61.- ¿Molesto?

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Miranda


Ese día después de la constante actividad sexual, le pedí a Jessica que nos subiera algo de comer y mientras comíamos, vimos una película, de la cual no recuerdo el nombre.

Estaba en ropa interior con la remera de Alec puesta que apenas lograba cubrir mis glúteos, pero él estaba encantado de verme pasear por toda la habitación con ese atuendo, el solo traía los vaqueros y estaba desnudo del torso.

-Cariño, se acerca el aniversario de bodas de mis padres y me pidieron que te invitara a la pequeña cena que se llevara a cabo en su casa.

- ¿Ellos te pidieron invitarme? ¿Tú quieres llevarme?

-Como me preguntas eso, por supuesto que quiero llevarte-sonreí ampliamente mientras me acomodaba en su regazo.

-Pues entonces no se diga más, iré a la cena de aniversario como tu acompañante-acaricio mi cabello y luego deposito tiernos besos en él.

- ¿Qué día?

-La semana entrante, exactamente en siete días.

-Está bien, pensare que puedo regalarles...tu podrías ayudarme a decidir.

-No tienes que regalarles nada, nena, con tu presencia les bastara.

-Son mis suegros y quiero obsequiarles algo, Alec-sonrió espléndidamente divertido y me enderece para ver su rostro, estaba divertido por mi expresión y yo intente fruncir el ceño de manera convincente, aunque no sirvió de nada y me cambio de tema para no comenzar a discutir de nueva cuenta.

-Yo les obsequie, un crucero por el caribe. Están encantados con la idea, el único problema es que el crucero es solo para dos y tengo una hermana pequeña que necesita cuidado, con la universidad de Iker y mi trabajo no hay quien la cuide, y mis papás están pensando muy seriamente en cancelar su viaje de aniversario.

-Eso sería una pena, Alec-dije con tono indulgente y entonces tuve una maravillosa idea. Alec me observo tratando de descifrar mi expresión mientras una sonrisa comenzaba asomarse por las comisuras de mis labios.

- ¿Y porque el tiempo que tus papás estén fuera no traes a tus hermanos a pasar unos días aquí a la mansión, y tú también porque no? Aquí habrá siempre alguien que la cuide cuando tú y yo estemos trabajando e Iker este en la universidad, quizá la lleve a la oficina conmigo...-Alec me interrumpió sopesando mi propuesta.

-No quiero causarte molestias, amor.

-No es ninguna molestia, al contrario, creo que una risita infantil y un poco más de gente en esta gran mansión no estaría para nada mal-dije sonriendo de oreja a oreja. Alec me observo serio y pensativo, tenía cara de que por lo menos estaba considerando la idea.

-Se lo comentare a mis padres y te avisare en unos días ¿está bien?

-Perfecto, amor-bese su mejilla y luego sus labios. Un rato después, quizá en la mitad de la película, nos quedamos dormidos, acurrucados en el sillón, con nuestras respiraciones acompasadas una con la otra. A partir de hoy su regazo era mi lugar favorito para dormir.


*Una semana después*


Hoy era el día de la cena de aniversario de los padres de Alec. Habían accedido a que Isabella e Iker se quedaran unos días en la mansión para poder disfrutar de su crucero por el Caribe. Yo misma había ido hablar con ellos para asegurarles que no era ninguna molestia recibirlos en mi casa y accedieron de buena gana.

PREFIERO MORIR ©Where stories live. Discover now