75. Un Reino

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Bellamy que permanece sentado en uno de los solitarios pasillos de la Torre tiene la cabeza apoyada hacia atrás contra la pared. Ha visto ascender la luna por el cielo a través de una de las ventanas y ahora es solo su luz lo que se refleja en el suelo.

Ni siquiera se inmutó cuando unos pesados y lentos pasos llegaron a él y alguien tendió una copa de vino para que la tomase.

—Wanheda, no es una persona fácil de tratar, ¿no? —comentó sugerente Roan antes de llevarse la suya a los labios bebiendo un poco.

Bellamy que le escuchó elevó la mirada exasperada clavándola en él.

—Su nombre es Clarke, no Wanheda.

Roan que le contempló largamente terminó sonriendo para si.

—He de reconocer que la gente del cielo tiene muchas agallas dirigiéndose a mi de esa forma.

Bellamy que le sostuvo la mirada no estaba para esa clase de juegos, no hoy. Le daba igual que Roan fuese el Príncipe de Polis, el Canciller de la Tierra o la mismísima Heda. No iba a permitirle una sola mofa sobre ella.

—Tiene buena mano para esto —dijo Roan fijándose en el golpe de su mejilla antes de dejarse caer a su lado en el suelo tomándose también la copa de él.

—Estás ebrio —masculló Bellamy desviando ahora la mirada a la pared de nuevo.

—¿No lo estarías tú viéndote obligado a renunciar a un reino? —preguntó Roan apoyando la copa del suelo.

Bellamy volvió la cabeza al oírle quedándose mirándole.

—Dudo que la reina Nia este pensando en cedertelo.

—¿Mi madre? —alzando una ceja ligeramente al escucharle—. Preferiría reducir la Nación del Hielo a cenizas antes de entregarmela. No hablo de ella.

—¿Lexa te obliga a renunciar a Azgeda por ella? —preguntó él algo confuso.

—No por ella, por Eilan —repuso Roan con un gesto aclarándole quién era—. Mi hijo.

—¿Tú tienes un hijo? —desconcertado ya que desconocía en que momento había ocurrido todo aquello—. Vaya, eso si que no lo esperaba.

—Ontari ha ido a por él —dijo Roan algo abotargado pasándose la mano por la nuca—. Me desvela que no vuelva.

—Debería desvelarte más que lo haga —contestó Bellamy sin más mirándole—. Lidiar con Lexa es una cosa, ¿pero lidiar con ella? Eso es otro tema.

Roan que se le quedo mirando largamente terminó sonriéndose para si.

—Lo que yo decía, muchas agallas para ello.

—Al contrario que tú yo no debo rendir cuentas a nadie en este momento —suspiró Bellamy sin poder evitar cerrar los ojos apoyando de nuevo la cabeza de la pared.

—¿Tan grave es lo que has hecho que te obliga a renunciar a la esperanza de tenerla?

Bellamy que no tardó mucho en pensarlo acabó asintiendo.

—Entonces, estás mucho más jodido que yo —admitió Roan teniendo que dejar escapar una áspera risotada—. Mujeres, que fácil sería el mundo sin ellas...

Continuara...

Asumámoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 1. (#TheWrites)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora