27. Banquetes

720 72 76
                                    


Amanece y Polis, capital del pueblo trikru y de la Coalición de los Trece Clanes está de celebración. No todos los días se alcanza la paz entre los pueblos, y no todos los días una Comandante de la Sangre contrae unión, mucho menos con un miembro de la realeza.

Las calles abarrotadas rebosan movimiento alrededor de la más alta Torre, joya que corona la ciudad. El sonido de tambores y la música tradicional que se esparce por cada recoveco de la urbe, contribuyen a hacer de la celebración todo un memorable espectáculo.

Grandes abalorios ornamentales y largos listones de colores engalanan cada lugar, puesto y rincón. Una misera muestra de la generosidad de los clanes para con su Comandante. La deliciosa pero cargante mezcla de olores que vician el aire hacen dilucidar las exquisiteces que traerá el banquete.

Todos los clanes se han afanado en ayudar a prepararlos ya que durará varios días hasta que finalicen las celebraciones. Octavia que camina entre el gentío junto a Lincoln, cuya orden de muerte al fin ha sido al fin revocada nunca antes había presenciado nada igual.

—No se puede decir que no sepáis organizar fiestas —comentó ella viendo como entre un par de hombres colocaban una pesada tabla sobre algunos caballetes aprovechando el espacio entre las otras mesas y algunas mujeres acercaban ornamentos honorificos azules y blancos de su clan Floudounkru para engalanarla.

Lincoln que aún caminaba con cierto recelo a pesar de contar con la concesión de la Comandante se afano en no sobresaltarse al escuchar a un lado como con un hacha golpeaban un par de grandes maderos para colgar de ellos algunos enormes venados.

Octavia que se fijó en él acercó la mano a su rostro mirandole con cierto confort.

—Eh, eh tranquilo —dijo apaciguando su ansia—. Lexa decretó que podías volver, no tenemos de qué preocuparnos. Tienes su permiso.

—Lo se —respondió Lincoln sin poder evitar mantenerse algo preocupado, habían sido meses de alerta constante.

Octavia se inclinó y atrapó sus labios en un beso antes de sujetar su rostro para verle a los ojos.

—Esto es una celebración, un acontecimiento único que ver en la vida, tú mismo lo dijiste. Vamos a disfrutar de esto, a pasárnoslo bien. Ahora todos somos un mismo pueblo y se que es difícil olvidar viejos rencores y prejuicios pero debemos esforzarnos todos en hacerlo. Prométeme que intentarás relajarte y pasarlo bien.

Lincoln que realmente quería hacerlo, confiar en esa nueva cordialidad que al parecer todos desprendían lo meditó unos momentos.

—Te lo prometo —dijo asintiendo imperceptiblemente.

Octavia que sonrió se puso de puntillas besándole de nuevo antes de devolver la mirada a la fiesta con entusiasmo. Nunca había tenido oportunidad de estar entre tanta gente junta, la excitación del momento y la emoción la embargaban. En el Arca las uniones eran simples formalidades, allí eran todo un acontecimiento y era precisamente por ello que Kane había insistido en que todos apreciaran el hecho de ser invitados al banquete y asistiesen. Sería una grosería el perdérselo.

Raven que caminaba un par de pasos tras ellos junto con Kyle no pudo evitar arrugar un poco el ceño. Algunos olores la estaban asqueando mientras que otros despertaban extrañas sensaciones en ella.

—Eh, Lincoln me preguntó si habrá strippers en la despedida de soltero del príncipe —quiso bromear Kyle llevándose una miradita de Raven.

Octavia que se volvió al oírle conteniendo una sonrisa, vio como Lincoln fruncía el ceño sin entender en que consistía la broma.

Asumámoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 1. (#TheWrites)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora