Princesa de un castillo de monstruos

73. Enormes criaturas

Muchos corazones para que el siguiente capítulo se publique muy pronto. <3

Disfruten el capítulo, monstruitos.

***

Me desperté a plena madrugada debido a la sacudida repentina y brusca del castillo. La cama donde descansaba, los muebles y las ventanas crujían y se sacudían con violencia. Sauto que permaneció a mi lado toda la noche también despertó en alerta por la misma causa.

Estaba desorientada. Las peores conclusiones comenzaron a arremolinarse en mi mente, llevándome a cierto recuerdo que ocurrió en el pasado en el castillo, cuando este sitio de monstruos había sido atacado por una bestia gigante. Esperaba que en esta ocasión se tratara de un temblor horrendo y no un ataque; desee con todo mi corazón que fuese la primera.

Sauto chasqueó la lengua con disgusto.

—¿Qué sucede? —le pregunté.

Me ignoró. Se desvaneció de la cama y apareció en la ventana en un instante, justo cuando una segunda figura apareció detrás de él.

—Malos cálculos, ¿eh? —Era la voz de Gael.

La reacción de Sauto fue violenta ante esas palabras. Le propició a Gael un fuerte golpe en la mejilla derecha. En ese preciso instante, los ojos de Sauto, que habían permanecido cerrados, se abrieron de par en par, dejando ver unas cuencas vacías en donde serpenteaban líneas negras. La piel de Sauto comenzó a tornarse negro.

Aferré las sábanas en mis manos, desconcertada. Reconocí la sensación familiar que pronto se instaló en mi interior. Incluso Gael parecía del mismo modo.

—¿Qué ocurre? —le preguntó Gael a Sauto, preocupado.

Silencio.

Silencio era lo único que recibió.

Sauto se llevó una mano a uno de sus ojos con una expresión neutra. Apretaba esa zona con dureza, como si tratara de contener esas líneas negras que sus ojos expulsaban sin remedio. Las líneas rebosaban de su mano. Sus intentos por ocultar esas cuencas no resultaban y parecía imposible controlar lo que fuese que le estaba sucediendo.

No sabía qué me preocupaba más. Si las sacudidas bruscas de mi entorno o el descontrol que parecía estar sufriendo Sauto frente a mis ojos. La sensación de no saber qué hacer o cómo reaccionar era la cosa más horrible que experimenté jamás. Estaba en ese instante en el que ansiaba más que nunca poder ayudarlo y entenderlo, pero sin moverme de mi sitio, por mucho que quisiera.

A diferencia de mí, Gael parecía saber lo que pasaba y reaccionó de inmediato luego de comprender la naturaleza de la situación.

—¿Qué sucede? —cuestioné, inquieta—. Dime, Gael.

—Shh —me calló—. Éfar viene en camino. La llevará en un...

Se detuvo cuando una espina fina de color negro atravesó su pecho.

¿Qué demonios sucedía? Un grito escapó de mi boca con horror. Sangre, mucha sangre escurría de la boca de Gael, quien miraba a Sauto con una expresión de confusión. Aquel ataque no se lo esperaba.

Me levanté de mi sitio e intenté a agazaparme hasta donde se encontraba para ayudarlo. Lo que fuera que estaba sucediendo, parecía haber tenido inicio en esos temblores. En el pasillo, algo se quebró, el sonido de metales y cristales hacerse añicos tomaron control del silencio. Y no era lo único.