5.- Sorprendeme.

5.2K 403 6
                                    

—Deberías estar acostumbrada a atraer las miradas Miranda, y en todo caso tendrás que ofrecerles a todos ellos una foto también—articulo mientras dirigía su mirada y señalaba a los hombres que nos habían visto cambiarnos de mesa, estaban atentos mirándome, pero cuando los mire, “disimuladamente” volvieron a sus conversaciones.

 —Créeme guapo esta situación se repite cada vez que salimos juntos, esta mujer es preciosa de donde quiera que la veas.

 —Te creo Patrick y apoyo totalmente esa moción—chocaron sus copas mostrando una ancha sonrisa y note como Alec me guiñaba un ojo.

 —Basta Alec, no alientes a Pat que podría pasar toda la noche engrandeciendo mis ya existentes cualidades.

 —Tiene razones suficientes para hacerlo Miranda, pero debo preguntar son… ¿novios o algo así? —Pat y yo nos sonreímos para luego soltar una sonora carcajada, solo un ciego no se habría dado cuenta de que Pat era gay.

 —Alec, Pat lleva toda la noche coqueteándote ¿y aun así creíste que él era mi novio?

 —Sin duda, si no fuera gay, esta hermosa mujer seria mi novia y yo la envidia de todos los hombres.

 —Bueno yo lo creí, por la forma en que te expresabas de ella Patrick—dijo Alec con un toque de vergüenza que casi no alcanzo a notar en su tono de voz.

 —No guapo, ella es mi mejor amiga, la adoro y me encanta demostrárselo.

 —También te adoro, Pat—le dedique una mirada tierna a Pat, él había estado cuando yo más lo necesite se había ganado el título de mi mejor amigo, e incluso era mejor persona que todos esos homofóbicos que lo juzgaban por sus preferencias sexuales, que por cierto todo aquel que se atrevía a molestarlo se ganaba un lugar en mi lista negra y estar en mi lista negra era de los sucesos más peligrosos. A la hora de ejecutar no me tentaba el corazón mi sangre se volvía fría cuando tenía una pistola en la mano o cuando se metían con las personas que amo.

 —Pues agradezco que hayan resuelto mi duda, ¿y eso quiere decir que estas soltera Miranda? —pregunto Alec coqueto mientras maniobraba con su copa entre su manos de forma muy elegante.

 —Tranquilo Hoffmann, demasiada información para alguien a quien acabo de conocer estamos aquí por negocios, no en una cita sentimental—dije con un tono de voz muy frio y casi despreocupado lo que provoco que Alec expresara solo una cosa: confusión.

 —Te lo dije guapo, es una mujer difícil, fría y calculadora, pero cuando llegas a conocerla es un encanto, desgraciadamente muy pocos llegan a conocer esa parte de ella.

 —Bueno mi atractiva cara suele romper cualquier barrera que las mujeres ponen—Alec intentaba ocultar la confusión que su expresión revelaba con una afirmación picara, pero yo estaba acostumbrada a eso y a contratacar de manera impecable.

 —Pero yo no soy cualquier mujer Alec, soy Miranda Anderson, ese nombre te debería decir algo, te recomendaría que pongas en práctica lo que sea que hayas escuchado de mí, así no te tomare por sorpresa y no tendrás cara de confusión todo el tiempo—Alec tenía los ojos muy abiertos de la impresión, creo que nunca espero que le contestara como lo hice, pero tenía que conocer mi peor lado y tolerarlo para que se mereciera conocer la mejor parte de mi o por lo menos para que supiera como era trabajar conmigo, el hecho de ser mujer no me hacía débil, aprendí a ser incluso mejor en este negocio que muchos hombres que me rodeaban, me había ganado la admiración de las pocas mujeres que por supuesto tenían puestos muy inferiores al mío.

 —Vaya Miranda detrás de esa cara de ternura y dulzura se esconde un verdadero demonio, me gusta—dijo casi en un susurro esto último y sonreí desvergonzada ante su directo comentario para contraatacar.

 —No se trata de que te guste Alec, si trabajaras para mi tendrás que acostumbrarte a mis “demonios” aunque no te gustaran—hice énfasis en demonios usando un tono sarcástico, Pat estaba expectante de la tensa que se había vuelto la conversación. —Me imagino que sabes para lo que estás aquí, y de lo que implica trabajar para mí y para la organización, debes ser muy bueno como para que tío Michael te haya aprobado.

 —Soy mejor de lo que las palabras pueden describir Miranda, no te preocupes por eso.

 —Las palabras no me importan Alec, los hechos son los que valen para mí.

 —Pues entonces prepárate para sorprenderte Miranda, si me subestimas la que tendrá cara de confusión y sorpresa serás tú primor—guiño el ojo coqueto y despreocupado, yo gruñí para mis adentros frunciendo ligeramente el ceño y entonces Pat hablo.

 —Basta encantos, esto se está tornando muy tenso, es la cita de trabajo más intensa que has tenido hermosa. Alec mañana te presentaras en esta dirección para que Miranda te oriente, te de órdenes, indicaciones o lo que sea que tenga preparado para ti, y tu preciosa solo espéralo para disponer de él, ¿de acuerdo?—Pat le extendió una tarjeta de presentación con la dirección escrita, yo asentí ya más relajada  y Alec hizo lo mismo con una sonrisita escapando de la comisura de sus labios, dirigí mi mirada hacia Pat levantándome de la silla.

 —Yo me retiro, Pat, ¿te quedas?

 —Me encantaría quedarme con este hombre, pero parece que él está demasiado fascinado contigo preciosa.

 —Pues no es el primero ni el último que se queda fascinado conmigo, Pat—Alec alzo una ceja mirándome, Pat y yo comenzamos a caminar no sin antes dirigirme a Alec.

 —No quedes mal en tu primer día de trabajo Hoffmann, ese podría ser tu boleto de entrada o de salida, lo que tú decidas.

 —Adiós guapo—dijo Pat dirigiéndose a Alec que solamente asintió ante la despedida de mi mejor amigo.

 —Ahí estaré Miranda, prepárate para conocerme en trabajo de campo.

—Sorpréndeme Hoffmann...si puedes—le guiñe el ojo para luego salir de ahí sin dirigirle una mirada más.

PREFIERO MORIR ©Where stories live. Discover now