21.- Sexto sentido.

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Miranda.

Entramos a nuestras respectivas habitaciones yo me dedique a empacar lo que había llevado y todo lo nuevo que había comprado la noche que salí a cenar con Alec, no tarde mucho en terminar pero Alec fue mucho más rápido y fue a buscarme con su maleta preparada.


-Hola nena, ¿estas lista?

-Aun no cariño, dame unos minutos más-beso mi mejilla y se dirigió al balcón a mirar el sol esconderse, termine de empacar y deje la maleta sobre la cama para alcanzar a Alec en el balcón, lo abrace por la espalda y el estrecho mis brazos con sus manos.

-Nunca olvidare esta viaje a Dubái-se giró para quedar de frente y me recargo en el barandal abrazándome por la cintura-Yo tampoco lo olvidare, este viaje nos regaló un nuevo comienzo como pareja que no pienso desaprovechar.

-Por un momento creí que jamás te fijarías en mí, linda. Habían pasado un par de meses y a pesar de que hacia todos mis intentos para que me revelaras lo que sentías nada mas no lograba nada, incluso la noche de la piscina creí que solo te habías divertido conmigo-toque su nariz tiernamente con mi dedo.

-De hecho me divertí contigo, ¿tú no te divertiste Alec?...es solo que no fue solo diversión había algo más que no quería aceptar-mire esos hermosos ojos verde-miel que me tenían loca, que me encantaban y definitivamente me hipnotizaban.

- ¿Ya te había dicho que tienes unos ojos preciosos, Alec?

-Si me lo habías dicho, nena, pero no estábamos sobrios así que supongamos que no cuenta del todo...pero tus ojos son realmente bonitos-sonreí al recordar la noche que nos pusimos ebrios especialmente por el hecho de que no solía ponerme borracha.

-Pero lo de mis ojos no es verdad, son marrones.

- ¿Y qué tiene que ver que sean marrones?

-Que son muy típicos. No tienen nada de especial.

-Yo no lo veo así-dijo muy convencido mientras seguía fijando su mirada en la mía.

-Unos ojos no son bonitos por el color del que sean, sino por lo que transmiten-dijo mientras tomaba delicadamente mi barbilla haciendo que esa sonrisa estúpida que solo el provocaba se apoderara de mis labios.

-Vaya que sabes cómo enamorar a una mujer, Hoffmann.

-Y aun así al principio te resistías a mis encantos.

-Lo cual era muy difícil, pero no quería que supieras que me traías loca.

-Yo siempre te demostré que me traías loco, siempre te fui sincero en cuanto a lo que siento y aun así te resistías.

-Basta amor, seguirás reclamándome sobre el tiempo que trate de ignorarte que fue en vano.

-Me alegro de que haya sido en vano y ahora pueda gritar a los cuatro vientos que eres mi novia y que...-tomo una gran bocanada de aire y grito-¡Me encantas Miranda Anderson, me encantas!-tome sus mejillas y lo bese para tratar de silenciar sus gritos mientras sonreía, sin duda alguna todos esos rumores que había escuchado sobre lo de besar la sonrisa de la persona que quieres es una experiencia del todo placentera y comprobarlo en los labios y sonrisa de Alec lo hacia una experiencia todavía más única.

-También me encantas, Hoffmann-le susurre mientras mordía su lóbulo y exhalaba en su oído, se estremeció y me pego con más fuerza a su cuerpo reafirmando el agarre de sus manos en mi cintura.

-Acaso pretendes que perdamos el avión Miranda-hablo lento y pausado mientras empezaba a mover sus manos diestramente por mi espalda.

-Si hubiera un vuelo que perder, quizá, pero iremos en el jet privado así que podemos salir a la hora que nos plazca.

PREFIERO MORIR ©Where stories live. Discover now