95.- Arrebatada.

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Tania disparo el arma en una sonora detonación, esperaba la bala en mi pecho, pero Samanta actuó más rápido se posó enfrente de mí cubriendo mi cuerpo del impacto de bala. Tania abrió los ojos tanto como sus orbitas se lo permitieron, estaba sorprendida por aquel gesto al igual que yo. Samanta se desplomo en el suelo cubriendo con sus manos la creciente mancha roja. Solo entonces fue cuando escuche las voces de mi equipo de seguridad acercarse decididos, todo lo vi en cámara lenta, me acerque al cuerpo ensangrentado de Samanta, observe a lo lejos como Tania soltaba el arma, mirando asustada hacia todos lados, vi también la puerta principal de la mansión cerrarse y siendo custodiada por mis hombres, acorralaron a Tania que se echó a correr y se perdió en la obscuridad del jardín con mi gente de seguridad siguiéndola y entonces mi vista volvió a Samanta, casi no podía hablar, fue entonces cuando vi con detenimiento a donde había ido a parar la bala, probablemente le había perforado un pulmón y mi sospecha se intensifico cuando vi que empezaba a escupir sangre.

—Yo, ¿dime que puedo hacer...?

—No hay mucho...que...hacer...sabemos...que...una...bala...en...el...pulmón...es...letal—dijo tardando un largo rato en completar la frase, titubeante, arrastrando cada palabra. Sentía su tibia sangre salpicar mis manos y la parte de enfrente de mi blusa

—Sht...no hables, no te agotes—dije con la voz entrecortada.

—Tienes...a gente...que te...ama...esperándote...mereces...vivir...por ellos...yo...simplemente...esperaba...la hora—musito en voz baja de manera entrecortada y muy débil, Tania acaba de quitarle la posibilidad de llevar una vida tranquila, de empezar con una vida lejos de la venganza, de comenzar a tener una amiga conmigo, le había quitado la posibilidad de conseguir el perdón de las personas a las que les había hecho daño, se lo había arrebatado y había huido como la cobarde que era.

—Miranda...debes huir...sacaron a Henry...y quiere deshacerse...de...Alec—dijo haciendo mucho esfuerzo mientras los borbotones que salían de su boca eran más y más frecuentes, abrí los ojos como platos al pensar en que pudieran si quiera tocar a Alec

—¿Qué? ¿Cómo? Evan estaba con el esta noche—era cierto, Grecia me había dicho que después de la cena Evan iría a revisar que todo estuviera bien y si Samanta aseguraba que lo habían sacado, solo significaba que habían herido a Evan de gravedad para haberlo logrado.

—Esta...esta...herido...—dijo de nuevo convulsionando esta vez, se estaba ahogando con su propia sangre. —Gracias...gracias por dejar...que conociera...un gesto...de empatía...sincero...antes de...morir—susurro abriendo mucho los ojos, escuche la sangre borbotear en su boca, y la presión que hacia su mano mientras sostenía mi mano sana se suavizo y se aflojo, había muerto. Tania la había matado por querer tener una vida lejos de ella y de Henry.

—Por nada—susurre melancólica mientras cerraba sus parpados con suavidad. Marco se acercó a mí en guardia, levante la mirada para encontrarme con su mirada que me observaba interrogante.

—Ella...venia dispuesta a matarme...—musite señalando al cuerpo inerte de Samanta, Marco estaba atento a lo que le decía y siguió en silencio. —Pero...hablamos, no discutimos, no nos insultamos, le dije que la ayudaría a llevar una buena vida si se olvidaba de la venganza...ella accedió y Tania acaba de arrebatárselo.

—Lo siento mucho señorita, ¿está usted bien? —pregunto Marco más preocupado por mí, que por el cuerpo sin vida que estaba en las baldosas. Asentí, levantándome del piso, dirigiéndole una última mirada compadecida al cuerpo de Samanta, carraspee un poco para aclararme la garganta antes de hablar.

— ¿Cómo paso? —pregunte firme a Marco que de inmediato supo a qué me refería.

—No lo sabemos señorita, no hay ninguna infracción de seguridad en el sistema, es algo...—lo interrumpí obligándolo a que guardara silencio.

—Ya no importa, Tania entro y cobro una vida, no dejare que vuelva a pasar, custodien la casa, quiero a toda la plantilla de agentes de seguridad protegiendo la casa, a los hermanos Hoffmann y a Leila. Prepara a un grupo para ir conmigo, iré a ver a Evan, lo hirieron, y quiero que llames a Álvaro, necesito que me respalde, iré a sacar a Alec, lo necesito conmigo, esta puede ser nuestra última noche juntos y quiero estar con el cuándo eso pase.

—Pero señorita, el joven Alec está detenido—dijo confuso.

—Lo sé, compraremos a quien sea necesario para sacarlo de la manera más fácil, si eso no funciona irrumpiré en el buro de investigación a punta de arma y lo sacare al más puro estilo Anderson que la mafia forjo en mi—Marco trago saliva pero asintió, sabia de sobra que no me dejaría sola. Y también sabía que estaba arriesgando a todo el mundo con esa decisión, pero mi instinto me apoyaba y eso me hacía sentir un poco más tranquila

— ¿Qué hago con el cuerpo de Samanta Ferrara?

—Que lo sepulten.

— ¿En el cementerio de sus padres, señorita?

—No, pero en uno que este cerca—dije seria pensando que como escabullirme de tío Michael que por nada del mundo me dejaría cometer una tontería de esa magnitud <<la de ir a sacar a Alec a punta de arma de fuego, sin importarme nada más>>. Camine con decisión hacia la mansión con Marco tan solo unos pasos detrás de mí, me encontré a Patrick que estaba dispuesto a ir a buscarme, su mirada se dirigió a mi ropa que estaba llena de sangre y me miro alarmado.

—No es mi sangre, estoy bien Pat—dije anticipando su pregunta.

—¿Qué demonios paso? —dijo frustrado, mientras caminaba a mi lado, hasta la estancia, donde me encontré con todos los integrantes de la casa temerosos e interrogantes. Isabella estaba dormida en el regazo de Leila que estaba sentada bebiendo una taza de té, Grecia caminaba de un lado a otro, al parecer no sabía que Evan estaba herido de gravedad, Iker estaba de pie, a un costado de donde se encontraba tío Michael, que me miro interrogante y escrutador.

—Tania acaba de matar a Samanta—dije cortante, aunque no quise sonar así, las palabras de Samanta aun resonaban constantes en mi cabeza y de cierto modo estaban atormentándome, dio su vida para mantenerme a salvo y esa era una deuda que jamás podría saldar con ella, porque si de alguna forma podría hacerlo luego, ahora no podía hacerlo. Tampoco sabría jamás que la había llevado a dar su vida a cambio de la mía. Estaba muerta, y su muerte había sido un sacrificio para salvarme la vida. Patrick se llevó las manos a la boca haciendo una expresión sorprendida.

— ¿Y la sangre de quien es? —pregunto susurrando para que los demás no oyeran.

—No tengo tiempo de explicarte, tenemos problemas mucho más grandes—intercepte a Jessica y le pedí que se llevara a Isabella que se levantó somnolienta. Cuando habían desaparecido completamente, comencé a hablar.

—No tengo tiempo para explicarles, lo que paso allá afuera, así que seré breve.—la mayoría hicieron expresión de asombro excepto tío Michael. —Liberaron a Henry e hirieron a Evan al parecer de gravedad—Grecia me miro conmocionada y camino hacia mí como pidiéndome respuestas, era inútil no sabía nada a excepción de lo que Samanta me había dicho.

— ¿Qué? ¿Evan? ¿Cómo lo sabes? —articulo las tres preguntas sin tomar aire, incluso pareciera que estaba conteniendo la respiración.

—Samanta me lo dijo antes de morir, no sé nada más, Grecia—no la deje continuar hablando. —Henry esta libre y Alec en el buro de investigación está expuesto, así que iré a sacarlo...

PREFIERO MORIR ©Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang