17. Se Lo Que Te Pasa

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Sentada en su mesa de trabajo Raven ignora el revuelo formado por la intrusión en el campamento de la Comandante y su séquito de guerreros. Todo el mundo parece nervioso e inquieto ante su sola presencia y no paran de entrar y salir del arsenal a varios metros de donde se encuentra ella. No hay peligro inminente pero todos quieren estar al día por si hay un ataque de Azgeda o un ataque por parte de los hombres de la Comandante.

Ahora mismo a ella eso no le importa.

Raven tiene los ojos cerrados y los codos apoyados sobre la mesa mientras se sujeta la cabeza apoyada de sus manos. Esa sensación nauseabunda ha vuelto nuevamente y el olor que desprende la grasa del metal de las herramientas y las piezas desechables sabe que son el motivo.

Al principió creyó que era algo que comía lo que estaba sentándole de esa forma pero a medida que pasaban los días y especialmente por las mañanas esa sensación no la abandonaba.

El estrés por todo lo ocurrido, el constante ir y venir bien podrían haberla afectado también o eso quiso creer ella cuando comenzó a sospechar la verdad. No obstante, no había que ser médico o en su caso ingeniero para darse cuenta de lo que realmente pasaba.

Las camisetas que había conservado durante la primera etapa en la Tierra ahora la apretaban, la oprimían de tal forma que la incomodidad se hacia patente con cada movimiento. Más de una mirada y de dos había recibido en el abundante escote por más de uno de sus compañeros y aunque solía utilizar chaquetas las costuras apenas ya le cerraban.

Su volumen había aumentado ligeramente obligándola a ceder sus pantalones y cambiarlos por otros con la excusa de haberse vuelto incómodos para ella. La sensación de estar constantemente agotada era lo que peor llevaba, sobretodo por las mañanas cuando el día amanecía y ella solo quería quedarse en la cama.

Últimamente el dolor no es que le concediese mucha tregua a la hora de dormir, lógico por otra parte dado que no había hecho más que forzar la pierna y con ello la cadera en si. Gina le había llevado algo de café recién hecho y su solo olor mezclado con el de la grasa del taller la habían querido hacer vomitar.

—Vale, sé que no quieres verme y sé lo que esta pasando Raven —escuchó decir de pronto abriendo los ojos y apartándose las manos de la cara viendo de pie a Kyle Wicks allí—. No soy ningún estúpido, ¿sabes?

Raven que palideció ligeramente se le quedo mirando algo inquieta por la inesperada sorpresa.

—¿De qué hablas?

Kyle que se apoyó contra la métalica mesa sin importarle la radio o las piezas que por allí habían, medio sonrió genuinamente.

—Yo también odio esto. Ni siquiera deberían estar aquí despues de lo que nos hicieron —sentenció él tratando de sonar cómplice.

Raven que volvió a respirar nada más oírle dándose cuenta de que no sabía nada, apartó la mirada forzándose a volver a tratar de reparar las radios.

—Me has pillado —dijo escuetamente evadiendo su mirada.

—Mira a riesgo de sonar arrogante estoy más que seguro de que no llegaremos a un acuerdo con ellos y que en unas horas se marcharán, Abby tendría que estar loca para confiar de nuevo en ella.

Raven que trató de centrarse un poco en focalizar toda su atención en el estropeado aparato movió ligeramente la cabeza sintiendo ese malestar envolverla. El tono de Kyle tampoco es que ayudase.

—¿Querías algo más? —preguntó ella terminante antes de atreverse a mirarle—. Tengo trabajo.

Kyle que no esperaba para nada esa reacción tan solo quería ser amable con ella, aunque al parecer acercarse había sido un completo error.

—No, nada más —contestó él llevándose torpemente la mano a la nuca algo incomodo por las circunstancias—. Aunque si necesitas ayuda con eso...

—Se arreglarmelas sola —repuso ella más bruscamente de lo que en realidad pretendía.

Kyle que se levantó apartándose de la mesa tan solo dió media vuelta disponiéndose a irse.

—Si, eso lo has dejado muy claro —farfulló por lo bajo alejándose de ella.

Raven que sintió una punzada en el estomago se sintió mal por ocultarle algo así pero no estaba preparada para mantener esa clase de conversación ni con él ni con nadie. Octavia había sido una excepción y le había prometido no contar nada. Raven no era precisamente famosa por divulgar sus sentimientos. Esa parte de ella había muerto con Finn.

Sus ojos se nublaron ligeramente al recordarlo y se forzó a alejarlo. ¿Qué pensaría él si pudiese verla ahora? ¿Qué pensaría sobre la clase de persona en la que las circunstancias la habían convertido?

¿Podría aún sentirse orgulloso de ella?

Sintió una pesada lágrima caer sobre su mejilla y luego otra manchar su piel. Raven sorbió ligeramente y se llevo la manga de la chaqueta a la cara secandolas en ella con disimulo. Respiró profundamente obligándose a calmarse pero en cuanto ese olor penetro de nuevo en su nariz, no pudo soportarlo ni un segundo más. Y agarrando uno de los recipientes que utilizaba para almacenar tuercas y tornillos vomitó bruscamente en su interior teniendo que apartarse un poco de la silla.

Bellamy que cumplía ordenes de Kane se disponía a ver cómo iba la reparación de las telecomunicaciones cuando nada más entrar la vió temblar así.

—¿Raven? —preguntó con preocupación acercándose con rapidez a ella.

Raven que apoyo el recipiente de la mesa se aferró a ella con la mano comenzando a llorar embargada por una extraña emocion. No sabía cómo pero era incapaz de parar en ese momento.

—Dame sólo un momento —pidió a Bellamy intentando dejar de llorar tremendamente afectada.

Esto estaba siendo demasiado para ella, todo esto la estaba llevando a un punto del que pronto no podría volver. Ella sólo quería volver a estar bien, ser la misma de antes. Las cosas cambiarían en cuanto lo anunciara, la gente la miraría de otra forma. Nada volvería a ser lo mismo para ella. No, no podía permitirselo. No cuando aguardaban cosas más importantes como un ataque por parte de Azgeda, necesitaba estar al cien por cien.

Necesitaba ser la gran ayuda, tal como siempre había sido antes.

Ella no era una guerrera como Octavia y tampoco tenía dotes de liderazgo como Clarke. No era extremadamente buena con las armas como Bellamy ni sabía salvar vidas como Abigail, pero si había algo en lo que realmente era buena era en esto. Era ingeniera, era inteligente, metódica y calculadora. Era astuta, valiente y avispada. Podía reparar prácticamente cualquier cosa en la mitad de tiempo que lo haría cualquier otro mecánico, cualquiera.

Y no es que hubiesen muchos así.

Sinclair en contadas ocasiones había expresado cuanto orgullo sentía por ella y su reconocimiento le había llevado a esforzarse aún más por ser la mejor. Si descubría que no podía seguir haciendo ese trabajo, la apartaría por su "bien" y quedarse fuera de juego sería inaceptable para ella.

—Claro —musitó Bellamy al verla tan afectada de esa forma apartándose un poco para permitir que se calmase. Era evidente que la muerte de Finn seguía resultando algo muy duro para ella, era comprensible que la visita de Lexa hubiera removido todos esos sentimientos.

Simplemente aguardaría.

Aguardaría y cuando todo se calmase, olvidarían que una vez estuvieron tan y tan cerca como para no tener necesidad de hablar nada.

Aguardaría y esperaría el momento propició para hablar con ella, porque ante todo Raven era su amiga, una buena amiga y si de algo podía presumir él era de poder estar ahí para sus amigos siempre que le habían necesitado.

Aguardaría...

Continuara...

Asumámoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 1. (#TheWrites)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora