Asumámoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 1. (#TheWrites)

21. ¿Por Qué No?

Abigail que había sido llamada entró rápidamente en la habitación de Raven. Ella estaba de pie junto a la mesa apoyada en ella, la cara contraída por el dolor aunque evitando quejarse demasiado con la mano sujeta a la cadera. Kyle que estaba con ella insistía que fuese a la enfermería con preocupación. Por su parte, Monty que estaba a un lado volvía a excusar a Jasper una vez más intentando que entendiesen que estaba mal tras la muerte de Maya.

—Oh dios Raven —dijo Abby entrando vertiginosamente por la puerta para verla.

—¿Habéis llamado a Abby? —les acusó Raven molesta dándoles una mirada a los dos.

—¿Qué es lo qué ha pasado? —preguntó Abby acercándose a ella de inmediato viendo el dolor contraer su cara.

Raven se esforzó por disimular la dolorosa sensación de dolor que sentía a causa de la caída y trató de apartarse de ella.

—Estoy bien, solo ha sido una tonta caída —repitió Raven insistiendo en que la dejaran en paz.

—No, no ha sido una tonta caída. Jasper te ha dado un buen golpe deja que Abby te vea —replicó Kyle reprimiendo la rabia.

—Estoy seguro de que Jasper lamenta lo que ha hecho, cuando se calmé... —persistió Monty nerviosamente al verla así.

—Monty, eso no ayuda —le increpó Kyle dándole una mirada para que dejase de nombrar a Jasper.

—Os repito que estoy bien, no duele nada —dijo Raven de nuevo apartándose para que Abby no la tocase.

—¿Esto lo ha provocado Jasper? —dijo Abby incrédula acercándose con preocupación poniendo las manos sobre su cadera para poder levantarle la blusa y poderla examinar bien.

Raven que se apartó tan bruscamente que se le escapó un gemido de dolor haciendo que se quejase, paró su mano al instante antes de que pudiese tocarla.

—Raven, ¿por qué no quieres que te examine? —preguntó Abigail sin comprender quedándosela viendo con preocupación. Raven no es que fuese muy cooperadora cuando se trataba de su pierna pero normalmente le permitía examinarla.

Abigail que acercó sus manos disponiéndose a levantar un poco su camisa tirando suavemente de su pantalón hacia abajo a la altura de la cadera se fijo en el incipiente volumen que había adquirido su barriga y alzó los ojos para encontrar su mirada desconcertada e interrogante. Ese era el motivo por el que no quería que la examinará, ahora estaba más que claro.

Monty y Kyle que se quedaron mirándolas enmudecieron al darse cuenta de que era lo que pasaba y Raven apartó la mirada bajándose rápidamente la camiseta.

—Raven, ¿por qué no has dicho nada? —preguntó Abby mirándola algo chocada.

—Estás embarazada —murmuró Kyle con asombro algo petrificado por la situación. Monty que dio un paso atrás dirigió una mirada a Raven impactado.

Hacía tantísimo tiempo que no escuchaba que nadie del Arca lo estuviese que esa fue la única razón que no se le pasó por la cabeza.

—Vale, vamos a tranquilizarnos todos —dijo Abby tan impresionada como ellos, haciéndoles un gesto—. Kyle, Monty, ¿por qué no esperáis fuera y me dejáis a solas con ella? La examinaré y comprobaré que todo marche como debe.

Monty que ni lo dudó se dispusó a salir por la puerta mientras que Kyle no podía apartar la mirada de la incipiente tripa de Raven al tiempo que sus ojos encontraban los suyos con la clara dececpción en la mirada, ella sabía eso y se lo ocultó. No podía creer que hubiese actuado así y le hubiese apartado de esa manera.

Raven que notó esa mirada atravesarla sintió una punzada de dolor y culpabilidad en su interior que la obligó a bajar la mirada. Quizás debió decírselo antes y no que se enterase de esa manera.

—Vamos, Raven ven —dijo Abby tomándola por el brazo para ayudarla a llegar hasta la cama, escuchando la puerta cerrarse tras de Kyle al salir de la habitación.

Los ojos de Abby se posaron en ella que era como otra hija más para ella y suspiró con indulgencia dibujando una pequeña y triste sonrisa.

—Un bebé no es lo peor que podría pasar en este momento —repuso ella como si estuviese leyendo sus pensamientos—. No tengas miedo, nos adaptaremos.

Raven que alzo la mirada al oírla se la quedo viendo a los ojos con esperanzas puestas en el punto de mira, conmovida por no recibir duras críticas por su decisión.

Continuara...