Marvel: La Casa Del Veneno

Capitulo 26.Aturdimiento de entrenamiento

Gwen resopló mientras contaba, no era justo pero Peter era implacable. No solo tenía que planificar la universidad, administrar una pasantía en Oscorp, sino que ahora Peter la hacía hacer ejercicio durante dos horas todas las noches. Solo había pasado una semana desde que se mudó, pero para ella, se sintió como más tiempo.

Estaba disfrutando de la intimidad que sentía con Peter, él dejó de vivir en la oficina de su casa y había estado durmiendo en la misma cama que ella. Luego, por la mañana, él le preparaba el desayuno para que pudiera ducharse y prepararse para el trabajo, además el sexo había sido alucinante. El único problema que tenían hasta ahora era el amigo simbionte de Gwen. Cuando Gwen se corrió, también lo hizo, y la inundó con más placer del que podía soportar. Su burla de Peter sobre orgasmos que le encrespaban los dedos de los pies y desmayos estaba resultando ser verdad y, aunque Peter parecía ser una fuente ilimitada de energía, ella no lo era, al menos no en el dormitorio.

"Cien", dijo, mientras se levantaba por última vez, haciendo dominadas desde una viga de soporte en el techo del almacén. Peter se estaba balanceando frente a ella, ya que había estado haciendo esto durante casi seis meses, su rutina era de cuatrocientos y aún así logró superarla.

La rutina que comenzaron juntos fue un curso básico de fitness. Cien flexiones, cien abdominales, cien sentadillas y una carrera de diez kilómetros. Peter dijo que lo leyó en alguna parte, pero mientras Gwen buscaba en Internet para encontrarlo, tenía una pequeña sonrisa en su rostro.

"Gwen, necesitas controlar tus poderes y tu simbionte, tú eres su amo, no al revés". Él la había regañado, durante varias noches seguidas se había despertado para encontrar los zarcillos de piel de simbionte de Gwen extendidos en su entrepierna tratando de 'ordeñarlo' y después de otra noche inquieta había tenido suficiente.

Por eso estaba haciendo entrenamiento físico. Su telaraña podía convertirse en cualquier químico que ella conociera, pero su resistencia a la tracción era abismal, apenas lo suficientemente fuerte para soportar su peso y tan elástica que parecía más goma que una cuerda. Se las había arreglado para hacer una red de ácido y podía rociarla lo suficientemente bien como para agrietar y pelar la pintura de su casa, para disgusto de Peter. Se prohibieron otras redes, incluso si pudiera hacerlas, no tenían forma de probarlas sin dañar el almacén.

También hubo un problema cuando intentaron pelear. Cada golpe que sentía, su simbionte se alejaba, la obligaba a moverse para evitar el golpe en lugar de recibirlo, incluso si sabía que no le haría daño. Esto estuvo bien. Si estuviera entrenada y pudiera evitar los golpes normalmente, pero como era una bailarina y no una luchadora, se sacudía y caía la mayoría de las veces.

No solo eso, sino que su piel blindada de simbionte no era mejor que la piel normal, Gwen chillaba de dolor si se cortaba o quemaba a diferencia de la piel de simbionte normal de Peter, ni siquiera su placa engrosada.

"Por supuesto que idiota", se había quejado Gwen cuando probaron los límites de la piel del simbionte, "si mi simbionte todavía está vivo, entonces, por supuesto, me dolerá si me cortas". Todavía había observado fascinada cómo el pequeño corte se curaba casi instantáneamente, todavía necesitaba hacerlo sentir culpable, por supuesto, la culpa traía besos y los besos a menudo conducían a otras cosas.

Esta vez, aunque Peter no tenía nada de eso. Había puesto varios proyectos en suspenso y no había estado cazando en toda la semana porque en este momento, cualquiera que lo encontrara a él y al secreto de Gwen podría tomar a Gwen sin ningún problema. Ella tenía los mismos poderes que él, entonces, ¿por qué no tenía el mismo control sobre ellos que él? De hecho, ella debería ser más fuerte que él, si su simbionte estuviera muerto, no debería tener energía propia, solo dependería de la suya. Era una de las muchas preguntas que aún tenían sobre sus poderes y las criaturas que habitaban sus cuerpos. Poison todavía le hablaría a Gwen, mientras que Venom nunca le dijo nada a Peter, o si lo había hecho, se perdió en sus propios pensamientos.