Casada con el faraón. [J. R. 1] ✔️

Capítulo 84

Estoy completamente nerviosa mientras me mantengo sentada en el trono con Tarik a mi lado.

No sé que es lo que espera Tarik al quedarnos aquí, pero si eso es lo único que planea hacer, en verdad estamos perdiendo el tiempo y Tarik lo está haciendo más llamativo de lo que debería de ser.

—No sé que es lo que pretendes al quedarnos aquí sentados —me levanto y miro a Tarik quien se encuentra a mi lado.

Tau está a un costado de su hermano mientras que Thabit se encuentra de mi lado.

—Estamos perdiendo el tiempo Tarik —la voz me comienza a temblar y Thabit se me acerca y me coloca una mano sobre mi hombro—. El alba se está acercando y te juro por los dioses que si no encuentras al niño antes de tiempo, te voy a odiar lo que queda de mi vida.

—Si vamos a encontrarlo —Tarik suspira y se levanta—. Te prometo que el niño va a estar bien. Sabes que daría mi vida por la tuya y la de Todd.

—Si pensamos entrar al templo de Ra, necesitamos dividirnos —Thabit rebusca entre sus ropas y veo cómo saca de un compartimento un daga—. Esta la vas a necesitar. Yo iré con Tarik, tú y Tau entren por el pasadizo secreto. No creo que haya muchos guardias de su lado. Si esto solo es plan de él, no creo que tenga a hombres trabajando para él.

—De todos modos tendremos cuidado —dice Tau y se mueve a mi lado—. Ya es hora de irnos.

Tarik se despide de mí con un beso en la frente y tras palmear el brazo de su hermano, se va con Thabit.

Tau me guía por un pasillo poco transitado y un tanto descuidado.
Nunca me había topado con esta parte.

—¿Seguro que sabes el camino? —no puedo evitar preguntar pero Tau no parece estar molesto—. En verdad no me gustaría perderme en estos momentos con el alba tan cerca.

—Crecí en este palacio —dice deteniéndose mientras mueve una cortina—. Conozco el lugar y todos sus escondites así como yo conozco la posición de cada lunar en tu cuerpo.

Siento las mejillas arder y por alguna extraña razón comienzo a llorar.

—Esto es tan difícil —admito con un sollozo—. Yo solo quiero que este sea un mal sueño y simplemente me despierte a tu lado envuelta en tus brazos con Todd acurrucado en mi pecho.

—Lo vamos a encontrar a tiempo —Tau toma mi mano entre la suya y tras besarla me adentra en la negrura.

No llevamos luz alguna pero Tau se las ingenia muy bien por el camino con lo poco de luz de luna que logra filtrarse por las rejillas, pero en mi caso no voy muy bien por el camino. Me tropiezo más de lo que avanzo y eso sólo nos está retrasando.

—Sí... sí no llegamos a tiempo —me obligo a hablar a pesar del nudo que tengo en la garganta ya que el silencio me está matando—. Si no logramos salvar a Todd, y él está muerto... terminaré con mi vida. No soportaría su pérdida.

—Vamos a llegar a él —la expresión que se encuentra en el rostro de Tau es de determinación y mucho dolor cuando me mira a los ojos—. Y si no es así y puesto que se cual es tu decisión, te acompañaré en la muerte ya que Todd y tú son mi mundo. Y si ustedes no están, yo ya no tengo lugar aquí.

—Hasta la muerte —mis labios tiemblan cuando esbozo una pequeña sonrisa y un lágrima se me escapa.

—Ni la muerte nos separará.

Con el pulso desbocado seguimos por el camino y tras llevar un rato caminando, nos detenemos frente a una puerta de piedra.

—Ayúdame a moverla —me coloco del otro lado mientras Tau busca un modo de moverla—. Si la logramos abrir, solo tendremos que pasar por un pasillo y llegaremos a la habitación principal del templo.

Cuando por fin podemos hacerlo polvo es lo que nos recibe nada más entrar.

—Este lugar está muy callado —medito con la piel erizada.

—No te separes de mí —me ordena Tau mientras saca una daga de sus ropas.

Cuando nos movemos, el primer pasillo que encontramos está desierto, al igual que el segundo y el tercero.

—Esto no está bien —me apresuro y me topo con la espalda de Tau—. Esto solo...

Una mano sale de entre las sombras tapándome la boca. Pataleo e intentó gritar pero nada parece moverse.

Mientras me arrastran hacia la oscuridad, veo como a Tau le sucede lo mismo pero este si pone un poco de resistencia, pero de la nada se queda quieto mientras es arrastrado.
Con los ojos llenos de lágrimas y miedo veo desaparecer a Tau cuando la oscuridad me envuelve.

A este paso, no creo que llegar a tiempo con Todd y menos con Tau desaparecido y sin saber nada de Tarik y Thabit.

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