118. Deben Serlo

465 54 42
                                    

El interminable viento se cuela por los conductos de ventilación sacudiendo las esclusas mal encajadas y consiguiendo arrancar algunos de los paneles más sueltos de la asentada nave de Arcadia.

Todo el mundo se ha refugiado en sus habitaciones o en los salones comunes, en la enfermería todo permanece más que tranquilo por el momento aunque algunos de las destartalados focos fallan a causa de la tormenta.

Jackson que vigila las constantes de uno de los huéspedes terrestres ajusta el gotero cuando un ruido proveniente de la pequeña sala contigua y que se supone vacía llama su atención. Desconcertado se acerca a la puerta con cautela y al asomarse a ella, ve a Thelonious Jaha aún con la bata de la enfermería subido sobre unas cajas y un estante tratando de alcanzar una caja de lo más alto de la estantería.

Sus dedos resbalan por su superficie cuando trata de mover la pesada caja y sus pies flojean intentando puntillar sobre las metálicas cajas reforzadas del suelo. Jackson que no entiende que está haciendo allí, ladea la cabeza viendo las intensas y blancas luces parpadear intermitentemente al tiempo que los conductos aúllan.

—¿Qué haces ahí subido? —pregunta Jackson de pronto viendo a Jaha jalar con la mano de la caja que cayó con fuerza contra el suelo abriéndose y las pulseras de los cien chicos que fueron enviados a la Tierra se desperdigaron por el suelo.

Jaha que no lo esperaba se volvió a mirarle pillado en falta y dirigió su mirada al suelo viendo el estropicio que había causado.

Jackson que se acercó rápidamente a él le tendió la mano y colocando la mano sobre él le ayudó a volver al suelo.

—Tienes un golpe bastante fuerte en la cabeza, si Abby se entera de que has estado merodeando aquí...

—Sólo intentaba recuperar una cosa que deje entre mis cosas, me ha parecido verla allí —dijo Jaha quedamente fijándose bien en él. Necesitaba recolectar las pulseras, todas esas pulseras—. Solo eso...

—Ya, bueno ahí solo hay viejos suministros médicos y algunos que sobraron de las cosas de los chicos cuando llegamos. Tus cosas deben estar en el almacén con las otras.

—Miraré después —dijo Jaha con un gesto antes de volverse hacia la sala y agacharse para meter las pulseras en la caja—. Deja que recoja este estropicio, no quiero que nadie tropiece al entrar aquí.

Jackson que se dispuso a acercarse para pararse escuchó un quejido ahogado a lo lejos y volvió la cabeza hacia el pasillo.

—He de volver con los heridos, en cuánto termines aquí métete de nuevo en la cama no quiero tener problemas con Abby porque se te zafen los puntos.

—Eso haré —prometió el ex Canciller al mirar al chico—. Vete tranquilo...

Jackson que se marchó por el pasillo para atender a los heridos le dejó a solas en la habitación.

—¿Estás segura de que esto es lo que necesitamos?

A.L.I.E que está de pie vestida completamente de rojo le observa fijamente junto a la puerta.

—Esas pulseras podrían ser la forma de desconectar sus mentes de mi. Deben ser destruídas todas...

Jaha que la contempló fijamente mientras seguía metiendo las pulseras en la caja asumió como cierto lo que ella decía.

—Bien, las destruiremos todas.

A.L.I.E se sonrió para si asintiendo imperceptiblemente complacida.

Continuara...

Asumámoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 1. (#TheWrites)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora