Capítulo 21

44.2K 3.6K 165
                                    

Cuando termina la cena y cada quien se va a su habitación, Tarik intenta venir detrás de mí pero Stet no lo dejo acercarse mucho a mi y esta es distancia suficiente para que llegue a mi habitación en donde me encierro con el felino y así poder cerrar a cal y canto la puerta.
Después de que Henutsen entrara por un corredor y me ayudara a prepararme para la cama, por fin puedo contemplar mi situación pero esto no dura mucho ya que ni bien han pasado unas horas y ya estoy saliendo por la ventana y caminando por la cornisa hacia la habitación de Tau.

Al llegar, el príncipe me está  esperando en el balcón y me ayuda a entrar.

—No pienso casarme con Tarik —es lo primero que digo cuando se cierran los ventanales—. Debemos hacer algo.

—Se que esto fue un plan de mi hermano para hacerme sentir miserable —Tau me toma de la mano impidiendo que me siga moviendo por toda la habitación—. Desde un principio en que te vi me había enamorado de ti y eso no podía permitirlo. Me estaba mintiendo a mí mismo respecto a mis sentimientos y al no poder guardar más mi pena, se lo conté.

—Si no me caso con tu hermano, tu padre me cuelga por mucho que mi familia sea de la nobleza con varios comerciantes a su disposición —suelto un pequeña risa nerviosa y siento mi respiración comenzar a alterarse—. Y si me caso con él yo me cuelgo. Interpretamos mal a tu padre, a él en verdad no le importaba con quien me casara, a él lo que le importa es adueñarse de todo lo que poseo. O bueno, poseía antes de que mi madre me hubiera desheredado.

—Hagamos algo —me toma de los hombros y me mira a los ojos—. Tendrás que ser su prometida y todo eso, pero no dejaré que te cases. Algo se me ocurrirá y evitare que suceda. Sé que esto no se te hará difícil, después de todo tú eras parte de su selección.

—No quiero estar con él, no después de lo que acabo de descubrir que hay bajo esa superficie...yo solo quiero estar a tu lado —susurro con los ojos comenzando a llenarse de lágrimas.

—También podemos vernos, podemos ser amantes —esto último lo susurra en mi oído  mandando una descarga de escalofríos.

—Entonces amantes seremos —susurro envolviendo mis brazos a su alrededor y a pesar del dolor, me siento segura.

Estoy segura que las cosas mejoraran, esta es la única esperanza que tengo en estos momentos cuando después de que mi vida pasara a ser un enorme caos.

Al empezar a ver que el cielo aclarecer, regreso por el mismo camino a mi habitación.

Nos habíamos quedado platicando sobre muchas historias sobre la familia real y tras escuchar relato tras relato, traición tras traición, no me extraña que Tarik lo haya hecho.

Al entrar a mis aposentos no encuentro a nadie así que simplemente me dejo caer en la comodidad de mis cojines y telas y caigo rendida.
El murmullo de voces me despierta y cuando abro los ojos me encuentro con Tarik.

—Que bien que ya despertaste, mi dulce y bella princesa —el telar que hay alrededor de mi cama está recogido.

Miro a mi alrededor y no encuentro a Stet.

—A Stet la están arreglando —sonríe cuando nuestras miradas se encuentran.

—¿Arreglando para qué?

—Para lo mismo que deberías de estar haciéndolo tu —se acerca lo suficiente para rozar con sus dedos mi mejilla—. El día de hoy debes de brillar.

Sin ninguna otra palabra se va y cuando salgo de la cama toda temblorosa me encuentro con Henutsen.

—Necesito que encuentres a Zaybe lo más rápido posible —Henutsen asiente y tras mandar a Fraya comienza a vestirme.

Casada con el faraón. [J. R. 1]  ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora