Continúa el viaje

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-¿No me defiendes de los insultos de tu amiga? -pregunté haciéndome el dolido mientras se sentaba.

Alzando sus preciosos ojos hacia mí, me regaló una sonrisa burlona.

-Fueron perfectamente merecidos -me aseguró con una dulzura empalagosa para fastidiarme.

Rodeé el carro para entrar por la puerta del piloto riendo.

-We are back on the road! -exclamó Mónica emocionada en cuanto dejamos la callecita que habíamos tomado desde el hotel hasta la carretera.

-Tanto aprender idiomas para que lo digas en el más clásico -bromeó Andrei.

-Define clásico -lo retó Valerie.

Solté una carcajada. Era genial ver cómo se iba adaptando cada vez más al grupo y les tomaba confianza.

-Yo no llevo francés o alemán como ustedes -protestó.

-Disculpe usted, nuestra estimada italiana -nos reímos.

-¡No soy italiana! Así como ustedes no son ni alemanes, ni franceses, ni nada.

Iba a seguir con la broma cuando un delicioso olor inundó el auto. Valerie se había apropiado de la caja con el postre y la había abierto. El aroma era maravilloso. Por el rabillo del ojo vi como cortaba cuidadosamente las porciones y las repartía junto a una servilleta. Ni idea de dónde consiguió eso. Lamenté tener que manejar hasta que sentí algo contra mis labios. Con una rápida mirada noté que había cortado una porción de tarta en pequeños trozos que me fue dando poco a poco de manera que no tenía que soltar el volante. Una maravilla.

No sé si una o más horas más tarde, ya estábamos saliendo nuevamente de la carretera. Tras perdernos un buen rato por diferentes calles, encontramos el segundo hotel. Mónica soltó un chillido de emoción al verlo y empezó a buscar su cámara como loca. Valerie por su parte parecía a punto de llorar de emoción. Alcé nuevamente la mirada al en realidad hostal. En mi opinión era solo una casa vieja. Bien conservada, sí, bonita, quizás, anticuada, bastante, pero mi novia y mi amiga parecían sentirse en el paraíso.

-¿De quién fue idea venir? -me preguntó Valerie en un susurro.

Un chico del hostal salió a recibirnos seguido del dueño quien nos dio la bienvenida y nos ofreció una mini visita guiada mientras acomodaban nuestras cosas en los cuartos.

-Ni idea, ¿por? -la tomé de la mano.

-Quiero besarlo ahora mismo -murmuró contemplando con fascinación a nuestro alrededor.

-Fue mi idea -dije al instante encogiéndome de hombros con una sonrisa engreída.

Ella rió con suavidad sacudiendo levemente la cabeza para luego pedirme silencio y poder escuchar al dueño.

El señor nos explicó cómo habían arreglado la casa. Emocionado detalló además que las familias coloniales solían vivir en conjunto. La casona contaba con dos patios, un jardín al que se le había adaptado una piscina y otros espacios comunes como el comedor y una mini biblioteca. Los cuartos estaban como agrupados. Los nuestros de encontraban subiendo una escalera. Al abrir la puerta hallabas una estancia con un par de sofás y dos puertas, cada una llevaba a una habitación. Nos explicaron que probablemente todo ese perteneciera a una de las familias y así con cada grupo de cuartos. Los muebles de todo el hostal estaban de acorde a la época y lo único moderno parecían ser los baños y una computadora en la recepción.

Poco después nos separamos por la casona para seguir inspeccionándola o solamente para buscar dónde descansar. Valerie me pidió que la acompañara a la biblioteca. Un poco de mala gana la seguí.

-Este está siendo el mejor viaje de mi vida -comentó con una sonrisa mientras inspeccionaba los diferentes ejemplares.

-No puedes estar hablando en serio -le dije con calma, apoyándome en una mesa y contemplando cómo se manejaba en el pequeño espacio.

Ella se giró sonriente con un libro en sus manos. "Las mil y una noches" en un ejemplar que parecía ser mayor que yo, fueron acomodadas junto a mí, mientras Valerie se me acercaba.

-Amigos, playa, historia, travesuras, un mesiversario de medio año y un novio al que amo ¿Qué más puedo pedir?

-Creo que solo escuché la última parte -sujeté juguetonamente su barbilla y la acerqué a mí lentamente -Y estoy de acuerdo en que tienes un novio maravilloso.

-Cállate -rió sin retroceder ni un milímetro.

-Frase incompleta -fingí reprenderla frunciendo el ceño y mirándola a los ojos.

-¿Cómo? -se extrañó.

-"Cállate y bésame" -la corregí terminando de eliminar la distancia entre nuestros labios.




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¡Hola! Mil, mil perdones por no actualizar. Sé que me he demorado bastante y realmente me habría demorado más de no ser por cierta personita insistente que me recordaba que debía actualizar mientras me daba apoyo moral (sí, tú jajajaja). He pasado por una semana super difícil. El miércoles sobre todo fue un día espantoso. Es un poco personal pero les cuento porque siento que me conocen bastante y esto es muy importante para mí. Ese día se murió mi perrita. Tenía once años y realmente era el perro más bueno que he visto en mi vida. Mi gordita era una preciosura. Ya estaba enferma pero de todas formas fue bastante fuerte porque la encontré muerta con mi papá cuando volví de la universidad. Lo otro que pasó es que ese día... no sé como decirlo... estaba saliendo hacía ya un buen tiempo con un chico al que quiero muchísimo y puf... estoy enamorada (que no es lo mismo a decir que lo amo... yo me entiendo, soy rara, lo sé jajajaja) y sé que él me quiere a mí pero justo ese día tuvimos que dejarlo. Y no cuento más del tema porque sé que ni encontraré las palabras adecuadas y tampoco es la idea hacerles dramón con mi vida...

En fin, como se imaginarán no estaba precisamente motivada para escribir. En realidad he estado bastante triste por no decir deprimida. Pero bueno, aquí estoy, tomando el teclado de nuevo. Jamás dejaré de escribir.

Un besote a todos! Disculpen la demora y muchísimos cariños.

mpwf zpv! (para entender, únanse al grupo de Whatsapp ;) kbkbkbkbkb)

The Real Bad Boy (PUBLICADO)Where stories live. Discover now