Extra 4: La locura de Lunático

650 59 22
                                    

Remus

10/05/1987
Ya llevamos dos años de relación y aún no me atrevo a decirle que lo amo. No es que no lo ame, ósea siento que mi corazón va a explotar tan solo con ver su sonrisa, así que si, claro que lo amo. Demasiado, tanto que espero con ansias el fin de semana para verlo.

- ¿Qué piensas?

- Que te amo —dije y después abrí demasiado los ojos al darme cuenta de lo que dije. ¡Rayos! Me pillo desprevenido—. No... espera, no quise decir eso —dije dándome vueltas y lo vi con la espalda pegada al respaldo de la cama mirando hacia la pared sin pestañear—. ¿Louis? —lo llame moviendo mi mano delante de sus ojos—. Esta bien, creo que me voy a ir —dije nervioso, pero antes de salir de la cama, Louis salto de ella dirigiéndose al teléfono.

- ¿Alo?... si, soy yo. Alice no vas a creer lo qué pasó —dijo emocionado y yo estoy tan confundido—. No, es que es mejor que eso... no, no, es mejor que eso —dijo riendo—. Es que me dan ganas de llorar de felicidad con solo acordarme... ¡Si, eso es! ¿Lo puedes creer? Dijo que me ama, Alice... Por supuesto que yo también lo amo... Ya lo sabías, Alice.... Qué falacia tan grande, te lo dije como hace un año atrás... Ya, pero ese no es el punto... ¿Cómo que qué le respondí?... Le dije que yo también, Alice, no soy tan despistado como para no haberle respondido —dijo y empecé a reír—. Oh —dijo y lo vi darse vuelta para mirarme. Tengo que decir que se ve hermoso sonrojado y sin polera—. Me tengo que ir —dijo. Colgó el teléfono para tomar una almohada y taparse la cara—. No lo puedo creer, qué vergüenza —dijo rojo y mi risa aumento—. ¡No te rías! —dijo lanzándome la almohada.

- Es que fue demasiado tierno —dije riendo y él se empezó a reír.

- No es tierno, es vergonzoso —dijo acercándose a mi y lo abracé.

- Fue demasiado lindo —dije dándole un beso en sus labios y después él escondió su rostro en mi cuello.

- No me gusta ser lindo —dijo divertido y me reí.

- Pues que seas lindo es una de las cosas que amo de ti —dije nervioso y él levantó la mirada.

- Entonces soy demasiado lindo —dijo y me puse a reír—. Te amo, Remus —dijo y mi risa cesó.

- Yo también te amo, Louis —dije. Lo volví a besar en los labios hasta que él quedó sentado a horcajadas encima mío y mis manos fueron a sus caderas.

- Te amo demasiado —dijo haciendo un vaivén con sus caderas y me tuve que morder el labio inferior para no soltar ningún ruido indecente—. ¿No me lo vas a decir de vuelta? —preguntó dejando pequeños besos a lo largo de mi cuello con algunos mordisco.

- Aja —dije cerrando los ojos e inclinando un poco mi cuello para darle más espacio.

- Quiero escucharte, Remus —dijo acelerando sus movimientos.

- Te amo —dije acompañado de un gemido y sentí una sonrisa formarse en sus labios que están en mi cuello.

- Así me gusta —dijo para volver a atacar mis labios y perdimos el equilibro haciéndonos caer de la cama.

- Que brusco eres —dije divertido y lo escuche reír.

- Pensé que eso te encantaba —dijo guiñándome el ojo y se levantó—. Ahora me voy a duchar —dijo y ver su erección a la altura de mi cara me hizo tragar en seco—, y por seguridad no pondré el pestillo —dijo juguetón—. ¿Entendiste? —me pregunto y yo solo pude asentir—. Nos vemos —dijo y entró al baño. Contrólate, Remus. Me digo a mi mismo, pero estar a dos días de la luna llena no me ayuda para nada—. Ya me quite la ropa.

Aún no nos conocemos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora