que intentaba desatar las ataduras que lo unían a la silla. Henry se levantó un poco para disparar en dirección de los míos y a falta de algún arma tuve que valerme de mis extremidades, patee su masculinidad y se dejó caer al suelo emitiendo un grito ahogado me arrastre lejos de él, evitando las balas para levantarme y echarme a correr hacia donde estaba Patrick o Grecia.
—Mierda Miranda—escuche a Henry vociferar a mis espaldas, un impacto de bala entro en mi pierna, Henry me había derribado.
— ¡Aggghhh! —grite mientras intentaba ponerme de pie, cojeando, Grecia me vio e intento acercarse, pero Henry ya me estaba tomando por la cintura arrastrándome. Era una lluvia de balas, por todos lados, y la única bala que me había alcanzado había salido del arma de Henry.
*Alec POV*
Patrick había llegado a desatarme, pero ya me sentía muy débil, había perdido demasiada sangre. La lluvia de balas parecía interminable, cuando pude girarme y buscar a Miranda con la mirada, la vi salir corriendo de detrás de unos tambos metálicos, pero unos metros avanzados se desplomo en el piso y la pierna comenzó a sangrarle de manera impresionante, Henry le había disparado a la pierna para que no pudiera huir con eficacia.

—Mierda Alec estas bañado en gasolina.
—Si no es un olor agradable, dame un arma—le dije mientras intentaba incorporarme en un ridículo intento.
—Estas pálido y hay más rojo en ti que cualquier otro color ¿Qué carajos paso? —pregunto casi gritando por encima del ruido de las balas.
—Muchas cosas, un accidente en motocicleta, una pelirroja besándome, Miranda odiándome—recite y Patrick me miro confuso.
—Me encantaría escuchar cómo es que lograste que te odiara después de arriesgarlo todo para ir por ti, pero no es el momento—dijo mientras me observaba y observaba la guía húmeda de la gasolina en el piso. Perdí a Tania de vista, pero no fue por mucho tiempo, llego golpeando a Patrick en la mandíbula con su rodilla cuando intentaba levantarse. No fue por mucho Grecia se acercó decidida a meterle un tiro en la cabeza, pero Tania fue más ágil y se levantó casi de manera fugaz, pateando la mano de Grecia, soltó el arma para hacerle frente sin ninguna otra cosa que ella misma, y yo me sentía inútil. En medio de la pelea Grecia le grito a Patrick.
—Ve por Miranda, yo me encargo de esta perra—me arrastre para alcanzar el arma de Grecia, dispare desde mi ángulo en el suelo a más hombres que se acercaban a intentar detener a Patrick, que se giró en mi dirección y asintió en agradecimiento. Las mujeres que estaban peleando a muerte no me tomaron importancia y seguí disparando a órganos vitales, sin malgastar balas. Tuve la intención de derribar a Tania, pero Patrick estaba más expuesto y como iba por Miranda era mi prioridad respaldarlo. Escuche un helicóptero sobrevolar la bodega, quizá era nuestro pero tal vez no lo era, y si no era nuestro y Henry lograba salir con Miranda por esa puerta recuperarla se convertiría en una tarea de tiempo completo. Y que sin duda no quería volver a experimentar. Me levante cojeando evitando ser visto por Tania, y para mi sorpresa el estruendo de las balas se detuvo, quise buscar la razón y mis ojos fueron a donde estaban Henry, Miranda y Patrick. Con una mano detenía a Miranda por el cuello y con la otra tenía un encendedor plateado, precisamente encendido, mostrando la llama como si fuera su arma más letal, lo peor fue descubrir que así era, recordé que me había bañado en gasolina y que precisamente el rastro de la gasolina iniciaba a sus pies, si soltaba el encendedor estaríamos envueltos en llamas en cuestión de minutos.
—Bien así está mejor—dijo Henry con suficiencia, lo que solo logro que me enfureciera más.
*Miranda_ POV*
—Quiero que le digas a tu gente que se retire Michael—escuche a Henry decir el nombre de tío Michael, pero no lograba identificarlo entre la multitud parada que se había detenido para poder divisar la escena que estaba montando Henry conmigo como rehén una vez más. La vista comenzaba a nublárseme, debía ser por la sangre que seguía perdiendo. Mi cuerpo estaba perdiendo fuerza y podía decir no tan orgullosa de eso, que si no fuera por el firme agarre de Henry en mi cuello ya me habría desplomado.
— ¿Y cómo porque crees que debería de obedecerte Henry?—dijo tío Michael abriéndose paso entre la multitud.
—Bueno pues porque si no lo haces, tu preciosa heredera ardera junto con el lugar—me removí en el regazo de Henry, lo sentí soltar el encendedor, para tomarlo con la mano del brazo que me aprisionaba. Sentí el líquido frio recorrerme de pies a cabeza, el olor me lleno la nariz, me había bañado en gasolina también. Los raspones que aún estaban a flor de piel se quejaron por el contacto con la gasolina, el ardor se intensifico a media que el líquido me lleno por completo. Soltó el recipiente donde había estado la gasolina que me había rociado para volver a tomar el encendedor y reafirmar el agarre que ya era demasiado opresor.
— ¿Sabes que no voy a ceder verdad? ¿Qué siempre tengo un plan? ¿Y qué rara vez mis planes fallan? No por nada soy la cabeza de toda la organización incluyendo a tu padre entre mis subordinados —dijo tío Michael con esa seguridad característica de los Anderson. No me había dejado sola después de todo. Volví mi mirada hacia donde se encontraba Alec tirado en el suelo, sosteniendo un arma en posición de defensa, mirándome atento. Tania estaba siendo sometida por Grecia con el cañón de su arma en la sien de la pelirroja. La mirada de Alec y la mía se conectaron, había algo más detrás de su dolor físico, estaba intentando decirme algo, pero me negué a mantener la conversación con miradas y le rodee los ojos de forma arrogante. Y aunque me dolía el corazón roto mucho más que los golpes, raspones, la bala y los moratones, no podía hacer como si no hubiese dicho nada y no hubiese besado a Tania justo delante de mí sin importarle nada más. Si él quería que yo saliera de su vida yo lo expulsaría de la mía de la manera más cruel y despiadada, aunque se me fuera la vida en ello y se me fuera cada suspiro intentando olvidarlo y se me fuera en envejecer tratando de borrar cualquier rastro de el en mí.
—Yo tengo el control ahora Michael, un chispazo y todo esto se ira a la mierda—dijo Henry desquiciado. A duras penas sentía mis extremidades, estaba perdiendo la fuerza y con ella la conciencia, y eso me enfurecía, me enfurecía el hecho de tener el papel de damisela que necesita ser rescatada. Todos los presentes estaban expectantes, los hombres de Henry y los que venían con tío Michael. Alcance a divisar puntos rojos en las cabezas y corazones de los enemigos, y sonreí con suficiencia. Tío Michael había traído a los francotiradores. Los esbirros de Henry que quedaban de pie se desplomaron prácticamente al mismo tiempo y Henry esta vez se asustó de verdad y retrocedió arrastrándome con él.
— ¿Por qué siempre tienes que complicar las cosas tanto Henry? ¿Porque tienes que llevar la situación hasta las últimas circunstancias? —pregunte con la voz ronca, estaba aplicando demasiada presión en mi cuello.
— ¿Por qué tu no pudiste amarme como lo amas a él?
—Porque no me mostraste una parte de ti que pudiese ser amada por mí y nunca me has amado de verdad, de ser así no estaríamos hoy aquí. —dije segura logrando que Henry soltara un grito ahogado. Grecia se quedó custodiando a Tania que tenía sangre por toda la cara y Grecia tenía el labio roto y enrojecido el pómulo. Patrick se acercaba minucioso y tío Michael al lado de él.
—Ya basta Henry, esto termino—dije intentando zafarme, pero al apoyarme en la pierna con la herida de bala se me escapo un gruñido de dolor, no aguantaría mucho más.
—Esto termina cuando yo diga que termino—me susurro frenético al oído. —Y si no eres para mí, no serás para nadie Miranda. —esas últimas palabras me sentenciaron y yo no pude anticipar que haría. Soltó el encendedor, al mismo tiempo que me soltaba, lanzándome al suelo, donde había dejado el rastro de gasolina. Cuando caí las balas comenzaron a llover en dirección a Henry, un balazo en cada pierna y lo vi caer. Un calor abrasador lleno mis pies, las llamas me habían alcanzado.
*Alec POV*
Escuche los desgarradores gritos de Miranda, ya estaba cerca de ella era cuestión de segundos para que el fuego me alcanzara también. Me levante haciendo mi último mejor esfuerzo, la inconsciencia me estaba reclamando y yo estaba empezando a ceder a ella. Sus pies estaban en llamas, y así se puso de pie para buscar algo que apagara el fuego que pronto estaría en todo su cuerpo. La intercepte y la obligue a correr más rápido, salimos por la gran puerta doble de la bodega y la tire al suelo de terracería rodándola para que se apagara y lo conseguí sintiendo un calor exagerado en la espalda. Alguna de sus llamas me había encendido, me tire al suelo para hacer el mismo procedimiento que con Miranda, pero ya no lo logre. La obscuridad me arrastro hacia la inconsciencia.
¿Lo último que sentí? El calor que cada vez era más abrasador y doloroso.
¿Lo último que vi? A todos salir de la bodega que ardía mirándome horrorizados, Henry rehén de los hombres de los Anderson y Grecia custodiada aun por Grecia. Miranda inconsciente y como Patrick se quitaba su chaqueta para dirigirse hacia mí. A Miranda evidentemente inconsciente pero a salvo. Podía morir en paz, si era hora. Mis ojos se cerraron y el dolor aumento. No supe nada más de mí.

PREFIERO MORIR ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora