PREFIERO MORIR ©

16.- Cualquier riesgo.

Miranda

Los grandulones encargados de la seguridad de Henry dieron un paso hacia Alec y los encare, evitando que se acercaran más.

—Será mejor que retrocedan caballeros, no querrán tocar a la sobrina de Michael Anderson ¿verdad? —dije amenazante y observe sus expresiones y se quedaron quietos cuando escucharon la voz de Richard Wilson que se acercó a nosotros sin darnos cuenta.

—Miranda Anderson—dijo mientras me extendía la mano a modo de saludo.

—Señor Richard Wilson, podría pedirle a sus hombres que nos dejen en paz, armar un escándalo no está en mi itinerario y tenerme como enemiga podría causarle muchos problemas—Richard les hizo una seña con la mano indicándoles que se retiraran y obedecieron sin chistar mientras Henry miraba a su padre con evidente desaprobación, me situé a un costado de Alec de nueva cuenta.

— ¿Tú debes ser Alec Hoffmann?

—Así es señor Wilson—Alec y Richard se saludaron amablemente de mano.

—Michael me ha hablado tan bien de ti que creí que estabas muerto—reímos divertidos ante el comentario de Richard.

—Es un honor para mí saber que el señor Anderson habla maravillas de mi.

—Si incluso te ha confiado a su sobrina algo debiste hacer demasiado bien, Alec.

—Ya lo creo señor Wilson.

—Por favor Alec, tutéame, llámame Richard, me habría gustado encontrarte antes y que trabajaras para mi—Alec sonrió profesional y me miro a mí para guiñarme un ojo.

—Padre ya terminaste de fraternizar con el idiota que quiso golpear a tu heredero—espeto Henry mientras se situaba a un costado de su padre.

—Me disculpo por mi hijo Miranda estuvo bebiendo ansioso por verte.

—Sí, lo note Richard, especialmente cuando me ofendió—Richard miro con desaprobación a Henry y yo continúe hablando.

—Por eso Alec reacciono para defenderme.

—Estabas tan ansioso de verla que lo primero que se te ocurrió al verla fue insultarla Henry.

—Padre es que no entiendo porque deja que ese tal Alec este tan cerca de ella y a mi después de tantos años nunca me lo ha permitido—Richard le susurro algo a Henry que solo asintió.

—Lamento las molestias Miranda, te aseguro que cuando se le pase lo borracho se dará de topes en la pared por haberte ofendido, y en cuanto a ti Alec hiciste muy bien defendiéndola, arriesgándote a que mis guardias te golpearan.

—No te preocupes Richard, gracias por haber venido—dije tomando su mano y sonriendo de manera amable.

—Ella vale cualquier riesgo, Richard.

—Muy bien dicho, Alec, no esperaba menos de ti, un gusto conocerte.

—El gusto es mío Richard, hasta luego—abandonamos el círculo de conversación y para nuestra suerte pude notar que ni los fotógrafos ni los periodistas había capturado el mal momento con Henry, seguimos caminando hacia tío Michael.

— ¿Así que valgo cualquier riesgo, Alec? —pregunte coqueta haciendo que Alec me mirara.

—Todos los riesgos, encanto—contesto seductor y una sonrisa estúpida se dibujó en mi rostro.

 Alec había roto y pasado todas las barreras que yo había formado entre nosotros, quizá yo había contribuido un poco para eso, mostrándome más accesible que de costumbre, pero todo él me encantaba y no podía hacer nada para evitarlo.