Ni siquiera sabía dónde vivía Justin. Pero cuando monté en el taxi y se lo dije al taxista y me dijo que si sabía dónde era, así que me llevó.
Me bajé y miré el gran edificio blanco delante de mí. ¿Cómo entraría? Negué con la cabeza y decidí entrar. Había seguridad. Me acerqué al mostrador y un hombre me miró.
- ¿Puedo ayudarla?
- Creo que sí, vengo a ver a Bieber. - vi que el hombre hizo una seña al de seguridad. Pues empezaba bien... - Soy su ex-novia.
- Claro niña, y yo su tío, sácala Louis.
- ¿No me reconoce? Habrá visto poco la televisión. - dije mientras Louis tiraba de mi brazo.
- ¿Cruz? - todos miramos al procedente de esa voz. Hugo. - Suéltala - ordenó y Louis me soltó. - ¿Qué haces aquí?
- Justin me dijo que viniera, teníamos que hablar, pero parece que olvidó avisar a recepción. - él me miró extrañado. - No sé de qué te extrañas, ni que fuera la primera vez que Justin ve a una ex-novia.
- Vamos - me hizo una seña y lo seguí.
Él pulsó el último número y esperé nerviosa. - ¿Hace mucho sol aquí? - me preguntó. Me di cuenta de que aún llevaba mis gafas de sol puesta.
- Hace un día y algo que no duermo, no luzco muy bien la verdad - él palmeó mi espalda gentilmente.
- Te entiendo - me sonrió. No pude sonreírle de vuelta. Estaba intentando no sacar mi ira ahora.
Las puertas del ascensor se abrieron y Hugo me invitó a salir - Gracias - le dije antes de que las puertas del ascensor se cerraran.
- Suerte - me sonrió. Y las puertas se cerraron.
Me dirigí a la puerta y la miré. No podía hacer eso. De mi bolso saqué el colgante que me había regalado. Respiré hondo y llamé. Pasaron doce segundos y la puerta se abrió.
- Hola, ¿Qué haces aquí? - preguntó extrañado.
- He venido a decirte algo.
-¿Quieres pasar?- me ofreció.
- No, estoy bien aquí. Quería decirte que desde el punto de vista de una fan, solo veía de ti lo que tú nos enseñabas. Pero ahora que te he conocido, supongo que una parte de mi está decepcionada, no esperaba que fueras así.
- ¿Así? - alzó una ceja.
- Tan inseguro - me encogí de hombros - Has estado barajando tus posibilidades y nos hemos hecho daño. Así que lo siento por no entender tu mundo ni entenderte a ti. Los momentos que pasamos fuera del drama han sido los mejores, gracias. - tendí mi mano enseñándole el collar. Él lo cogió lentamente. - Supongo que ya nos veremos.
Cogí mi bolso del suelo y me incorporé dispuesta a girarme y desaparecer. Pero él cogió mi brazo y se acercó a mí, puso su mano en mi nuca y me besó. Lo empujé un poco para que se separara, pero al final acabé poniendo las manos alrededor de su cuello y le seguí el beso.
Justin bajó sus manos a mis caderas y las dejó allí. Podría asegurar que nunca habíamos hecho esto, besarnos tanto tiempo sin ir después a la cama. Me besó dulcemente, y lo aproveché. Me separé de él y abrí mis ojos. Nos miramos un momento y me giré para ir al ascensor.
Cuando llegué a mi hotel dejé el bolso en la mesa, me quité los zapatos y la ropa y me tiré en la cama. Estaba agotada.
Alguien zarandeándome hizo que abriera los ojos. Me encontré con el rostro preocupado de Pía. - ¿Qué ocurre? - me puse boca arriba y me incorporé un poco.
- Estaba preocupada por ti, no contestabas al teléfono, tu madre me llamó desesperada y por eso estoy aquí.
- Solo estaba dormida. - volví a tenderme sintiendo mi cuerpo realmente pesado.
- Son las seis de la mañana.
-Vaya... he dormido casi un día.
- Será mejor que llames a tu madre, está preocupada.
- Si - me levanté y rebusqué mi móvil en el bolso. Cuando lo encontré vi que tenía cincuenta llamadas perdidas entre mi madre, mi hermano, Adrián y Marta.
Llamé a mamá y ella no tardó en cogerlo. - ¿Abby? ¿Estás bien?
- Si mamá. Estoy bien, solo estaba dormida.
- Eres tonta - rodé los ojos - Nos has asustado.
