82.- Insomnio.

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Patrick


Un mes y medio, un puto mes y medio entero, sin saber nada de Miranda. Sin tener pistas de ella, sin saber si estaba bien, desconocíamos su paradero, no sabíamos a donde se la habían llevado, después de la riña en la azotea del edificio, habíamos recibido varias llamadas de estafa que aseguraban que la habían visto o que sabían exactamente donde estaba, todas y cada una de ellas era mentira. Michael estaba bien, se estaba recuperando usando un bastón que probablemente usaría toda la vida, pero también estaba al borde de la frustración y el desespero. Leila se sentía culpable y afligida por la ausencia de Miranda aunque reconfortada sabiendo que había recuperado a su hija. Iker e Isabella estaban viviendo en la mansión. Isabella asistía a terapias con un psicólogo que nos había recomendado Andrew, e Iker intentaba seguir su vida, entrando y saliendo de la mansión Anderson. Aunque aceptaba que el hecho de que Miranda estuviese en calidad de desaparecida, también lo mortificaba aunque la culpara de todas sus desgracias. Evan venía muy seguido y parecía que entre él y Grecia comenzaba a surgir algo en una relación más personal. Por otro lado yo, intentaba ser fuerte, pero el hecho de saberla desaparecida, completamente desaparecida de la faz de la tierra, me atormentaba y me llenaba de impotencia, porque había pasado un mes y medio y aun no teníamos nada que nos llevara a ella, la gente de seguridad, los investigadores y los espías, de las dos familias Anderson y Hamilton no descansaban tratando de encontrar una pista de su paradero pero hoy en día era fecha que no sabíamos nada de ella y eso me frustraba más aun después de que Andrew nos confesara que Miranda estaba muy probablemente embarazada.

—Bebiendo de nuevo, Patrick—dijo Alec, que venía entrando por la puerta del minibar. Es cierto había olvidado a Alec. El día que se la llevaron cuando pude recuperarme me acerque a Alec y tome su pulso creí que estaba muerto, pero cuando llegaron los refuerzos por nosotros, cuando los paramédicos que había enviado Andrew le checaron el pulso, se dieron cuenta de que no estaba muerto. Resulto ser que lo que Tania le había inyectado era hidroclorotiacida, una droga que te reduce tanto el ritmo cardiaco que hace pensar que estás muerto. Cuando Alec se recuperó de la gran cantidad de hidroclorotiacida en su cuerpo, un ataque de ira lo invadió y lanzo todo lo que estaba a su alcance gritando maldiciones. La situación se puso peor cuando Andrew le notifico que Miranda estaba embarazada. Se sentía desesperado y frustrado y lo entendía. Tampoco el descansaba en el intento de averiguar algo que nos llevara hasta ella, incluso tenía unas claras ojeras debajo de sus ojos.

—Es lo único que me hace relajarme por ahora, Alec—se sentó a mi lado, acercándose una copa y sirviéndose un trago de whisky, acompañándome a ahogar la pena de saberla, sola, vulnerable y embarazada.



Alec

No podía más, no podía más con esta angustia que me oprimía el pecho, que me estaba hiriendo y matando lentamente, ahora no solo era la mujer de mi vida la que estaba en peligro, también un hijo, un humanito que crecía dentro de su vientre.­

—No puedo más con esto Patrick, necesito saber que está bien...necesito traerla de vuelta—dije tomando con fuerza la copa en mi mano, mirándo la reluciente madera de la barra. Este dolor me estaba consumiendo poco a poco, lenta y dolorosamente, tenía que estar firme para darles fuerza a mis hermanos, Isabella me necesitaba, después de todo lo que había vivido alrededor de su secuestro, había necesitado terapia, pero estaba reaccionando bien. Todas las noches la cubría con las mantas de la cama le daba un beso y pedíamos al cielo porque Miranda regresara sana y salva a casa. Habíamos estado viviendo en la mansión, Michael no permitió que nos fuéramos de ahí, quería tenernos cerca para cuidar de nosotros aunque también estuviese destrozado con la desaparición furtiva de Miranda. El altercado que lo llevo al hospital lo había dejado marcado y digo marcado, porque ahora dependía de un bastón, estaba recibiendo terapia física, pero por lo que me habían dicho no dejaría de usarlo por completo.


Había experimentado noches enteras de insomnio por pensar en posibilidades de encontrarla, de buscar en lugares que no hubiésemos buscado antes, pero hasta ahora todo había sido en vano, mi cara parecía haber envejecido 10 años por la falta de sueño y el dolor de saberlos desaparecidos. Todos estábamos destrozados, Grecia en especial se encontraba inconsolable y no la culpaba, la entendía y saber que la entendía significada que yo también estaba inconsolable, pero a diferencia de mí, Grecia tenia a Evan y a su madre para consolarla, en cambio yo, la única persona en este mundo que quiero que me consuele está en calidad de secuestrada y desaparecida y para colmo de mis males con un hijo mío en el vientre.

—Alec, esto no puede seguir así, tenemos que encontrarla, ya ha pasado un mes y medio y nosotros no tenemos ni siquiera una pista que nos acerque ella...—suspiro haciendo una larga pausa dándole el último trago a su copa—Esto se está volviendo frustrante y estresante y más que nada doloroso el tan solo pensar que no regrese jamás o peor aún que regrese sin vida, es lo más horrible que he experimentado nunca...ni siquiera cuando mi hermano Alan estaba en su lecho de muerte experimente esto que estoy sintiendo con Miranda desaparecida...y como olvidar a mi sobrinito—trague saliva, para tragarme el nudo que se empezaba a formar con tan solo recordarlos solos y vulnerables con el enfermo de Henry.

—Patrick...—dije mirándolo fijamente— ¿Tu sabias que Miranda estaba embarazada? —negó con la cabeza para después responderme.

—No Alec, no lo sabía y eso es lo que más me sorprende, que no me lo haya dicho...por lo que nos dijo Andrew, Miranda también lo desconocía hasta el día que se desmayó en el panteón.

— ¿Pero porque nos lo oculto?

—No lo sé Alec, la situación no era ni apropiada ni tampoco cómoda...y tampoco el momento en que Miranda quisiera hacerle saber al amor de su vida y a su familia que estaba esperando un bebé...aunque la noticia hubiese traído un poco de felicidad y calma a nuestras vidas después de todo lo que hemos vivido últimamente...estoy seguro que tuvo sus razones...—suspire tratando de descifrar dichas razones que ella tendría para ocultarme algo así, estaba dispuesto a hablar de nuevo cuando la voz de Iker entrando en el bar nos sobresaltó, nos giramos para verlo, estaba agitado recuperando el aliento para poder hablar.

—Alec...Patrick...—dijollevándose la mano al pecho, respirando rápidamente—Estaba viendo la televisiónen mi habitación y vi algo que tienen que saber, vengan...esto...esto...no es bueno...—dijotitubeante dirigiéndonos al plasma inmenso que los Anderson tenían en la salade televisión, encendiéndola en un canal de noticias locales y tenía razón,esto no era bueno...

PREFIERO MORIR ©Where stories live. Discover now