28. ¿Si Quiero?

861 74 237
                                    


Marcus Kane que se acercó a probar un poco de la enorme pieza de carne sazonada que estaba servida junto a bandejas de frutas y verduras cocinadas en deliciosas especias se llevó un pedacito a la boca y lo saboreó minuciosamente antes de sonreírse ligeramente y mirar de reojo a Abby que hacía lo mismo.

—Está bueno, ¿eh? —viendo como a ella también parecía gustarle—. Podría acostumbrarme a esto.

La Canciller sonrió y tomo un pedacito más viéndole servirse algo de malta fermentada y aguamiel probándolo.

—Estoy segura —medio sonrió Abigail la cual bien podría adaptarse de igual forma. Fijándose luego en Clarke a lo lejos con cierta responsabilidad.

—Le irá muy bien —le aseguró Kane al adivinar su preocupación, viendo a Titus y a otros embajadores acercarse para intercambiar opiniones con ella y algo de aguamiel.

—Eso espero —dijo Abby sincera recordando cuando Clarke era tan solo una niña de la que no había que preocuparse—. Me preocupa que todo esto la supere otra vez.

—Demosle un voto de confianza, se lo ha ganado —apuntó Kane sonriéndose débilmente—. Se ha vuelto muy madura para su edad. Clarke comprende los riesgos, y lo mucho que está en juego. Sé que jamás haría nada que supusiese ponernos en peligro a todos nosotros. Es una buena líder, como su madre.

—Ojala fuese así —dijo Abby bajando la mirada a la mesa.

—Eres una buena líder Abby, ¿por qué dices eso? —la miró enseguida él preocupado al oírla.

—Marcus esto no se me da tan bien como a Clarke o a ti, lo he estado pensando mucho y quizás sea mejor que seas tú quien tome el mando de Arcadia —admitió ella mirándole.

—¿Pero...?

—Vamos, seamos sinceros esto se te da mejor a ti que a mi. Tú eres bueno intercediendo, negociando. Quieres comprender y comprendes lo que la Comandante quiere en todo momento y mira con el respeto con el que te diriges a los otros clanes. Yo nunca podría ser tan buena como tú en esto, yo no me guío por la razón, me guío por el corazón y puede que ahora mismo no pero que algún día haga algo estupido que pueda provocar incientes innecesarios. Te pido que consideres eso, y que por favor aceptes mi insignia —le dijo Abby quitándosela de la chaqueta para colocarla en la suya.

Marcus que no supo bien que decir ante tal honor, tragó despacio.

—Me esforzaré en hacer lo correcto y en que nunca tengais que arrepentiros de darmela —prometió él llevándose la mano a la insignia ahora colocada sobre la solapa de su uniforme.

Abigail que retrocedió para verle bien forzó una sonrisa cansada.

—Sé que lo harás —dijo inclinándose para posar un sentido beso sobre su mejilla. Estaban juntos en todo esto, y Kane había pasado de ser su mayor contrincante a ser su mejor aliado.

Clarke que se llevó la copa a los labios ataviada con ropas trikrus y arduas pinturas en el rostro bebió un poco antes de asentir a lo que Titus y Leena, otra de las embajadoras le decían, viendoles alejarse. La ceremonia del banquete le estaba pareciendo terriblemente interminable, tanto que el sol ya casi había desaparecido por completo en el cielo haciendo refrescar la tarde.

Bellamy que no le quitaba ojo de encima apostado a un lado de la mesa se sonrió al verla relacionarse así. Clarke sin duda estaba hecha para esto. Era puramente natural en ella mostrar unas dotes de liderazgo así.

Decidió aprovechar que la vio sola para levantarse y acercarse a ella.

—Está usted preciosa, embajadora —dijo nada más llegar a ella inclinando la cabeza en una dócil reverencia que hizo que se sonriera.

Asumámoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 1. (#TheWrites)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora