Capítulo 75

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Esto en verdad me está carcomiendo. Pensaba comentárselo a Tau, pero cuando fui a buscarlo ya no lo encontré con Todd.

Esto en verdad cambia las cosas. Demasiado para mi gusto, pero es verdad.
Al no ser Tarik hijo legítimo si en dado caso Tau muere, va a ser mucho más fácil poder sacarlo del trono.

Aunque ahora me da mucho que pensar, ya que si Tarik tiene casi la misma edad que Tau, y por lo que me dijo Tarik, Nea no fue amante de Amun, eso quiere decir que Nea buscó el modo de que Amun se hiciera responsable. Aunque dudo que haya aceptado rápidamente ya que amaba demasiado a Tisza.
Tau me había dicho que él sospechaba de Nea como responsable de la muerte de su madre, y si en verdad logro encontrar pistas que lleven hasta ella... todo va a ser mucho más fácil.
Aunque dudo que con la mente macabra que tiene Nea, probablamente no haya dejado nada suelto.

Creo que ya encontré mi nuevo pasatiempo favorito. En cuanto pueda moverme con mayor libertad y pueda estar al pendiente de Todd.
Aunque esto de ser madre es tan muevo para mí, lamentablemente no puedo pedir apoyo a ninguna figura materna en este reino.

A pesar de que hablé con Tarik y él sabía lo que pensaba de esa nueva construcción, esta se erigió.

Estaba paseando por mi alcoba con Todd en mis brazos cuando lo vi.
Las calles están en completo caos y entre ella se veían varios esclavos trabajando.

—¿Alteza? —una criada se me acerca y me hace un gesto con el que le entrego a Todd quien se ha dormido.

No aparto la vista del lugar y cuando aprieto la barandilla siento a Stet pasearse por mis piernas.

—Quiero que venga el jefe de la guardia, ahora —veo de reojo con colocan a Todd en unos almohadones y algunas de mis damas están algo nerviosas al ver la atención de Stet puesta en ellas—. No me importa si está ocupado, lo quiero aquí.

Una de ellas se va mientras las otras se mueven recogiendo el agua y agarrando las bandejas.
Cuando una se pone a soplarme, me deshago de ella con un simple gesto.

—Aquí está alteza —Thabit entra antes que la chica que se encuentra a sus espaldas, tratando de esconderse.

—Gracias, pueden retirarse.

Mientras cada una sale, le hago un gesto a Thabit para que se acerque.

—¿Sabías de esto? —el silencio me indica que solo estamos nosotros cuatro.

—Había escuchado los delirios que tenía —ninguno aparta la mirada del desastre que está sucediendo en las calles—, pero creí que habías logrado hacerlo entrar en razón.

—Pues al parecer no hizo efecto —aparto la vista y la centro en él—. Necesitamos hacerlo, y rápido.

—Todavía estoy buscando el indicado —Thabit se separa y camina hacia una pequeña mesa—. Además, no podemos actuar todavía, no con la muerte de Amun todavía siendo llorada.

—Se que tienes razón, pero hay mucha gente siendo golpeada y forzada allá abajo —señalo encima del balcón—. Mucha gente no va a sobrevivir.

—Se que no... ¡serpiente! —con un rápido movimiento desenvaina la espada y veo cómo separa la cabeza de la serpiente Aspid que se encuentra cerca de donde está Stet protegiendo a Todd.

No espero a que este muerta y tomo a Todd en mis brazos apretándolo.

—Esa serpiente no estaba ahí por casualidad —Thabit me mira con los ojos llenos de temor—. Las serpientes no están cerca de palacio... alguien la puso ahí.

—Debes apresurarte —me cuesta respirar un poco y cuando miro a Todd se encuentra dormido ajeno a lo que estuvo a punto de suceder.

—¿Qué piensas hacer respecto a... esto?

—No te preocupes por eso —retrocedo dispuesta a irme—. Tú solo encargarte de lo que te toca.

Casada con el faraón. [J. R. 1]  ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora