58. Ahora y Siempre

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Monty que entró en su habitación cerro la puerta con un fuerte portazo y se precipitó contra la mesa destrozando todo lo que encontró en ella hasta que estuvo todo tirado por el suelo.

Luego respiro hondo intentando contener las lágrimas que le abrumaban. ¿Cómo había podido Jasper hacer una cosa tan ruin? ¿¿Cómo?? Raven era amiga suya, era familia y uno no traiciona a la familia de ese modo.

—No me digas que sufres por ella —murmuró la voz de Jasper a sus espaldas asomando a la puerta del baño.

Monty que se giro de inmediato nada más escucharle se tensó viéndole de pie ante ella.

—¿Qué has hecho Jasper? —no pudo evitar preguntar él impresionado al ver en su mano aún el cuchillo cubierto de sangre.

—Solo lo que era necesario para demostrar que no me equivocaba con ella —murmuró convencido Jasper sin apartar sus ojos de su mejor amigo.

Monty que se le quedó viendo miro de reojo la puerta que daba al pasillo y creyó que siendo lo suficientemente rápido a lo mejor podía salir por ella.

—Ni lo sueñes, Monty —dijo Jasper advirtiendo sus intenciones con una vaga sonrisa en el rostro—. No llegarías a tiempo de abrir esa puerta.

Monty que se tensó al escucharle se quedó viendo su arma que estaba sobre el estante a medio metro de Jasper.

—Tampoco tendrías tiempo de cogerla —sugirió Jasper enfrentando sus ojos con fijación.

—Jasper...

—¿Sabes qué me he preguntado mucho últimamente? ¿Por qué a mi? ¿Por qué de todas las personas que merecían sufrir mi mejor amigo eligió que fuese yo quien lo hiciese?

Monty que dio un quedo paso hacia él levantó las manos intentando que se calmase.

—Jasper, por favor escuchame...

—No, basta de escuchar —se dijo Jasper negando con la cabeza—. Basta de fingir que te importo algo, basta de esta mierda.

Jasper que ladeo ligeramente la cabeza elevó la mano mostrandole el cuchillo.

—La única forma de honrar a los muertos es acabando con sus verdugos. La venganza, es lo único con sentido que el Pueblo Arbóreo me ha enseñado en todo este tiempo. La sangre tendrá sangre.

Monty que dilucido en sus ojos la determinación de que iba a hacerlo, palideció sin tener tiempo alguno antes de sentir como Jasper se abalanzaba contra él. Monty sintió el duro suelo golpear su cabeza y la mano de Jasper alzarse por encima de la suya dispuesto a enterrar el cuchillo en su pecho.

Monty le agarró con todas sus fuerzas la mano para impedírselo y forcejeo con él.

—¡No! —masculló Monty sintiendo el dolor en su mano que resbalaba sobre su muñeca en el intento.

Jasper que aprovechó eso le golpeo en el rostro con la mano libre y le agarro de nuevo con la camisa pegándole bruscamente contra el suelo.

—¡Esto es por Maya! —gritó viéndole aturdido por el golpe alzando ahora las dos manos hasta la empuñadura del cuchillo disponiéndose a bajarlo con fuerza.

Monty que se protegió con las manos cerro los ojos esperando sentir el punzante dolor cuando el sonido de disparos le sobresaltó con fuerza. Al abrir los ojos vio como Jasper se sobrecogía y bajaba sus ojos hasta su cuerpo viendo como su pecho, su brazo y su abdomen sangraban por los tres impactos de bala que había recibido inesperadamente.

Los ojos de Monty se abrieron con fuerza y el cuchillo de Jasper resbaló de su mano hasta caer al suelo junto a él mientras Monty miraba rápidamente hacia la puerta asustado encontrando a Harper de pie aún con su arma entre las manos tan conmocionada como ellos.

Jasper que sintió un cada vez más lejano dolor trató de elevar su mirada notando como de su boca resbalaba sangre y la encontró temblando frente a él con las manos sobre el arma. Harper le había disparado, Harper lo había hecho.

Jasper cayó hacia atrás quedando tendido en el suelo mientras la maldecía con su último aliento.

Monty que se arrastro bajo él para sacárselo de encima retrocedió hasta la pared terriblemente impactado. Su mejor amigo, su hermano iba a matarle y ahora yacía muerto en el suelo.

Las lágrimas resbalaron por su pasmado rostro en silencio mientras que Harper fue incapaz de moverse aún de pie en la puerta.

—Iba...iba a hacerte daño —murmuró ella lentamente pareciendo querer convencerse más a si misma que a él por la conmoción—. He tenido que hacerlo... Él iba a hacerte daño...he tenido que hacerlo...

Nunca había matado a nadie a quién ella quisiese o apreciase, no era así como funcionaban las cosas en Arcadia y ahora iba a tener que vivir con ello.

Ahora...

Y siempre...

Continuara... 

Asumámoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 1. (#TheWrites)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora