Casada con el faraón. [J. R. 1] ✔️

Capítulo 81

No sé cuánto tiempo estoy ahí sentada y sé que ya es tarde por la posición del sol.

—¿Zaya? —al escuchar mi nombre levanto la vista y me encuentro con Tarik—. Oh cariño, ¿qué es lo que...?

—No te acerques a mí —la voz me tiembla y nuevas lágrimas salen mientras me alejo de Tarik cuando intenta acercarse.

—¿Qué es lo que sucede? En verdad no entiendo nada.

—Tú... tú intentaste envenenarme también —trago duro mientras las lágrimas corren—. Me querías matar.

—No, eso no es cierto —se apresura pero retrocedo con cada paso que da—. Por favor, déjame explicarte.

—Creí que ya estábamos logrando llevarnos bien —un sollozo se me escapa y cuando se acerca más, ya no tengo a donde escapar.

—Y así es —cuando me toma por los hombros intento quitarme pero no me deja—. Estaba muy enojado con mi madre y la verdad no pensaba racionalmente cuando lo hice. En verdad me importas. Tanto tú como Todd. Por eso cuando vi que ibas a tomarla, te detuve.

—No sé que creer —mi pecho duele y no entiendo porque.

Planeaba hacer lo mismo si él no aceptaba, pero yo no lo quería muerto.

—Por favor, sólo fue un pequeño error —veo como sus ojos comienzan a aguarse y parte de mis lágrimas se detienen—. En verdad lo lamento.

Cuando sus brazos me envuelven y los sollozos lo sacuden, no puedo evitar quedarme completamente quieta.

—Prométeme que nunca me dejarás —susurra contra mi piel.

—Sí —murmuro con la voz entrecortada—, lo prometo.

—En verdad lo lamento —siento como deposita un beso cerca de mi cuello—. No quería verte muerta. Daría mi vida por ti y por Todd. Por favor... tienes que creerme.

Simplemente asiento pero desde este momento me doy cuenta que debo de andarme con más cuidado.

—Ahora, será mejor que nos vayamos a dormir no sin antes pasar a buscar un poco de comida para ti —cuando se separa me sonríe tranquilamente—. En verdad ya es tarde y nosotros necesitamos descansar. Mañana por la mañana enterraremos a mi madre en cuanto la familia llegue.

—¿Los invitaste? Creí que iba a ser algo pequeño. Ya sabes...

—Vamos —simplemente sonríe—. Debes de estar cansada.

Y con el corazón a mil por hora, me dejo llevar por Tarik.

🏺

El barco llega a medio día. Me encuentro en el muelle bajo mi parasol de plumas mientras veo a la familia real de Narah bajar.

—Me temo que solo hemos venido nosotros —me sonríe con lástima el primo de la familia quien viene acompañado de su esposa.

Por detrás de ellos está Tau con Todd y una criada. No veo al abuelo y la verdad no lo pensaba encontrar por aquí. De hecho no pensaba ver a ninguno de ellos por aquí. Nea no era muy querida por ninguno de ellos.

Tarik saluda a Narah y cuando ve a Todd al lado de Tau, veo cómo se acerca a ellos rápidamente y toma al bebé.

La criada se hace a un lado en una pequeña inclinación y cuando Tarik se aleja con Todd en brazos, veo a Tau intentar esconder sus sentimientos.

—Mira quién llego —se acerca a mí con una sonrisa y cuando está lo suficientemente cerca, me pasa a Todd quien se remueve—. Se ve hermoso. Igual que tú.

Con una pequeña sonrisa acaricio la mejilla de Todd sin hacerle mucho caso a Tarik.

—Encárgate de ellos —murmuro dándome la vuelta aún con la vista en Todd—. Si me necesitas, estaré en mi habitación.

Sin que yo me de la vuelta, sé que la criada viene detrás de mí, pero no viene quien yo quiero.

Tau se queda al lado de Narah viéndome partir.