Capítulo 2

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Nos demoramos un poco en encontrar un vagón vacío, a petición de Severus. No me molesta mucho, ya que él es así y también porque me asegure y traje un libro para leer en el camino, y lo traje porque sé que Sev Sev y mi hermana van a empezar una conversación entre ellos, donde no voy a entender nada.

Y fue exactamente eso lo qué pasó durante la mayor parte del viaje o eso creo, no sé la verdad, es que el libro está muy bueno y lo único que me saco de mi propio mundo fueron las ganas de ir al baño, así que yo solo me paré de mi puesto.

- ¿Dónde vas? —mire a Lily, quien tenía el entrecejo fruncido, ¿por qué está tan gruñona hoy día?

- Al baño, mamá —dijo divertida y salí por la puerta. No tengo por qué darle tantas explicaciones, quizás si lo hubiese dicho de otra forma. Rayos, ahora me siento mal, voy a hablar con ella después.

James
Una vez que mis padres me soltaron, bueno, específicamente mi madre, fui en busca de un vagón donde pueda sentarme, preferiblemente con alguien y que sea simpático. Llegue a un vagón donde solo había un niño y una niña...¡pelirroja!

- Disculpen, ¿puedo sentarme acá? —les pregunté y ambos asintieron, el niño un poco más dudoso que la niña. Una vez sentado me iba a presentar, pero la puerta volvió a abrirse.

- Hola...¿puedo sentarme? Los demás vagones están ocupados —era otro pelinegro, pero este se vestía más elegante. Los otros dos asintieron de nuevo y el nuevo se sentó al lado mío.

- Soy James Potter —me presente.

- Yo soy Lily Evans —dijo con una sonrisa tímida, que tierna— y él es Severus Snape —él solo asintió.

- Yo soy Sirius, Sirius Black —¿Black? Ese apellido me suena.

- Un gusto chicos —una vez que dije eso con una sonrisa en mi cara, el chico que se sentó al lado mío soltó un suspiro al escucharme como si se encontrara aliviado— ¿en qué casa les gustaría quedarse? —pude ver que la pelirroja me miró un poco confundida.

- Me gustaría ser Gryffindor —dijo Sirius con una sonrisa que no le duro mucho—, pero toda mi familia a estado en Slytherin.

- No te preocupes, de seguro tú rompes esa tradición —siento que lo alivio escucharme decir eso, pero por un momento noté un poco de miedo un sus ojos— yo también quiero ser Gryffindor, al fin y al cabo es la mejor casa de todas —al terminar de decir eso, escuche a Severus reír de forma burlesca— ¿qué pasa?

- Todos saben que Slytherin es la mejor casa y que a Gryffindor solo van personas con complejo de héroe.

- Si y en Slytherin terminan todos los asesinos desquiciados con aires de superioridad —dijo Sirius, lo cual me sorprende, ¿no dijo que su familia era de esa casa?— Además, me sorprende que tú quieras ser de esa casa si sabes cómo piensan de las personas como ella —dijo apuntando a Lily y yo quede mucho más confundido.

- ¿Tienes algún problema con ella? —dijo Snape, pero ya no estaba tan seguro como antes.

- ¿Yo? No, por supuesto que no, pero tus futuros compañeros de casa no piensan cómo yo y lo sabes.

- Esperen, ¿de qué hablan? —pregunté, ya no puedo más de la curiosidad.

- Ella es hija de muggles.

- Ohhh no me había dado cuenta —dije un poco sonrojado.

- Es obvio, los Gryffindor no tienen cerebro —dijo Snape con una sonrisa burlona, quizás para cambiar el tema.

- ¿Por qué mejor no te callas, Quejicus? Al menos nosotros si podremos seguir hablando con Lily después de la selección—uhh al parecer eso los enojo a los dos.

- ¡Es Severus y es mi amigo! —la chica se paró de golpe y tomó la muñeca del pelinegro amargado— vámonos de acá —y dicho eso se fueron.

Sirius y yo comenzamos a reírnos hasta que apareció una chica mirando al lugar por donde se habían ido los otros dos. Era otra pelirroja, pero su pelo era más ondulado, me pregunto porqué se quedó parada en medio del pasillo.

En un momento, dejó de ver al pasillo y nos quedo mirando a Sirius y yo de manera intercalada hasta que se puso a reír a carcajadas mientras se abraza el estómago. Sirius y yo nos quedamos mirando sin saber que está pasando, pero Sirius también empezó a reír.

- ¿Qué...qué le dijeron para que su cara estuviera del...mismo color que su pelo? —dijo la pelirroja mientras trataba de respirar, pero lo que dijo solo causó que Sirius se riera más. En cambio yo no podía dejar de mirarla y cuando le iba a responder me interrumpieron.

- ¡Chloe! —ese grito logró que parara de reír.

- Si que está enojada, ni siquiera yo he logrado tanto —nos volvió a mirar— tienen mis respetos caballeros, pero me tengo que retirar antes que se enoje aún más —dijo divertida y nos guiñó un ojo al final antes de empezar a saltar por el pasillo.

- Me cae bien —dijo Sirius mientras seguía riendo, vaya que se ríe este hombre, pero al final yo empecé a reír de nuevo porque su risa es muy contagiosa.

En algún momento empezamos a hablar de Quidditch y otras cosas más, incluso nos dimos cuenta que nos encantan hacer broma, así que intentamos hacer algunos planes para el año.

Seguimos hablando y riendo hasta que volvieron a tocar la puerta, pero esta vez entraron dos chicos de nuestra edad. Uno tenía el pelo castaño y una cicatriz que cruzaba toda su cara, pero solo lo hacía verse un rudo. El otro es rubio y un poco más bajo que el primero.

- ¿Podemos sentarnos? —preguntó el de la cicatriz.  Me sorprende que hayan estado la mayor parte del viaje parados, es un viaje largo.

- Claro —dijeron un suave "gracias" en unísono y se sentaron enfrente de nosotros.

- Me llamo Remus, Remus Lupin —dijo el castaño— y él es Peter Pettigrew —el nombrado se sonrojó.

- Mucho...mucho gusto —dijo el rubio.

- Sirius Black y James Potter —dije.

- ¿En qué casa quieren quedar? —preguntó el pelinegro con sus ojos brillando de curiosidad, especialmente mirando al castaño.

- Gryffindor —dijo Remus.

- Yo...a mi también, me gustaría Gryffindor—dijo Peter con la cara roja, vaya que le gusta esa casa.

- Nosotros también, espero que quedemos todos juntos, así podríamos seguir siendo amigos —dijo Sirius con una gran sonrisa, y vaya que me gusta la idea de hacernos amigos.

Aún no nos conocemos Where stories live. Discover now