Aún no nos conocemos

Capítulo 33

Camille
Hoy es un día soleado, pero esta fome. Ya me leí todos los libros que tenía en espera y la verdad no tengo ganas de hacer las tareas que me faltan por hacer, y todos mis amigos están con sus respectivas parejas o eso creo, no sé dónde se fue Louis.

Ahora se preguntarán "¿por qué no vas a tocar el violín? Al menos te vas a divertir" y la respuesta es fácil, hoy es San Valentín y creo que sería muy cruel hacer eso. Puede que parezca fría, pero aún me queda corazón.

- ¡Camille! —me sobresalte al escuchar el grito de Regulus.

- ¿Qué te pasa, desubicado? Casi me das un para cardíaco —dije mientras me cruzaba de brazos.

- No es mi culpa, te he tratado de hablar desde hace unos diez minutos y estabas en otro planeta —dijo mientras se sentaba al lado mío.

- ¿Qué quieres? —pregunte de forma cortante y es que de verdad me pique cuando me llamo abuela.

- Quería pedirte perdón —dijo jugando con sus dedos—. La verdad ni siquiera sé porque te dije así, ya que pareces mucho más joven que yo —dijo con una mini sonrisa, pero no se la devolví—. ¿Qué puedo hacer para que me perdones?

- ¿Por qué quieres que te perdone? —me miró confundido—. Me refiero que ya pasaste pociones y tienes a otras personas para ayudarte —dije encogiéndome de hombros.

- ¿Crees que solo te hablo por eso? —quizás haya sido muy dura porque ahora no se ve como un perrito herido, sino que se ve enojado.

- Es lo que parece —dije corriendo mi mirada de la suya.

- ¿Por qué? —sé que no lo veo, pero podría apostar que está frunciendo su entrecejo.

- Bueno, es que cuando necesitabas ayuda eras mucho más simpático y ahora... cuando estamos solos es como si te pusieras a la defensiva por cualquier cosa, y terminas atacándome —me alegra siempre haber sido sincera, pero me sorprendí cuando Regulus me abrazo.

- Lamento mucho haberte hecho pensar eso, Camille —antes de que pudiera devolvérselo, él rompió el abrazo—, este último tiempo te has convertido en alguien muy importante para mi. Me has escuchado cuando necesito desahogarme y me haces reír mucho, eres una muy buena compañía.

- ¿Pero?

- ¿Por qué pero?

- No sé, siempre hay un pero, supongo que ya estoy muy traumada con eso —dije con una risa nerviosa.

- Pues aquí no hay ningún pero, solo me gustaría que me perdonaras, por favor —dijo mientras sacaba un girasol de su espalda ¿cómo no lo había visto antes?—. ¿Me perdonas?

- Esta imagen me parece conocida —dije mientras entrecerraba los ojos y Regulus se sonrojó—. Te perdono si me dices que escondes ¿vale? —los ojos del pelinegro se iluminaron en cuanto me escucharon, pero también sonrió nervioso.

- Quizás le haya pedido ayuda a James y él me dijo que Peter lo había ayudado antes—dijo rascándose la nuca con su mano libre, pero al escucharlo me puse a reír.

- Creo que mejor voy a omitir esto cuando hable con Chloe —dije divertida mientras tomaba el girasol con una mano y una sonrisa boba se formaba en mi rostro.

- Si, creo que sería lo mejor para que no se enojara conmigo —me respondió divertido mientras se paraba.

- ¿Adónde vas? —vaya mi voz sonó muy triste, pero le voy a echar la culpa al hecho de que antes de que llegara estaba todo muy aburrido.

- Quieres decir vamos porque vamos a ir por una cerveza de mantequilla —dijo extendiendo su mano y tomó la mía para ayudarme a pararme.

- ¿Cómo?