Aún no nos conocemos

Capítulo 39

Chloe
No sé de dónde Sirius saca sus contactos, es decir, de dónde saco tantas botellas de Whisky de fuego o mejor dicho ¿cómo las entro al colegio?

- Hice magia, preciosa —me respondió cuando le pregunte y me puse a reír mientras negaba resignada. Ya está por su quinto vaso, así que dudo que me vaya a responder.

- Claro —dije divertida—. Me voy con James, cuídate y no tomes mucho —dije dándole palmadas en la espalda y él se rio.

- Chloe, te estaba buscando —me sobresalté al escuchar a Peter al lado mío y por lo que huelo, él ya debe estar en el sexto vaso.

- ¿Qué sucede, Pete? —dije quitándole el vaso porque ya se está balanceando.

- Hay una chica, que parece lapa atrás mío y no sé cómo alejarme —lo mire con una ceja alzada—. Vamos, ayúdame. Ella no me gusta y tampoco estoy tan ebrio como caer en sus garras —al escuchar eso me puse a reír y él se sonrojó.

- ¿Por qué no vas a dormir? Te aseguro que no irá a tu pieza, ponle seguro —dije y él negó.

- No puedo, tengo que hacer algo y no lo puedo hacer durmiendo —dijo con la lengua trabada, me quiero reír.

- Entonces te acompaño a tomar agua. Así lo que tengas que hacer lo harás más despierto —dije caminando hacia la mesa con los tragos y él me tomó de la mano haciéndome parar—. ¿Qué sucede? —pregunte cuándo me di vuelta y lo vi mirándome fijamente, me pareció raro, incluso me dolió ver un poco de tristeza en sus ojos al mirarme.

- Nada —dijo cuando me escucho y se separo de mi como si quemara, además empezó a pestañear muchas veces—. Vamos por el agua, creo que en verdad me hace falta —dijo sin gracia y se adelantó, pero lo seguí en seguida.

- ¿Seguro?

- Claro, Chloe —dijo dándome una sonrisa.

- ¡Peter! —James se lanzó encima de Peter y este rió—. Es hora —dijo mi novio con una sonrisa traviesa.

- Espera —Peter tomó el vaso de agua al seco y después se arregló un poco la ropa—. Listo, me adelanto —paso por delante mío y me dio una sonrisa divertida, antes de desaparecer entre la gente.

- ¿Qué van a hacer? —dije riendo.

- Oh tú solo siéntate y disfruta, mi lady —dijo dejando un beso en el dorso de mi mano y desapareciendo entre las personas, riendo como un loco.

- ¿Qué le pasa ahora al loco de tu novio y sus amigos? —dijo mi hermana ¿cuándo llego al lado mío?

- No sé —dije encogiéndome de hombros y me sobresalté cuando todas las luces se apagaron.

- Damas y caballeros —escuché la voz de James muy fuerte como si estuviera con un parlante, tengo mucha curiosidad. Además no veo nada—. El día de hoy los Merodeadores les traemos algo inigualable...

-... único... —no puedo creer que Remus está metido en esto.

-... ¡Las piernas de Remus! —grito Sirus y me tuve que tapar la boca para no soltar una carcajada— ¡auch! Remus, agresivo —no aguante más y me reí, aunque no fui la única.

- Me avergüenzas —¿sabrán que podemos escucharlos?

- Y te enamoro a la vez, que loco ¿verdad? —dijo sirius y esto está muy divertido.

- ¿Pueden parar? Me está dando frío en mis... —dijo Peter.

- ¡No lo digas! —tuve que taparme los oídos al escuchar el grito de los otros tres dementes.