Capítulo 80

24.7K 1.9K 187
                                    

Al día siguiente cuando busco a Thabit, no lo encuentro por ningún lado y al preguntarle a un guardia, este me dice que se ha ido en medio de la tormenta.

En los dos días que le siguen, me encargo de que Padme este a gusto, pero todo lo que intento no sirve de nada ya que no sale de su habitación en ningún momento.

Al tercer día voy a visitar a Todd y cuando mi barco se va acercando, me encuentro con Tau en el muelle con Todd en sus brazos.

—Bienvenida —me sonríe mientras deposita a Todd en los míos y le hace señas a un criado para que vaya por mi baúl—. ¿Cómo están las cosas por allá?

Mientras hacemos el camino hacia palacio, le platico lo que ha sucedido, pero me guardo lo que sucedió con Tarik desde que lo encontré esa noche llorando.

—Debemos de deshacernos de Tarik —Tau se rasca la barbilla mientras estoy sentada en el camastro y al escucharlo, le miro con atención—. Creí que lo ibas a matar en estos días.

—Primero debemos de deshacernos de Nea —le sostengo la mirada a Tau quien se ha parado frente a mi y parte del revoltijo que sea ha convertido últimamente mi mente en estos días, se aplica—. Además, sé que ha hecho muchas cosas malas, pero en verdad él lo lamenta y Nea tenía cierta influencia en eso.

—¿Estás diciendo que no lo matemos? —su gruñido no pasa desapercibido, y antes de hablar trato de pensar el mejor modo de hacerlo—. ¿Por qué? ¿Ahora lo amas?

—No —me apresuro a decir y me pongo de pie—. Lo único que te estoy diciendo, es que podemos ofrecerle otras opciones. Podemos darle a escoger. Nea será nuestra última muerte, al menos por mi parte. No quiero convertirme en los mismos monstruos que ellos.

—Él no va a aceptar esa alternativa —me mira con seriedad y cuando pongo una mano sobre su mejilla, su gesto se tranquiliza un poco—. Eres como un trofeo para él. Solo te ve como una conquista.

—Puede que él haya cambiado —busco sus ojos y veo preocupación y un poco de desesperación.

—No estamos completamente seguros. Puede que solo sea un engaño...

—Lo sé —suspiro más cansada que otra cosa, pero necesito hablar de esto—. Pero yo ya no quiero manchar más mis manos con sangre.

—Bien —suspira accediendo y me da un beso en la palma dándome escalofríos—. Sí eso te hace feliz y te deja tranquila, hazlo. Plantéale la propuesta, pero si ves que no va a aceptar, no tendremos otra alternativa.

No pude quedarme más de un día ya que la tormenta va a volver y esta vez con más fuerza.
Justo cuando entre en el puerto, vi a Tarik esperándome y corrí con suerte ya que nada más llegar al palacio, la tormenta azota.

Si hubiéramos mandando a Padme en barco, ahorita estaría atorada en la tormenta si no es que muerta.

Han pasado ya una semana desde que Padme está aquí, y la tormenta no ha disminuido.
Thabit apareció empapado una noche en mitad de mi habitación, sorprendiéndome.

—Descubrí algo —le digo mientras me alejo del balcón—. Nea se llevó a Padme, la robó.

—Los persas la están buscando —Thabit se sacude y deja un charco—. No creo que sospechen de nosotros, pero sólo será cuestión de tiempo de que lo hagan.

Casada con el faraón. [J. R. 1]  ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora