Capítulo 6

63.6K 5K 767
                                    

Al despertar ni bien he abierto los ojos y mi madre ya me está  gritando órdenes.

No me puedo quedar quieta ni un solo segundo porque mi madre no lo tolera, siempre debo estar haciendo algo, esa es su regla.
Cuando por fin me da un descanso, veo a Adio entrando a la casa.

—El faraón dará otra cena esta noche y nosotros estamos invitados —me palpita la cabeza y todos los músculos me arden.

—Pienso quedarme aquí en casa, gracias —murmuro tomando un vaso con agua y tratando de acomodarme bien en el otomano.

—Eso no será posible —al escuchar la voz de mi madre suelto un jadeo—. Tú irás con nosotros, te guste o no. Ahora, vámonos.

Me dejan sola no sin antes advertirme por parte de mi madre que me de un baño y descanse para poder estar presentable en la noche.

Obvio no tengo ninguna intención de hacer esto, así que me pongo las ropas que siempre uso en la noche y encima me pongo una capa.
Esta vez tengo que salir por la puerta principal ya que si van a alguien salir por mi balcón me meteré en problemas.

Camino por las calles con el sol a todo lo que da pero no me importa.
Tengo que encontrar a Zaybe para decirle que puede entrar al ejército... retrocedo justo en el momento en que se interpone un caballo a mi camino levantando una nube de polvo a su paso.
Toso tratando de disipar el polvo y cuando esté desaparece un poco, alzo la vista dispuesta a reclamarle a quien sea que va encima pero me llevo una gran sorpresa al encontrarme a Tarik sonriéndome desde arriba.

—Alteza —hago una inclinación.

—Justo la persona que quería encontrar —una sonrisa está en sus labios cuando vuelvo a mirarle—. ¿Vas a algún lugar?

—No —miento—, solo salí a pasear.

—Excelente —su sonrisa se hace más ancha y me sorprende que este tan tranquilo conversando conmigo en medio de una vía pública porque no es como si yo pareciera la hija de un alta casa—. Me gustaría invitarte a jugar, Zaya.

—¿Jugar? —frunzo el ceño—. No sé a qué se refiere, alteza.

—Oh, ya sabes —me guiña un ojo—. Juegos de mesa y algunas otras cosas, algo con lo que podemos pasar el tiempo.

—¿Por qué? —frunzo el ceño—. Quiero decir, tiene varias ocupaciones...

—Lo sé, pero en verdad me gustaría pasar tiempo contigo, creo que eres interesante. Y anoche no tuve oportunidad de hablar contigo —sonríe y se yergue sobre su montura haciendo que unos rayos de sol se atoren en su cabello dándole una tonalidad cobriza—. Entonces, ¿qué dices bella Zaya? ¿Aceptas?

Sé que no tengo más opción que aceptar, y se ve que el joven príncipe no acepta un no como respuesta.

—Sí, acepto —accedo.

—Maravilloso —sonríe—. Por favor, alguien ayúdela a subir.

Al ver mi expresión, Tarik suelta una pequeña risa pero no dice nada. Varios de los guardias que van con él me ayudan a subir y cuando estoy alzada Tarik me sostiene y me acomoda enfrente de él.

Las mejillas las tengo rojas y cuando el caballo da una sacudida me agarro con fuerza. 

—Que peculiares ropas portas el día de hoy —susurra tan cerca de mi oreja dándome escalofríos—. Y tampoco llevas ningún acompañante o guardia...

—Me gusta pasear sola —me limito a decir con el corazón a todo lo que da.

Nunca había montado un caballo, no me gusta mucho ir en un lugar donde fácilmente pueda caerme.

—Eso es magnífico —cuando su galope pasa de ser algo tranquilo a algo digno de un infarto en verdad lamento haber aceptado, pero si no lo hacía había varias probabilidades de que mi madre no me lo hubiera perdonado.

El palacio pasa de ser algo en miniatura a volverse cada vez más y más grande y logro ver algunas de las monstruosidades que no vi en la noche. Hay varios detalles en oro y piedras preciosas.

Cuando llegamos a lo que yo creo es el establo, Tarik se baja del caballo y a mí me ayudan los mismos guardias a bajar.

—Gracias —sonrío abochornada y me apresuro a seguir a Tarik.

Entramos a palacio y este comienza a movernos por los pasillos.

—Antes de que comencemos a jugar, me gustaría que te quitaras lo que llevas puesto —al escucharlo me detengo desconcertada—. En verdad me gustaría jugar con la hermosa dama que vi anoche.

Llegamos a una habitación donde hay varios cojines y juegos. Tarik se instala en uno de ellos y tras aplaudir salen algunas chicas quienes me toman del antebrazo y me llevan a la habitación contigua.
Esta vez me bañan y me adornan entera. La tela del vestido es preciosa, pero me siento desnuda con él.
Cuando terminan regresamos a la habitación en donde está Tarik con un montón de aperitivos.
No me dirige ni una mirada y simplemente me hace un gesto para que tome asiento así que lo hago.

Desde aquí puedo ver el patio donde encuentro a mi hermano con Cadmus. Sin ninguna explicación comenzamos pero no le entiendo nada.

—Nunca creí que fueras tan mala —habla tras mi segundo intento fallido pero en su tono noto completa diversión—. Creo que sí estuviéramos apostando dinero, ya te hubiera dejado sin el. 

—Pues qué bueno que no lo estamos haciendo —murmuro molesta.

—Pero no te molestes —sonríe metiéndose una uva de una tonalidad perfecta a la boca—. Tu compañía aún así es magnífica, por lo general tengo que jugar solo con mi hermano y es molestoso ya que siempre me gana...como en muchas otras cosas. Es difícil vivir bajo la sombra de alguien perfecto.

En eso tiene algo de razón. Adio para mí madre es el hijo perfecto, en cambio yo, siempre parece que todo lo hago mal a sus ojos.

Mientras jugamos por momentos parece que le entiendo pero siempre termina ganándome.

—Ya me doy por vencida —refunfuño dejándome caer sobre el sillón.

—¿Mañana podrás venir? —pregunta desde los cojines.

—Trataré de escaparme de mi madre y todas mis obligaciones.

—Podría sugerírselo en la noche —se ofrece, pero la idea no me agrada.

—No, yo me encargo de eso.

—¿No se te complicará un poco el jugar cuando las chicas lleguen? —hace sonar una campana y en poco se llevan toda la comida.

—Creo que eso ya no será necesario —sonríe ampliamente.

Cuando nos informan que mi familia se ha ido, decido qué es momento de irme. Le logro dar alcance a Cadmus en el patio quien sin decir una palabra nos vamos.

Casada con el faraón. [J. R. 1]  ✔️Onde as histórias ganham vida. Descobre agora