Asumámoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 1. (#TheWrites)

93. Paciente Espera

Roan que está entrenando en la linde del bosque a lo lejos contempla la explanada de tierra que rodea la Torre viendo a Wanheda partir junto a esa insolente chica skykru, Octavia y de ese imbécil de Bellamy Blake, miembro destacado de la delegación skykru en Polis.

A los pies de la Torre, Lexa kom Trikru, Heda de los Trece Clanes y Comandante de la Sangre les ve marchar. Tras ella Titus, el viejo maestro fleimkepa aguarda en silencio, Halena la cría que está de pie junto a él apenas levanta la vista del suelo mientras algunos de los guardias pasan junto a ellos para tomar posiciones nuevamente y cubrir sus puestos alrededor de la Torre.

Su cara, su rostro... le recuerda mucho a Ontari cuando era solamente una niña pequeña. Aquellas marcas en su rostro eran algo que uno se ganaba, la reina Nia no las regalaba así sin más. Debías ser poseedora de buenas cualidades si te honraba con ella. Una buena guerrera. Aunque su carita angelical y su aspecto no delatasen lo peligrosa que era, Roan había tenido ocasión de sentir su fuerza, su agilidad y su verdadera implacable naturaleza.

Estaba seguro de que aquella niña ocultaba mucho más que una singular belleza, escondía secretos tan oscuros y profundos que nadie salvo los supervivientes de Azgeda podrían entender tanto como ella.

Parecía contar con el favor de Lexa, Heda estaba volviéndose torpe y descuidada ante aquellas presencias. Primero, los Skykru, luego Wanheda y ahora aquella impertinente mocosa.

Por suerte para él, Titus no parecía demasiado encantado con la idea de que Halena ocupase la posición de honor que no le correspondía junto a Heda. El viejo fleimkepa, por una vez estaba de su parte.

Halena, al igual que Wanheda, representaban una amenaza bastante seria para el indiscutible dominio de Heda que les afectaba indirectamente a ambos y les traía indignas consecuencias.

Actuar ahora sería imprudente y atrevido por su parte. No, mejor esperaría un mejor momento, uno que no le relacionase directamente a él con los posibles infortunios ocurridos.

Esperar, esperar, esperar...

Cuánta paciencia le había sido otorgada con lo largo de los años, cuánta...

Toleraría esta desafortunada situación por el momento. Si algo, lo que fuese ocurriese...

En fin, ¿quién podría culparle?

Continuara...