Aún no nos conocemos

Prólogo

1 de septiembre 1971

La estación King's Cross, específicamente el andén 9 3/4, se encuentra repleto de personas el día de hoy. Niños corriendo de un lado a otro en busca de sus amigos, padres despidiéndose con lágrimas de tristeza y emoción por ver a sus hijos creciendo, aunque siempre van a haber excepciones respecto a esto último.

Entre todos estos niños y jóvenes se encontraban los que van a cursar su primer año en Hogwarts, uno de los mejores colegio de magia y hechizaría de hoy en día, por lo cual cada niño de 11 años debe tener todas sus expectativas en pasar los mejores años de su vida entre las paredes de ese castillo.

Cada uno tiene distintas expectativas. Un ejemplo es James Potter, un niño de sangre pura que lo único que quiere es poder hacer todas las travesuras que ha estado pensando desde el primer día que hizo magia sin querer y también poder conocer a la pelirroja de su vida.

Por otro lado, nos encontramos con Sirius Black, un joven sangre pura con los ojos grises más traviesos y coquetos que podrás encontrar en un niño de su edad, pero que guardan una profunda tristeza y dolor en ellos, que desea romper cualquier lazo que tenga con su familia, sin contar a su hermano menor Regulus.

También nos encontramos con Remus Lupin, un chico castaño que tiene múltiples cicatrices por todo su cuerpo, que tuvo que madurar más rápido a causa de ser hombre lobo, por lo cual su único deseo es tener buenas notas para poder conseguir un buen trabajo o al menos lo que su condición le permita.

En cuarto lugar tenemos a Peter Pettigrew, un chico más bajito que los demás y un poco (para no decir mucho) tímido, él solo desea hacerse un amigo y con eso está bien.

Por último, pero no menos importante nos encontramos con la protagonista de nuestra historia, Chloe Evans. Una chica de ojos verdes que te hipnotizan, un pelo suave y largo de un color anaranjado. Ella no tiene ningún deseo por ahora, ya que los suyos se cumplieron al recibir una carta que afirmaba la existencia de magia en su mundo y no solo a ella, sino que a su melliza, Lily Evans, quienes son inseparables desde el uso de la razón.

Los próximos años estarán llenos de aventuras y magia para cada uno de ellos, sus sueños se cumplirán o quizás no, o quizás nada dura para siempre.