Salí de la universidad junto a Estefanía. Ella dejó de hablar y tiró de mi brazo. Con su cabeza me señaló hacia la izquierda y miré. Chicas alrededor de Justin. ¿Qué hacia él aquí? Él miró hacia mí cuando se estaba sacando una foto con alguna de ellas.
Les dijo algo y ellas me miraron. Él caminó hacia mi sonriente y sonreí. Lo abracé cuando estuvo frente a mí, rodeando su cuello con mis brazos. Justin rodeó mi cintura y me alzó. Mis piernas rodearon su cintura mientras lo abrazaba como si hiciera un año que no lo veía. Solo habían pasado dos semanas desde que había vuelto.
Me separé y lo miré. Nos besamos y Justin me bajó. - ¿Qué haces aquí? - le pregunté y cogí su mano.
- He venido a verte - sonreí. Había venido a verme, quise gritar. Me sentía como una niña pequeña, estaba feliz.
Estas dos semanas habíamos hablado todos los días, y él me había enviado rosas a casa. Dijo que quería volver a enamorarme. Pero él no sabía que yo seguía enamorada de él.
- Hola, Justin - Estefanía se acercó.
- Hola, ¿Cómo estás? - ambos besaron su mejilla.
- Bien - sonrió.
- ¿Quieres venir con nosotros a comer? - le ofreció Justin.
Ella negó con la cabeza - Elisa me espera, gracias de todos modos, os veo pronto - me abrazó - Ya me contarás - me susurró. Asentí y se despidió con la mano de Justin.
- ¿Dónde vamos? - le pregunté mientras me guiaba hasta el coche.
- A un sitio. Bien, ¿Quién falta? - le dijo a las chicas. Solté su mano y le sonreí.
- Hola - saludé a Gil y Hugo.
- Hola Cruz. ¿Cómo estás? - me dijo Gil en español.
- Bien, gracias - sonreí.
- Deja que coja tus cosas y las guarde - le di a Hugo mi carpeta y libros y los guardó en el coche mientras Gil vigilaba a Justin y a las chicas.
- Gracias, chicas - escuché decir a Justin. Hugo abrió la puerta y me monté seguida por Justin. Cerró la puerta y me puse el cinturón.
- Estoy feliz porque estés aquí. - agarré su mano.
- Yo también estoy feliz - cogió mi mentón y me besó.
Almorzamos en un restaurante y después nos llevaron a un edificio lujoso. - ¿Dónde vamos? - Justin me ayudó a bajar del coche.
- Es una sorpresa. - Hugo y Gil no se montaron con nosotros en el ascensor. Sujeté la mano de Justin nerviosa.
- Estoy impaciente, ¿Que tienes que mostrarme? - las puertas se abrieron en la planta siete y Justin sonrió.
Nos paramos frente a una puerta y sacó las llaves de su bolsillo. Fruncí el ceño y el abrió. Me invitó a entrar y lo hice. - Bienvenida a casa - miré el lujoso piso.
- Vaya -murmuré en español. Era espacioso y estaba todo sutilmente colocado.
- ¿Te gusta?
- Si, está muy bien, pero me hubiera conformado con algo más normal y no tan grande.
- ¿No te gusta? - me giré para ver a Justin frunciendo el ceño.
- Si, si me gusta. Es bonita, pero ni siquiera es mi casa. Te has encargado de todos los gastos.
- Abby - dijo lentamente. - Todo lo mío es tuyo, nena. Podemos cambiar de casa si quieres, buscaré algo más... ¿Qué es exactamente lo que buscas? - él se había acercado a mí y estaba acariciando mis brazos.
- No, no pasa nada. Esto está bien, todo bien - le sonreí, pero él no me miró muy convencido. - ¿No vas a enseñarme el resto?
-Claro, vamos - cogió mi mano. Él había puesto en una habitación una especie de mini-estudio. En otra un pequeño gimnasio y bueno... había un enorme vestidor.
- Oh dios mío, es increíble.- dije entrando. Su ropa ya estaba colocada.
-Falta tu ropa - dijo señalando el gran hueco vacío.
- Me sobrará espacio, ni siquiera ocuparía una cuarta parte - dije tocando las baldas de madera.
- Solucionaremos eso. Podemos ir de compras ahora - lo miré y sonreí.
- No tienes por qué hacerlo. - Justin se acercó a mí y puso una mano en mi cintura y otra en mi mentón para que lo mirara.
- Nena, eres mi novia. Sabes que te daría el mundo si lo tuviera en mis manos. Ir a comprar ropa no supone un gran gasto para mí.
- ¿Quieres ir a comprar ropa conmigo?
- Si, ¿Por qué no iba a querer? - me encogí de hombros.
