Capítulo 65

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James / semana 37
La próxima semana será la última vez que iremos con Poppy para ver cómo se encuentran nuestras criaturas y no podría estar más nervioso.

He leído cinco libros de paternidad, quiero estar seguro de que lo haré bien e incluso tengo un cuaderno con apuntes y sugerencias que les pedí a mis padres... me siento listo.

- ¡James, ya vienen! —no estoy para nada listo—. ¡James! —apague el gas de la cocina porque estaba cocinando y subí corriendo las escaleras—. ¡James, ayúdame! ¡Ven rápido, apúrate! —gritó tan rápido y desesperada que siento que me voy a desmayar.

- ¿Qué pasó? —dije entrando a la pieza y la vi acostada con una manta arriba.

- Los bebés... los bebés... ¡ah! —estoy entrando en pánico al ver a Chloe gritar.

- Llamaré a Poppy —dije dirigiéndome a la puerta.

- ¡James, ya vienen! —dijo lloriqueando y me quede estático en mi lugar—. ¡Me duele mucho! ¡Ah! —está gritando y la estoy abanicando con una revista que está al lado suyo.

- Calma, calma, ya viene el médico —dije mientras Chloe gritaba. Definitivamente voy a poner un teléfono acá ¿y mi varita?

- ¡No me dejes, no me dejes! —empezó a gritar cuando me dirigía de nuevo a la puerta.

- No te voy a dejar, así que calma —Merlin por favor dime qué hacer.

- Es demasiado tarde, James —dijo levantándose la sabana un poco para dejar a vista sus pies.

- ¿Qué?

- ¡Es tarde! Es demasiado tarde ¡es tarde! —empezó a gritar y espero que no sea lo que pienso—. Están saliendo ¡ya comenzó! —dijo llorando y gritando a la vez.

- Tranquila, mi amor —dije moviéndome de un lado al otro—. Espera... no... quizás... no —empecé a murmurar en el momento que escuché su grito, ¡por favor Godric, Helga... quien sea!—. Respira, respira, respira —empecé a decir mientras movía mis manos simulando respirar.

- ¡Rápido, ayúdame, James! —dijo tomando mi brazo y auch, tiene que cortarse las uñas.

- ¿Qué?

- Tienes que recibirlos —dijo y volví a entrar en pánico.

- Yo no sé hacer esas cosas —dije y ella me agarró más fuerte gritando.

- ¡Con la práctica se aprende! —me grito enojada y temo por mi vida—. Ayúdame, por favor, están saliendo ¡están saliendo, James!

- ¡Ya voy! —grite o sino creo que me voy a poner a llorar.

- ¡Ah! —empezó a gritar más fuerte y me senté enfrente suyo.

- Está bien, aquí voy —dije tomando la orilla de la sabana y empecé a respirar.

- ¡James! —dijo llorando y levante un poco la sabana mientras apartaba mi vista de ese lugar—. ¡Rápido, James!

- Ya vienen, ya vienen, tranquila —dije y creo que estoy llorando.

- ¡James! —gritó y no soy capaz de verla.

- ¡Ya vienen, vienen, vienen! —empecé a decir, pero después solo empezamos a gritar los dos al mismo tiempo y sentí dos cosas llegar a mis manos—. ¡Ah! —grite hasta que baje la vista y me encontré con dos peluches, un ciervo y un lobo. Ahora mi esposa se está riendo y le estoy mirando mal—. ¿Era broma? —pregunte y ahora si voy a llorar.

- Debiste ver tu cara —dijo riendo.

- Chloe, esto no es nada gracioso —dije levantándome de la cama y ella se seguía riendo—. ¿Pero cómo... tú estabas? —no entiendo nada.

Aún no nos conocemos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora