PREFIERO MORIR ©

69.- No le temo a quien no me da la cara.

Miranda

Era un reto completamente estar ahí de pie queriendo transmitirles fortaleza a los hermanos Hoffmann, cuando yo misma la había perdido ya, y por si fuera poco cargaba con algo de culpa sobre mis hombros por la horrible muerte de sus padres.

Tío Michael, Leila, Grecia, Pat y Evan se reunieron mirando acongojados a los tres hermanos que estaban de pie acariciando el par de frías puertas metálicas que acababan de cerrar, Isabella tenía la nariz roja de haber estado llorando, sabía de antemano que esta sería un escena conmovedora y totalmente emocional pero hasta este momento no me di cuenta hasta qué punto, mi corazón estaba encogido y los ojos no dejaban de picarme, me abrace a mí misma intentado sentir algo de auto consuelo y los malos pensamientos se situaron en mi mente; si Alec no se hubiera enamorado de mí, sus padres estarían vivos y sus hermanos a salvo, si la familia Hoffmann no hubiese tenido la horrible fortuna de toparse conmigo, los señores Hoffmann estarían disfrutando de su aniversario de bodas por el caribe, sacudí la cabeza para liberarme de esos pensamientos cuando sentí alguien tocar mi hombro, voltee a mirarlo, era Pat que me abrazo cariñoso, recargue mi cabeza en su hombro y acaricio mi brazo para tranquilizarme. él me conocía podía darse cuenta que también yo estaba sufriendo como los hermanos, que me dolía porque me recordaba a mí, a una pequeña niña de cabello castaño obscuro y ojos marrones brillantes, observando como su padre era enterrado junto a la gaveta de su madre.

-Todo estuvo estupendo...dentro de lo estupendo que puede ser este tipo de acontecimientos Pat.

-Gracias, preciosa.

-Gracias a ti Pat, por encargarte de todo esto...tu solo...

-No me agradezcas, es lo menos que puedo hacer por ti...y por ellos-dijo mientras señalaba con la cabeza a los hermanos Hoffmann que ahora estaban abrazados.

-Están destrozados.

-Si Pat, hay tanto dolor en sus ojos que me resulta inconcebible. Y lo peor es que siento que en parte esto es mi culpa...-dije susurrando sin levantar la cabeza de su hombro.

-No comiences a culparte por esto... ¿acaso tu mandaste poner la bomba? No verdad, así que deja de culparte que lo único que logras con eso es hacerte más daño-dijo tranquilo y totalmente lleno de razón, beso mi cabello para quedarse en silencio y soltarme cuando vio que Isabella se acercaba a mí, Iker caminaba detrás de ella y Alec seguía de rodillas en el mármol, levante a Isabella tratando de no caer al suelo con ella en brazos, cuando Alec la cargaba se veía sencillo, pero ahora me daba cuenta de que él es mucho más fuerte que yo y por eso la cargaba sin dificultad, escondió su carita en el hueco de mi cuello y yo deposite un besito en su cabello.-No estás sola cariño, me tienes a mi...siempre me tendrás a mi...-tío Michael se acercó a mi lado y toco tierno el hombro de Isabella, parece haberse dado cuenta de que tener a Isabella en brazos ya me había cansado, Isabella levanto el rostro y cuando tío Michael le ofreció los brazos para que fuera con el no dudo en extendérselos.

-Ve por él, hora de irnos cariño-dijo tío Michael señalando a Alec con la mirada, sosteniendo a Isabella con un solo brazo, mientras acariciaba mi mejilla con la mano libre, lo observe caminar unos pasos a donde estaba Leila, que comenzó a mimar a Isabella, Iker estaba a mi costado, toque su hombro y me miro.

- ¿Estas bien? -pregunte. Fue una pregunta estúpida, como es que se puede estar después de haber enterrado a tus padres, pero él se limitó a asentir. Grecia fue la que esta vez se acercó a Iker, y lo abrazo sin previa autorización ni aviso, pero a él no pareció importarle y correspondió al abrazo, me retire de su lado yendo hacia Alec reuniendo la ya escasa fuerza y autocontrol sobre mis lágrimas, me hinque con cuidado a su lado sin decir nada, no tenía palabras.