Aún no nos conocemos

Capítulo 45

Chloe -1978
Desperté al sentir a alguien acariciar mi hombro y después sentí como volvió a enterrar su cara en mi cuello. Quizás me hubiese despertado asustada si no hubiesen sido las mismas caricias que me da James, y sin poder evitarlo sonreí.

- Buenos días —dije con voz somnolienta y sentí cómo se formaba una sonrisa en su rostro.

- Buenos días —dijo con voz grave pasando un brazo por mi cintura y atrayéndome más a él, es una costumbre que tuvo desde la primera vez que dormimos en la misma cama.

- ¿Qué hora es? —pregunte bostezando mientras me daba vuelta para estar frente a frente y enredamos nuestras piernas.

- Creo que las 10, no estoy muy seguro —dijo con una sonrisa—. Amo tus ojos —dijo de la nada y me sonroje—, también amo cuando te sonrojas.

- Es muy temprano —dije divertida y él me dio un pequeño beso.

- Lo sé, por eso lo hago, cuando tienes sueño te sonrojas mucho más rápido —dijo mientras volvía a hacerme cariño en mi hombro—. ¿Te duele algo? —me pregunto preocupado y yo negué mientras me acercaba más a él.

- No, al menos por ahora. Tengo que ver cuando me levante —dije enterrando mi cara en su pecho y volví a cerrar los ojos.

- ¿Vamos a estar en cama todo el día? —pregunto divertido y yo asentí.

- Ese es el plan —le respondí divertida.

- Te amo —dijo mientras me abrazaba con más fuerza, pero no tanta como para ahogarme.

- Te amo —le respondí mientras sacaba mi cabeza de mi escondite y lo vi mirándome serio—. ¿Qué sucede?

- Tengo miedo —dijo sin apartar la vista—. Tengo miedo de que todo esto sea un sueño y que en algún momento voy a despertar, y tú no estarás al lado mío —dijo con un puchero.

- Esto es real, James —dije haciéndole cariño en la mejilla.

- Lo sé, pero todo está muy bien. Es como si una esfera de armonía y paz nos estuviera envolviendo ¿sabes? Y en tan solo unos meses esa burbuja va a reventar, entraremos al mundo real y no quiero eso —dijo con los ojos llorosos—, no quiero entrar a un mundo donde exista la mínima posibilidad de perderte o perder a alguno de mis amigos —dijo con la voz quebrada.

- Yo también tengo miedo —dije abrazándolo—, pero te puedo prometer, que no me alejare de tu lado sin pelear primero —dije y él escondió su cara en mi cuello.

- No quiero que me prometas eso —dijo cómo un bebé—, promete que sobrevivirás... que sobreviviremos... juntos —dijo con un tono de súplica que me hizo sentir los ojos picar.

- Sabes que no te puedo prometer eso —dije con la voz rota—, lo siento, pero eso ya no está en mi poder —dije y él asintió mientras se separaba de mi.

- Lo sé, es injusto, pero lo sé —dije acariciando mi mejilla—. ¿Tienes hambre? Traje el desayuno —dijo con una sonrisa en su rostro, pero sus ojitos siguen tristes.

- Por supuesto ¿cuándo me he negado a comer? —pregunte divertida tratando de tragar el nudo que tengo en la garganta y él me pasó una bandeja con mis frutas favoritas.

- Solo esto quedó cuando fui al Gran Comedor —dijo con un sonrojo—. Además, no quería que te despertaras sola en la cama —dijo nervioso y le di un pequeño beso en la mejilla.

- Gracias —dije con una sonrisa de oreja a oreja.

James
El día de hoy cuando me desperté, lo primero que vi fue una melena pelirroja desparramada por toda la almohada y el olor a coco invadió mis fosas nasales. Desde que inició el año y Chloe se empezó a quedar algunos días a dormir, se volvió mi momento favorito del día.