Capítulo 57

1K 84 2
                                    

Chloe
La persona que dijo que los Gryffindor son tercos e insistentes no estaba equivocada, y es que llevo dos horas teniendo la misma conversación con uno y no se rinde.

- Venga, Chloe, por favor —dijo haciendo sus ojos de ciervo bebé y alargando a "o".

- No —dije seria, pero la verdad me estoy aguantando la risa.

- Te lo suplico —dijo acercándose a mi y poniendo sus manos en mi cadera.

- No, James —dije pasando mis manos por su cuello.

- Solo quiero verlo —dijo a unos centímetros de mi boca.

- Es de mala suerte —dije divertida.

- No —dijo serio—. Uno, ver el vestido de la novia no hace nada y dos, eso era cuando las bodas eran arregladas, yo sé que cuando te vea no me voy a arrepentir, quizás grite de felicidad y no pueda detener las ganas de besarte, pero nada más —dijo mientras repartía besos por toda mi cara y yo me estoy riendo.

- Pero quiero que sea una sorpresa —dije con un puchero.

- Lo sé, pero también sé que te verás como una diosa y si no estoy preparado para lo que voy a ver, puede que me desmaye en el momento. ¿Quieres que me desmaye en la ceremonia? —pregunto divertido y yo solté una carcajada al imaginármelo.

- Le daría un toque único —dije con una sonrisa traviesa y ahora él soltó una risa.

- Eres mala, Evans, quieres que me desmaye para reírte de tu prometido —dijo fingiendo estar desilusionado, pero su sonrisa lo echa al agua.

- Esta bien, te voy a mostrar un poc... —no alcance a terminar porque llegó un patronus.

- ¡Ataque en Hogsmeade! ¡Estudiantes en peligro! —el fénix de Dumbledore, versión patronus nos puso en alerta cuando habló.

- Tenemos que irnos —dije tomando nuestros abrigos y varitas.

- Espera, Chloe —dijo tomándome con cuidado del brazo—. Cuídate si, recuerda que en cuatro días me tienes que sorprender con el vestido ¿ya? —dijo con miedo y mis ojos picaron.

- No te preocupes, te desmayarás cuando me veas —dije y él sonrió—. Nos vemos —me aleje un poco al ponerme mi abrigo y me aparecí en el lugar.

- Fluctus —escuche cuando llegue al lugar, pero el hechizo ya me había golpeado, seguido de una risa—. Pero miren qué encontré, te estábamos esperando.

- Me... alegra —dije entre dientes mientras terminaba de pararme—, ¿a qué debo el honor? —dije tratando de formar una sonrisa arrogante, que terminó en una mueca porque me duele la espalda.

- Oh no te preocupes, ya lo sabrás —dijo—. Cruciatus —dijo y sentí el dolor más grande que he sentido.

Millones de cuchillos atravesándome por todo el cuerpo y lágrimas saliendo de mis ojos sin poder evitarlo.  Además, del dolor que siento en mi garganta por el grito que sale de ella mientras mi vista se vuelve cada vez más borrosa. Sin embargo, eso no es lo único que me duele, sino el hecho de lo inútil que me siento, tenía mi varita en la mano y si tan solo hubiese sido más rápido, ahora no estaría convulsionando en el piso.

- Pero tranquila —dijo cuando se detuvo y me di cuenta que había dejado de respirar por un par de minutos, aunque parecieron horas—, esto no acaba acá hasta que llegue el invitado especial. Aunque nada me impide de divertirme un rato contigo ahora que tengo tu varita —contracturo —y volví a gritar.

James
Mis nervios están a flor de piel por el hecho de que no he visto a Chloe desde que empezó la pelea, aunque igual media hora no es tanto.

Aún no nos conocemos Où les histoires vivent. Découvrez maintenant