- Lo siento, estaba en un sueño profundo.
- No tardes en volver, Abby. Tengo que dejarte, estoy trabajando. - colgó.
Cuando regresé a España, Adrián había quedado conmigo para presentarme a Esther. Me preguntaba cuando se conocieron...
Estaba esperando en la cafetería y Adrián entró en la cafetería con una chica alta. Su pelo negro largo estaba ondulado y sus ojos verdes delineados. Me levanté para saludar a Adrián y después le di dos besos a la chica presentándome.
Adrián fue a pedir y me quedé sola con Esther. - Así que tú eres la famosa Abby...
- Supongo - sonreí a medias.
- Adrián estaba todo el día pegado al teléfono para saber si estabas bien o no.
- Si, es muy buen amigo, tengo suerte de tenerlo - miré a Adrián - Y tú tienes suerte de tenerlo. Me alegro que él haya encontrado a alguien. - Esther sonrió.
- He de decir que me siento muy dichosa y afortunada de haber encontrado a alguien como él, vuelvo a confiar en el amor de nuevo. - Esther se veía sincera, hablaba de él con sus ojos iluminados, me alegraba por ella, me alegraba por ambos.
- ¿De qué hablabais chicas?- preguntó Adrián trayendo su café y el de Esther.
- Tengo que presentarle a Roberto.
- ¿Aún no le has cambiado el nombre? - negué con la cabeza mientras sonreía.
No había nadie en casa, salvo Roberto. Que vino a recibirme. Lo acaricié y entré en el salón. Encendí la luz y dejé mi bolso en el sofá y me asomé a la ventana abierta viendo el atardecer. Sentía una conocida presión en mi pecho. Esto no sería lo mismo sin él. Cogí mi móvil y puse el audio que había grabado de Justin tocando el piano.
Entre en twitter y miré los comentarios en el video de la preview de la canción que había subido.
" liliana_arellanodc : ¿Aún lo amas?"
Me quedé mirando la pregunta un momento y después contesté.
"@liliana_arellanodc Supongo que siempre lo haré"
En este momento odiaba cada momento de discusión que había tenido junto a él, siempre siendo mi culpa. Me dolía pensar en él, pero no podía evitarlo.
El audio fue interrumpido por mi tono de llamada, un número privado apareció en la pantalla. Lo cogí.
Justin.
Me senté en el borde de mi cama y miré el colgante que ella me había dado. Suspiré y pasé una mano por mi pelo. No debería de haber acabado así. Simplemente no debería de haber acabado.
Me levanté y guardé el colgante en mi joyero. Donde también estaba el que ella me había regalado. Cerré el joyero y miré el mapa que había comprado para ella en mi pared. Las chinchetas estaban clavadas en España, Nueva York, Los Ángeles, Toronto, Atlanta, Miami, Francia y Grecia. También las Bahamas.
Ella había rodeado UK y al lado había puesto "Próximo destino". Quité las chinchetas una a una y las dejé en la cama. Miré el mapa vacío ahora y lo quité de la pared.
Me quedé con él en la mano mirando a la blanca pared. Después de un momento lo doblé y lo guardé. Volví a sentarme en la cama y cogí mi móvil.
Marqué el número de Cruz para que saliera en privado por si no me atrevía a hablar, aunque supongo que solo quería escuchar su voz.
- ¿Si? - dijo en español. No dije nada. - ¿Hola? Ay, Roberto, espera- colgué. Me eché hacia atrás en la cama y miré al techo. ¿Estaría ella pensando en mí tanto como yo en ella? Seguro que sí.
Estaba aburrido sentado en uno de los sofás mientras que Za estaba tendido en el otro. - No te lo he contado, me encontré a Abby la última vez que estuvo aquí. - lo miré. - Me la encontré en el estudio. Resulta que ella estaba escribiendo una canción con Pía Mia.
- ¿Una canción?- fruncí el ceño.
- Sí. Me choqué con ella, iba corriendo. Te había visto con Yovanna y no quería que la vieras. La invité a un café y estuvimos hablando.
-¿De qué?
- De vosotros. Ella estaba dolida porque la habías reemplazado muy rápido. - fruncí el ceño - Creo que esa chica no entiende el sentido de "amiga".
- No, es mi culpa que ella no entienda el sentido de amiga. No le di razones para que confiara en mí. Tampoco es que le haya sido muy fiel, lo sabes...- me levanté y fui al piano. Me senté en él.
"Empecé a tocar algo en el piano, buscando las notas adecuadas. Volví a tocar las teclas. Probando, hasta que la melodía salió.
Sonreí un poco cuando la tuve, y seguí tocando dejándome llevar. Terminé y dejé mis manos caer en mi regazo. Los brazos de Abby me rodearon por atrás. - ¿Que hacías? - me preguntó.
- Tenía una melodía en mi cabeza y tenía que sacarla.
- Ha sido increíble. Muy bonito. - sonreí. La miré y ella sonrió. La besé y se separó de mí.
- ¿Quieres tocar algo? - ella negó con la cabeza.
- Estropearía lo que has tocado.
- Ven aquí. - La invité a que se sentara conmigo y lo hizo. Se sentó a mi lado. Toqué varias notas y después dejé que ella lo hiciera. - Bien - sonreí. - Y ahora estas de aquí. - Ella se veía realmente concentrada en lo que estaba haciendo. Mordió su labio intentando seguirme. Quité un mechón de pelo de su cara y lo metí detrás de su oreja.
Ella me miró. Puse una mano en su mejilla y me acerqué a sus labios. "
Toqué la melodía que había tocado ese mismo día. Abby la había grabado y la escuchaba a todas horas diciendo que era perfecta, y que le hacía ponerse melancólica.
Terminé de tocar y miré un momento al piano. - ¿Quieres escuchar la canción que ella compuso con Pía?
- Si - suspiré.
- Se llama Complicated.
- Vale - me fui afuera. Necesitaba escucharla solo. Me senté en uno de los sillones y busqué la canción en YouTube.
Pulsé en el video y esperé que cargara. La canción empezó.
"Entonces me rindo, tú dices que se acabó, y volvemos al inicio."
"Te vi salir por la puerta, cuando te fuiste yo esperaba llorar por un día o dos, luego volver a lo que estaba. Y luego tu vuelves y limpias el desastre que hiciste y nosotros lo intentamos otra vez"
"Salgo durante el fin de semana, encuentro a un nuevo chico, y tu comienzas a arrastrarte. Entonces él me trata como un secreto y vuelvo a caer en la bolsa de té"
"Me olvido de los juegos que tú juegas. Cuando cierro los ojos, mi corazón aún te busca"
"En algún sitio de mí, extraño la montaña rusa en la que nos hemos convertido"
Suspiré y limpié mis ojos.
Paseé por el centro comercial de Beverlly Hills seguido por Hugo y Kyle. Me paré cuando vi una imagen en tamaño XXL de Abby en el escaparate de Intimissimi. Giré y seguí andando. Ella estaba por todas partes. Así era imposible.
Mamá vino a verme y fuimos a patinar. Y fui capaz de olvidarme de Cruz unas horas. Hasta que mamá sacó el tema.
-¿Cómo estás? - me preguntó cuándo nos sentamos.
- Estoy bien. - ella suspiró.
- Sé que no lo estás - cogió mi mano y la apretó.
Siempre que lo había dejado con Abby sabía que uno de los dos acabaría viajando para buscar al otro. Pero esta vez era diferente. Ella no volvería a buscarme, y yo no iría a buscarla.
Los días siguientes entré en su Instagram para ver si había subido alguna foto. Nada. No había twitteado ni subido ninguna foto a ningún lado desde que estuvo aquí.
Suspiré. Todo esto me estaba matando. Estaba pasando por lo mismo que pasé hace dos años con Selena. No quería sentirme así.
- ¿Estás bien? - me preguntó Khalil sentándose a mi lado en el sofá del estudio.
- Perfectamente - gruñí.
- Hey tío, no me ataques - palmeó mi espalda. - Estas de muy mal humor últimamente.
Pasé mis manos por mi rostro -Lo sé, es solo... Nunca había estado tanto tiempo sin hablar con ella. No ha subido ninguna foto, ni ha twitteado y... necesito saber de ella - me encogí de hombros.
N/A: Decirles que ellos no van a cambiar de opinión por ahora. Necesitan echarse de menos más de lo que se echaban antes. Así que ya saben, esto no es un adiós, sino un hasta pronto. ¿Recuerdan la promesa que le hizo Cruz a Justin? Aunque ella está demasiado dolida por lo que le dijo Za. En los siguientes capítulos se aclararan algunas cosas sobre la relación de ellos dos. Y ahora os pregunto. ¿Qué opináis sobre la actitud de Cruz y Justin? ¿Y sobre el "amor" de ambos? PONGAN SUS COMENTARIOS Y VOTEN