Capítulo 69

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POV Tarik

«Mi reino siempre será de él.»

Las palabras de mi padre no dejan de sonar en mi mente mientras le veo postrado con mi madre a su lado.

Zaya no está. Se la llevaron. Su hijo hizo que se la llevaran. Nuestro hijo...

—Hasta el clima sabe que mi muerte está próxima —la voz de mi padre suena débil cuando lo dice—. ¿Dónde está mi dulce niño?

—Aquí estoy padre —me muevo hacia el campo de visión de mi padre y me sorprende lo frágil que se ve así.

—Oh... eres tú Tarik. A pesar de que no fuiste preparado para el trono, sé que lo harás de bien. No como lo haría Tau, pero el reino prosperará.

Sus palabras me duelen y me gustaría decirle que lo haré bien, que si podré llevar esta responsabilidad tan bien como lo haría Tau, hasta inclusive mejor... por ese único motivo me gustaría que no se vaya, que siga viviendo para con ello demostrarle que soy mejor que Tau... que puedo ser mejor faraón que mi hermano y que él juntos.

Cuando un relámpago ilumina la habitación mi padre da su último aliento antes de que pueda despedirme.

Me hubiera gustado replicarle que si en verdad Tau lo amaba tanto como él pensaba, porque no estaba con él en este momento; me hubiera gustado preguntarle en dónde estaba su hijo favorito.

Como si lo hubiera invocado, Tau aparece estrepitosamente por la puerta, y a pesar de que quiero mirarle, no aparto la vista de mi padre.

—Yo... Zaya no despierta —su voz sale entrecortada y Thabit en cuanto lo escucha, sale rápidamente por la puerta hacia el pasillo—. Zaya... ella dio a luz y...

Al escuchar su nombre por segunda vez, levanto la vista y le miro con la boca seca.

—¿Está...? —comienzo pero una parte de mí no puede decirlo.

—No lo sé —veo que temblores lo inundan pero trata de controlarlos—. El abuelo se quedó con ella... él quiso que viniera por ustedes.

—Por los dioses —me levanto lo más rápido que puedo y cuando paso a su lado trato de que los nervios no me controlen—. No puede morir... no puede hacerlo, ya son muchas muertes fuertes en este día, y no creo soportar la suya...

Son muchas responsabilidades las que ahora pesan en mis hombros. Ahora sí soy el faraón oficial, bueno, ya lo era pero antes mi padre me ayudaba con las obligaciones, aunque a veces él las hacía completamente y yo solo hacía como que le entendía, pero ahora ya lo tengo que hacer yo y eso ya es mucho como para ahora agregar el hecho de que tengo un hijo recién nacido y mi esposa...

Me detengo abruptamente y miro los ojos color olivo inyectados en sangre de mi hermano.

—Por favor dime que no va a morir.

—No lo sé —suspira y veo el gran esfuerzo de mi hermano por controlarse—. Esperemos que no.

—¿Cómo es? —no puedo contenerme y lo suelto, pero al ver su confusión me adelanto a explicarle—. El bebé... nuestro hijo, ¿cómo es?

Veo como un músculo tiembla en su barbilla y le veo varias veces abrir y cerrar la boca sin emitir sonido.

—Es precioso —admite por fin y le veo esbozar una pequeña sonrisa—. Se parece a ella.

—¿Dónde...?

—En su habitación.

Doy media vuelta y comienzo a alejarme por otro pasillo donde sé, me dejará cerca de la habitación de Zaya.

—¿A dónde vas? —siento un jalón en la túnica cuando me detiene y enfrento su mirada.

—Necesito verlo —suspiro y miro por un momento al suelo, deteniéndome—. Tengo que aferrarme a algo de ella y tal vez así, pueda ahuyentar el miedo a la idea de que pueda estar muriendo. Adelántate, luego los alcanzo.

En realidad no quiero verlo, yo no quería un hijo en estos momentos, pero si Zaya muere, él será mi único lazo con ella. Lo único que me quedará en este mundo que pueda amar.

—No te tardes —me dice tras un momento de silencio, y siento como mi túnica cae ahí donde me sostenía.

—No lo haré —respondo a mi vez y vuelvo a comenzar a caminar.

Y yo no lo pienso perder.

~ Fin POV Tarik ~

Casada con el faraón. [J. R. 1]  ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora