40. Prueba

570 71 36
                                    


Bellamy que está asomado a la terraza de las privadas estancias de Clarke, ve como Titus está sobre la explanada de Tierra bajo la torre junto con varios niños a los que parece adoctrinar severamente. Mientras los niños forman parejas y luchan fieramente entre ellos como experimentados guerreros Bellamy ve como Titus pasea entre ellos con las manos a la espalda lanzando ordenes a unos y a otros que obedientemente intercambian movimientos a deseos suyos.

El sonido de las puertas al abrirse hace que Titus haga un movimiento brusco con la mano y todos se detengan de inmediato.

Bellamy no sabe ni entiende qué pasa hasta que ve a Ontari salir a la explanada escoltada por tres guerreros que no parecen tener intención de separarse de ella.

Bellamy trata de oir algo de lo que dicen pero está demasiado lejos para hacerlo. Ve cómo Titus se adelanta alejándose de los niños que alineados esperan nuevas ordenes y se acerca solamente a ella. Titus hace una señal con la mano cómo explicándole algo hacia la derecha de la explanada y luego hacia la izquierda. Bellamy frunce el ceño tratando de entender que significa antes de verla moverse con los guardias a lo lejos.

Titus que se queda unos instantes en silencio se vuelve hacia los niños y profiere algunas palabras en trigedasleng que ellos acatan enseguida. Todos se inclinan respetuosamente ante él y colocándose en fila abandonan el patio uno a uno entrando nuevamente a la Torre.

Titus que espera pacientemente a que se retiren dirige sus ojos hacia Ontari a lo lejos.

Clarke que entra en la habitación en ese momento cierra tras de si antes de encaminarse a la terraza viéndole apoyado en ella.

—¿Qué pasa? —pregunta ella colocándose junto a él encontrando con la mirada a la única natblida de la Nación del Hielo siendo escoltada por los tres guardias.

—No lo se —murmuró Bellamy fijándose en qué los cuatro avanzaban y luego se detenían a metros de donde antes se encontraban los niños entrenando.

Clarke que vio a Titus dar unos pasos hacia ellos y detenerse a una prudente distancia, supo enseguida lo que era.

Ontari que se le quedó mirando de lo más serena sintió la inquietud en los guerreros que la rodeaban. Titus aguardó contemplando a los cuatro en silencio, antes de hacer un movimiento con la mano aprobando el comienzo.

Los tres hombres se volvieron hacia Ontari dispuestos pero ella fue mucho más rápida y fiera que ellos. El primero de ellos, el más alto de los guerreros desenvaino su espada al tiempo que Ontari se precipitaba hacia él golpeando con su pierna la empuñadura de su arma que saltó de su mano elevándose con fuerza, Ontari se agachó rápidamente antes de dibujar un semicirculo con su pierna golpeando la suya por atrás a ras de suelo haciendo caer de rodillas al guerrero que antes de que pudiese actuar, vio como ella se alzaba tomando al mismo tiempo la espada que caía y con un seco movimiento cortándole el cuello.

Los otros dos guerreros se miraron entre ellos viendo como su compañero se llevaba las manos al cuello tratando de contener la sangre antes de caer muertos y se lanzaron juntos a por ella.

Ontari golpeo la cara de uno de ellos con la empuñadura de la espada rompiéndole la nariz antes de girarse rápidamente y con un movimiento clavar la hoja en el interior del pecho del otro guerrero sacándola fieramente y clavándola con fuerza bajo el cuello del tercero cuya cabeza salió rodando por encima del suelo.

Titus se tensó ante eso y Ontari con las ropas y el rostro manchados de sangre se irguió con seguridad lanzando la espada bruscamente al suelo.

Bellamy que abrió mucho los ojos miro a Clarke a su lado que se vio incapaz de apartar sus ojos examinando cada uno de sus movimientos.

—Por eso no quería a los niños cerca, para que no viesen eso —dijo Bellamy como dándose cuenta de porque era.

—No, no es por eso.

Bellamy que miró confuso a Clarke la interrogó con la mirada.

—No quería que Ontari viese de lo capaces que son ellos. Ha sido todo una prueba.

—Una estúpida prueba —dijo Bellamy entonces al volver la mirada hacia abajo de nuevo.

—Solo para los que han muerto —dijo Clarke apartándose de la terraza para no seguir viendo.

Bellamy que estuvo de acuerdo en ello seguía sin comprender la forma de actuar de aquellos pueblos. No les importaba perder la vida, arriesgarla con tal de convertirse en implacables guerreros. Con tal de demostrar lo dignos que podían ser para sus clanes, para sus pueblos.

La descompuesta cara de Titus al haber sido testigo de ello demostraba que el tampoco esperaba que ocurriese eso. Había querido poner a prueba a Ontari, ver que clase de entrenamiento había tenido dentro de la Nación del Hielo, creyéndola mucho más inferior de lo que sus natblidas eran.

Se equivocó completamente con ello.

Completamente.

Continuara...

Asumámoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 1. (#TheWrites)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora