8. Sin Perdón

888 89 75
                                    


Abby se acercó a la camilla donde reposaba uno de los guerreros heridos de la Comandante, el cuál estaba allí como invitado al igual que el resto de los suyos. 

La doctora comprobó sus constantes y tras asegurarse de que todo seguía en orden, tomó una de las bandejas de sutura al tiempo que escuchaba a Jasper vomitar sobre un cubo metálico a dos camillas de allí.

Monty que permanecía sentado en la camilla de enfrente levantó la vista al oírle con una pequeña mueca de asco. Tenía un buen corte en la frente que seguramente iba a necesitar puntos.

—Debería daros vergüenza, pelear en el comedor como dos críos estúpidos —reprochó Abigail mientras se acercaba a Monty para comenzar a coserle—. ¿En qué estabais pensando?

—Habla por él, yo solo trataba de evitar que se metiese en otro lío —se defendió Monty dándole una mirada a Jasper a lo lejos.

Jasper que terminó de vomitar, se limpió la boca con la manga de su chaqueta y le dirigió otra mirada de reproche.

—No te necesito para nada —le espetó algo mareado.

—¡Basta! —se impuso Abby volviéndose a mirar a Jasper y de nuevo a Monty—. ¡Los dos!

Jasper se llevó la mano a la cabeza al sentir otra punzada por el grito.

—Sois amigos, siempre habéis sido buenos amigos —comenzó diciendo Abby mientras presionaba un poco de desinfectante sobre la piel de Monty que siseo.

—Eramos amigos, en pasado Abby —la corrigió duramente Jasper con una cara.

—¿Cuánto tiempo vas a estar castigándome, Jasper? —le recriminó Monty harto de su actitud—. ¡Hice lo que debía para salvar al resto!

—¡Pero no los salvaste a todos! —gritó Jasper nada más oírle lanzando con fuerza el cubo que impactó sonoramente contra el suelo.

Varios de los guardias de Arkadia apostados en las puertas le miraron y Abby que se había sobresaltado casi tanto como sus pacientes, alzo la mano en un gesto para pararles armándose de toda la paciencia de la que era capaz en aquel momento.

—Mataron a uno de los nuestros Jasper, torturaron a Raven. Iban a hacer lo mismo con todos nosotros, no es culpa de Monty que el resultado fuese ese.

Jasper la miro lleno de rencor y resentimiento justo antes de ponerse en pie, y Monty aparto la mirada al escuchar a Abby.

—Tienes razón, Monty no tuvo la culpa de lo que paso —dijo Jasper acercándose peligrosamente a Abigail sin que los guardias les quitasen los ojos de encima—. La culpa fue de Clarke. Ella provocó sus muertes. Ella mató a Maya. Ella mató a Finn. Tu hija, Abby es una asesina y alguien debió pararla hace tiempo.

La expresión de Abigail cambio súbitamente al tiempo que los ojos de Jasper la taladraban duramente con la mirada, y su tono arrastraba las palabras con una sorda amenaza subyacente.

—Me da igual que creáis que lo hizo por nuestro bien. Me da igual que penséis que es una heroína, porque para mi lo único que es, es una asesina que no dudaré en matar si vuelve a asomar por aquí. Es lo que querría Maya que hiciese, ella querría que vengase su muerte. Por lo que a mi respecta, Clarke Griffin ya está muerta Abigail y todos vosotros perdéis vuestro tiempo buscándola —escupió con odio esas últimas palabras antes de alejarse abotargado por el pasillo.

Monty tragó con fuerza dirigiendo una mirada a la doctora y Canciller Abigail Griffin que aguantó todo lo que pudo el tipo justo antes de ver salir a Jasper de la enfermería.

Continuara...

Asumámoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 1. (#TheWrites)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora