100.- Cambio de planes.

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Me solté de Henry, haciéndome con las escasas fuerzas que aún me quedaban, ignore totalmente los reproches de dolor de mi cuerpo dolorido y corrí hasta Alec, me aferre a él poniéndome de rodillas, todo él estaba húmedo por la gasolina, pero no me importo. Solloce aferrada a sus piernas sin aplicar presión.
—Miranda, mírame, mírame—repitió.—Miranda, amor, mírame, por favor—obedecí subiendo el rostro observando de reojo como Henry daba un par de órdenes y se acercaba a mí, para arrebatarme del lado de Alec.—Quiero que te vayas, quiero que salgas de aquí.

—No voy a dejarte para que mueras—replique entre sollozos.

—Por favor, quiero mantenerte a salvo—suplico con la voz entrecortada, podría jurar que estaba reprimiendo el llanto, yo en cambio ya estaba llorando.

— ¿Y qué hay de ti? Yo también quería mantenerte a salvo y mira lo que logre—dije sin dejar de llorar.

*Alec POV*

Henry prendería fuego a todo lo que nos rodeaba conmigo atado y empapado en gasolina no solo quería asegurarse de que muriera si no que por algún milagro que sucediera sobreviviera estuviera lo suficientemente deformado del rostro y del cuerpo.

Miranda estaba aferrada a mis piernas y no tenía la intención de soltarme aunque le suplicara que lo hiciera para que pudiera salir a salvo de esto. No podía permitir que muriera y mucho menos que fuera por mi causa, jamás me lo perdonaría.
—Si me voy y te dejo aquí, de cualquier forma estaré muerta, ya experimente el dolor de creerte muerto una vez, no tengo intención de hacerlo de nuevo—dijo segura con la mirada cristalizada viéndome directamente a los ojos.

Tenía que sacarla de aquí, entonces observe a Tania que se acercaba y tuve la más repulsiva idea que jamás se me hubiese ocurrido, pero tenía que mantenerla a salvo y si rompiéndole el corazón lo lograba echaría mano de eso aunque mi corazón se rompiera junto con el de ella.

Trate de tragarme el nudo que tenía en la garganta para que mi voz saliera lo más convincente posible.
—Debes irte Miranda ya no tienes nada que hacer aquí. Mi plan fue más efectivo de lo que esperaba y me hiciste las cosas mucho más fáciles.—Miranda levanto el rostro interrogante limpiándose las lágrimas furiosa con la muñeca de la mano sana.

—Por fin derroque a la heredera de la fortuna Anderson y solo tuve que hacerle creer que la amaba—continúe diciendo, mientras sentía como una parte de mí se desmoronaba de dolor al ver su mirada interrogante y como el labio comenzaba a temblarle.

Si algo había aprendido de ella era que el labio inferior le temblaba cuando la ira se apoderaba de ella o cuando estaba muy excitada, pero en este caso lo último que creo que estaba era excitada.

— ¿Qué estas...diciendo? —titubeo mientras sorbía con la nariz de manera muy femenina, me arme de valor una vez más para no terminar arrepintiéndome.

—El juego termino Miranda, crees acaso que la caída en la motocicleta fue real, la fingí para que pudieran alcanzarnos. Aunque no puedo negar que eres realmente buena besando y mucho mejor en la cama, supongo que esos regalitos fueron un plus por un trabajo encubierto bien hecho ¿De verdad pensaste que te amaba? —tuve que imaginar que con la que estaba hablando era Tania para que aquellas palabras me salieran con esa firmeza.

Observe de reojo a Tania que se acercaba cada vez más con una sonrisa de suficiencia que no le cabía en el rostro, por todo lo que acababa de decirle a Miranda.
—Debes estar mintiendo—musito Miranda con los ojos cristalizados y la voz inyectada en furia.
—Lo único que es una mentira, es este amor que dije sentir por ti—Miranda se puso de pie mientras observaba a Tania llegar a mi lado sonriente.
—Gane querida—dijo con evidente felicidad en el tono de voz. Ella hizo un puño con la mano sana mientras veía como su sexy labio temblaba.

PREFIERO MORIR ©Where stories live. Discover now