- Se supone que a los chicos no les gusta ir de compras con las chicas - Justin sonrió.
- Puedo decir que soy la excepción. Me gusta comprar. - sonreí.
Ir a comprar con Justin fue realmente divertido. Me abrazaba por la espalda mientras miraba ropa, cogía él lo que quería que me probara y no había pensado que Justin iba a pagarme todo eso. Y después de un "lo pago yo, no, lo pago yo" terminé aceptando y pagó él.
Salimos de la última tienda y me agarré a Justin. La gente nos miraba. Después fuimos a mi casa y me ayudó a hacer la maleta.
- ¿Estás segura de esto? - me dijo mamá mientras recogía mi maquillaje.
- Sí, mamá. Solo será un tiempo, hasta que él se vaya de promoción.
Mamá suspiró - Está bien, si necesitas algo, llámeme. - asentí.
Puse la ropa en el vestidor mientras Justin cocinaba. Me duché y me puse el pijama. Abracé a Justin por detrás y apoyé mi mejilla en su espalda. - Gracias por esto.
- Es lo menos que podía hacer para estar con mi novia. Aunque me sentiré solo cuando vayas a la universidad.
- Solo son unas horas. - me separé de él. - Iré poniendo la mesa.
Puse dos vasos, dos cubiertos y servilletas. Cogí dos cervezas de la nevera y las puse en la mesa.
- ¿Cómo te va la universidad?
-Bien - sonreí. - Lo bueno de vivir ahora aquí es que estoy más cerca.
- Lo hice por eso - sonreí.
Nos lavamos los dientes entre bromas y risas. Él manchó mi mejilla de pasta de dientes y yo le manché la nariz.
- Hagámonos una foto - Justin puso la cámara en su móvil. Él puso su brazo por mis hombros y sonreí. Pero él puso boca de pato. Sonreí abiertamente al ver su cara. Él sacó la foto.
- Yo no puedo poner los labios así - intenté imitarlo. Pero no pude. Justin rio ante mis intentos fallidos.
-Dame un beso nena - dijo con sus labios tipo pato. Reí y posé mis labios sobre los suyos. Me separé y Justin volvió a unir sus labios con los míos. Rodeé su cuello con mis brazos y él mi cintura con sus brazos, alzándome. Él me apretaba fuerte contra él.
Caminó conmigo en brazos, sujetándome solo con un brazo mientras que con el otro nos guiaba para no chocarnos. Él se sentó en la cama y haciendo que me pusiera a horcajadas encima de él. Justin puso sus manos en mi trasero y me presionó contra él.
Cuando me quise dar cuenta, estábamos desnudos y yo me movía lentamente encima de él mientras nos abrazábamos. - Joder - murmuró. Se levantó cogiéndome y me puso en la cama sin salir de mí. Puse mis piernas en sus hombros y Justin empezó a moverse más rápido. Lamí mis labios secos y lo miré.
Miré su rostro cubierto por una fina capa de sudor. Los músculos de sus brazos tensarse y sus labios entre abiertos. Su pelo caía un poco hacia abajo. Él lamió sus labios y puse mis manos en sus antebrazos mientras gemía.
- No sabes cuánto te he echado de menos - le dije cuando bajó mis piernas y se puso encima de mí.
- ¿En serio? - volvió a entrar en mí. Esta vez su cuerpo estaba pegado al mío. Mis manos estaban en sus brazos.
- Si, ¿Por qué no iba a echarte de menos? -lo miré confusa.
- Por lo bien que te lo has estado pasando con tu amigo. - Me tensé debajo de él y me dolió cuando entró de nuevo en mí. Me quejé y él paró. Lo empujé y él se quitó de encima de mí. - ¿Estás bien?
- Siempre lo arruinas todo - me bajé de la cama.
- ¿Que siempre lo arruino todo? - él me siguió hacia el cuarto de baño.
- Sí. ¿Qué necesidad tenías de decir eso? Acordamos olvidar el pasado - cerré la puerta en sus narices.
Después de ducharme salí del cuarto de baño. Estaba realmente enfadada y decepcionada con él. Yo no había sido la única que se lo había pasado bien en estos meses. Justin no estaba en la habitación, así que me acosté. No tardé nada en quedarme dormida.
La alarma de mi móvil sonó y estiré el brazo para apagarla. Estaba agotada, tenía que acostarme antes la próxima vez. Justin no estaba a mi lado. Me levanté y después de asearme y rizar mis pelos fui al vestidor y miré entre mi ropa. Cogí unos jeans y una camiseta. Después me puse mis botas de tacón. Caminé por el suelo de parquet con mi bolso y mis libros. Me paré en seco cuando vi a Justin dormido en el sofá.
Dejé mi bolso y los libros en la barra de la cocina. Caminé con cuidado para no hacer ruido. Me preparé un café mirando de vez en cuando a Justin a ver si se había despertado. Pero tenía un sueño profundo, roncando levemente. Me bebí el café apoyada en la encimera mientras miraba a la nada, y de vez en cuando iba mirando la hora en mi móvil. Me colgué mi bolso y cogí los libros. Me eché mi pelo a un lado cuando me acerqué a Justin y me agaché para besarle la frente.
Cogí la copia que Justin me había hecho y salí de casa.
Justin
Me desperté en el salón. Bostecé y me estiré. Me levanté y rasqué mi nuca. Me dirigí a la habitación y Abby no estaba. Ella había hecho la cama. Se habría ido a la universidad. Había sido un estúpido con ella anoche, lo admitía. Pero no podía dejar de pensar en ella y otro hombre en una cama.
Suspiré. Decir que estaba aburrido era decir poco. Seguí a fans en twitter. Subí una foto a Instagram e hice pesas y flexiones. Cuando llegó la hora preparé algo de comer para que cuando Cruz llegara tuviera la comida hecha.
Ella salía a las 3. Se tardaba una media hora en llegar. Eran las cuatro y aún no había llegado. La había llamado varias veces pero no lo había cogido. Me paseé por el salón de un lado a otro hasta que escuché la puerta abrirse. Ella entró con sus libros en la mano y su bolso colgado en su hombro. Sus gafas de sol estaban en su cabeza, ella se veía un poco agobiada.
- ¿Dónde estabas? - me acerqué a ella. -Estaba preocupado - le quité sus libros.
-Estaba en un gran atasco, al parecer un accidente. - dejó las gafas y su bolso a un lado de la barra de la cocina. Yo dejé sus libros en la mesa.
- Te estuve llamando.
- Ayer olvidé poner mi móvil a cargar - se encogió de hombros.
- Siento lo de ayer. - ella me miró a los ojos por primera vez desde que había llegado.
- ¿Lo sientes? Yo creo que no. Pero como no quiero que empecemos la tercera guerra mundial... está bien, no pasa nada.
- ¿No me crees? - ella se encogió de hombros.
- Tú tampoco crees que te haya echado de menos.
- Yo solo, odié cuando supe que otro hombre te estaba tocando.
- No era de tu propiedad, Justin. Al igual que tú no eras de mi propiedad y te tiraste a yo sé quién. ¿Me equivocó?
- No, no lo haces.
- Genial - ella sonrió abiertamente. - ¿A que huele? Me muero de hambre.
Sonreí sin poder evitarlo y fui tras ella. - No sabía que te gustaba cocinar. - dijo ella metiendo un trozo de carne en su boca. Me encogí de hombros - Está muy bueno.
- Gracias.
- Justin.... quiero que todo esté bien, ¿Vale? Te perdono, no pasa nada.
- No debí decir eso. - miré mi vaso de agua.
- No, no debiste, pero lo hiciste. Ya es pasado, sigamos adelante - ella cogió mi mano y la apretó.
- Me haces sentir como si no te mereciera, Abby.
- Claro que me mereces, ¿Qué tontería es esa? - apreté su mano.
- ¿Sabes que te quiero? ¿A pesar de que no piense antes de hablar?
- Lo sé - sonrió. - ¿Cómo fue tu día?
- Aburrido, muy aburrido. Demasiado. ¿Y el tuyo?
- También aburrido, salvo porque Estefanía se cayó en plena clase y no pude evitar reírme.
- Pobre.
- Si - ella sonrió seguramente recordando la caída de Estefanía. - ¿Que podemos hacer esta tarde? - le pregunté.
- Mmmm... - ella bebió un poco de agua -Pues no sé dónde llevar a mi novio famoso sin que cree un colapso de gente. Podemos ir a tomar un café o algo. No hay mucho un jueves por aquí.
- Eso está bien. No me has besado hoy.
- Besé tu frente cuando me fui - ella me apuntó con el tenedor.
-Pero no cuando has llegado. - Ella sonrió, se bajó de su taburete y vino a besarme.
Terminamos en la cama y mantuve mi boca cerrada, solo sintiéndola, haciéndola mía una vez más, y esta vez sin problemas. Ella ahora estaba conmigo, tenía que olvidar todo lo demás.
Cuando terminamos nos quedamos abrazados, tocándonos con nuestros pies. Ella cogió su móvil y sacó una foto. - ¿La subirás?
-No lo sé, ¿La subo? - besé su frente. - Ellas vendrán aquí y me matarán.
-No lo harán, ellas te aman - ella soltó una carcajada.
-Debes de estar bromeando - subió la foto a Instagram con una carita de enamorada.
-¿Así es cómo te sientes ahora? - ella asintió y metió su rostro en mi cuello.
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