Volví a reír. - Me han llamado madura porque no entro al juego de indirectas - Estefanía colgó después de despedirse y se tendió a mi lado.
- Buscaré también tweets. - ella puso sus gafas bien - Mira este: "Que Chantel y Yovanna se sigan peleando, las beliebers nos quedaremos con el bigotudo"
- Bigotudo - reí. - Mira este: "Justin debe estar cómodamente con su loción eucerin viendo el anuncio de Cruz mientras Chantel y Yovanna se matan a indirectas"
- Eso es sucio. ¿Alguna vez utilizaste esa loción con él?
- ¿Qué? ¡No! - reí - Ni siquiera sé si utiliza eso para masturbarse - mi voz disminuyó.
- ¿Lo echas de menos?
- Si, no es que nos viéramos mucho, pero echo de menos hablar con él por las noches, y... - suspiré. - saber que estaba ahí. Ambos nos hemos hecho daño y... no sé por qué estamos hablando de esto, voy a empezar a llorar - me incorporé y limpié las lágrimas antes de que salieran de mis ojos.
- No llores, no vale la pena - ella pasó su mano por mi espalda.
Los días siguientes Marta y Estefanía me tenían demasiado ocupada para poder pensar en algo que no fuera "diversión". Ni siquiera me dejaban mirar mi teléfono.
- No entres en twitter - Marta me quitó mi móvil. Fruncí el ceño.
- Hace tres días que no entro - volví a coger mi móvil y Marta miró a Estefanía. - ¿Que se supone que no debo ver?
Entre en twitter, no había nada fuera de lo normal. Solo tenía más menciones de la cuenta, ni siquiera podía leerlas todas.
¿De qué mensaje y fotos de Justin y Yovanna hablaban?
Entre en el twitter de noticias de Justin y lo vi. Ellos habían pasado unos días juntos, no me importaba pero... ella tenía metida sus manos por su camiseta. Y ellos habían puesto en Instagram que se echaban de menos.
- Él nunca me dijo públicamente que me echaba de menos - susurré. - Al principio, cuando no teníamos nada en claro, estaba bien con que nos mantuviéramos en secreto, aunque todo el mundo lo sabía... esperaba que cuando pasase un tiempo, a él no le importaría ir de la mano conmigo por donde pudieran vernos. Pasó demasiado tiempo para eso, íbamos a cumplir un año. Me sorprendí cuando él me ofreció ir a la gala... a veces pensaba que él se avergonzaba de mi - mordí mi labio para que no temblara.
- ¿Que dices? Él no se avergonzaba de ti -dijo Marta negando con la cabeza. - Sube una foto nuestra para que el vea que te estás divirtiendo.
- ¿Por qué pensáis que el verá la foto?
- La verá, créeme.
Y lo hice.
Cuando Adrián me dijo que había conocido a alguien casi quise saltar de la ventana de su habitación. - Y.... ¿Cómo es? - le pregunté.
- Ella es increíble - sonrió. Su sonrisa fue igual que cada vez que hablaba conmigo, pero ahora él no sonreía por mí, sino por otra.
A veces pensaba que debería de haber dejado a Justin antes, ya que sabía que lo nuestro no iba a llegar a ninguna parte, y quizás, yo hubiera estado feliz con Adrián.
Cada decisión tiene su consecuencia. Tomé mi decisión, y ahora estaba escuchando como Adrián hablaba maravillas de esa chica que no tenía el placer de conocer.
- ¿Y tú qué? - esa pregunta me sacó de mis pensamientos.
- Estoy bien – sonreí-estoy súper feliz -exageré - Es más, estoy tan feliz que solo quiero romper cosas - sonreí abiertamente. - ¿Vamos a romper cosas? – alce ambas cejas.
Adrián rio- ¿Que ha pasado?
Pues que Yovanna me había mentido en mi cara y prácticamente se había reído de mí. Justin estaba echando a otra de menos mientras que yo aún seguía echándolo de menos. Me sentía tan estúpida y frustrada que solo quería golpearme fuerte contra la pared.
- No ha pasado nada - me encogí de hombros. - Tengo que irme, hoy, después de tres años voy a ir a ver a mi padre al cementerio, y antes de entrar tengo que mentalizarme, ya sabes que esos sitios me dan yuyu.
- Lo sé - Adrián me abrazó y correspondí a su abrazo.- ¿Quieres que te acompañe? Puedo quedar con Esther más tarde.
- No, estoy bien. Puedo hacerlo - me separé de él. - Queda con esa chica. Y planea quedar algún día, tengo que echarle el visto bueno - él rio y sonreí.
Un paso y estaría dentro del cementerio, estaba atardeciendo y no había nadie. Recuerdo perfectamente donde habíamos enterrado a papá. Respiré hondo y entré. Seguí el camino lentamente mirando hacia el frente. Después giré a la derecha y me dirigí a las lápidas que estaban en el suelo.
"Manuel Cruz 1971-2010"
Mordí mi labio y limpié su lápida. - Hola papá - miré a mi alrededor por si había alguien por allí. - La verdad es que no sé cómo esto... no sé si me estas escuchando o.... bueno, ya sabes lo que pienso de eso. Siento no haber venido antes, no estaba preparada, supongo que ahora lo estoy - me senté en la hierba. - Mamá y Daniel están bien, ahora mamá está ocupada con el trabajo y Daniel y por eso no han venido a verte tan a menudo. - suspiré.
"Sé que sabes de mi accidente y de mi relación con Justin, mamá cree que la escuchas así que yo también lo creeré. Cuando era pequeña, me decías que si alguien rompía mi corazón tú le darías su merecido... supongo que te necesito ahora. No... Yo no puedo creer que nos dejaste así, de la noche a la mañana tú ya te habías ido y no me dio tiempo a decirte que te quería y que eras el mejor padre del mundo - limpié mis lágrimas. - No sabes cuánto nos haces falta.
Pensé que él podía llegar a quererme, él dice que me quiere pero no puede quererme si.... - suspiré - no importa. Estoy bien - sonreí. - He hecho una campaña publicitaria para Intimissimi. Estoy emocionada con eso. - me levanté - intentaré venir a verte más a menudo. Te quiero - dejé la rosa blanca al lado de su lápida y me puse mis gafas de sol a medida que me alejaba.
Cuando me monté en mi coche respiré hondo y lamí mis labios. Mi móvil sonó. Un número que no conocía. Lo cogí.
- ¿Si? - respondí.
- Hola, ¿Abby Cruz? - era una chica y hablaba en inglés.
- Sí, soy yo.
- Hola, soy Pia Mia - me quedé callada un momento.
- ¿En serio? Estoy alucinando ahora, me encantan tus canciones.
- Gracias. Te he seguido de cerca, y me gustaría que me ayudaras a escribir una canción sobre tu relación. Sé que hay algo más que se nos escapa y me gustaría que colaboraras conmigo.
Y así fue como fui de nuevo a Los Ángeles. Estar con Pia Mia en el estudio me hacía querer correr y gritar de la emoción, ella iba a grabar una canción sobre mí, bueno, sobre mi relación con Justin. Después de coger un cuaderno y un bolígrafo empecé a contarle y ella empezó a anotar las ideas importantes.
- Añade esto - le di mi papel y ella lo leyó en voz baja.
- "Salgo durante en el fin de semana, encuentro un nuevo chico y tú comienzas a arrastrarte. Él me trata como un secreto y vuelvo a caer en la bolsa de té. "Oh, una metáfora, me gusta - sonrió. - ¿Y esto de aquí? - le dio la vuelta al folio y leyó lo que había escrito - Me olvido de los juegos que tu juegas y cuando cierros los ojos mi corazón aun te busca. En algún lugar dentro de mí, extraño la montaña rusa en la que nos hemos convertido.
Mordí mi labio esperando que dijera algo, ella era la experta aquí. -Esto es perfecto, podremos empezar a grabar esta madrugada si quieres.
- Si - le sonreí.
- Vayamos a comer algo de mientras, llamaré a Bob - asentí. Me colgué mi bolso y la seguí fuera del estudio. Que Pia fuera un año más pequeña que yo y me sacara dos cabezas me descolocaba.
- Gracias por venir, me encantaba la idea de poder grabar una canción sobre eso, creo que te lo mereces. Él sacará alguna canción sobre eso seguro. Tú también tienes derecho a expresarte, aunque sea lo haga otra persona por ti. Porque... ¿No puedo convencerte para que cantes?
- Para nada, eso sería horrible - reí - Prefiero que lo hagas tú - mordí mi hamburguesa.
- ¿Puedo preguntarte algo? - asentí. - ¿Por qué terminasteis?
- Muchas discusiones, la mayoría de ellas por... chicas - me encogí de hombros - Justin no se comportaba como si estuviera saliendo conmigo. Me dijo que tenía que verse con Selena por publicidad, y acepté. Pero que después siguiera poniendo fotos de ellos dos... - suspiré - No lo sé, quizás fui celosa sin motivo y—
-No, no lo fuiste - la miré intentando creérmelo. Sabía que la culpa de que todo esto terminara había sido mía.
Pia estaba cantando y yo estaba sentada prestando atención. Eran las cinco de la mañana y queríamos terminar la canción.
- ¡Escuchémosla! - dijo quitándose los auriculares y saliendo de la cabina. Había grabado la tercera parte.
Ella se sentó en mi regazo y pasó una mano por mis hombros. Bob puso todo lo que había grabado, haciendo la mezcla.
"Now the ball is in my court
And make my moves and play my sport
And you come back and don't fight for it
So bash it, bash it down
I go out on the weekend,
Find a new boy, you start creeping,
He treat me like a secret,
And I fall back in a tea bag
We go up, we go down, we go round n' around "
Los pelos se me pusieron de punta - Voy a llorar cuando escuche la canción entera - admití y ella rio para después besar mi mejilla.
- Terminémosla - ella se puso de pie y volvió a entrar en la cabina.
Cuando terminamos, ellos me habían pasado la canción a mi móvil, así podría escucharla. Salí después de despedirme de ellos. Cuando iba a salir escuché la voz de Justin. Me giré y lo vi con Yovanna hablando, ella iba agarrada de su brazo. No quería que me vieran. Me apresuré a la salida y choqué con alguien.
-Oh dios mío que susto.
-Tranquila, solo soy yo ¿Dónde ibas tan nerviosa? – Za me sonrió abiertamente.
-Y-yo ¿Nerviosa? Tonterías – reí nerviosa y mirando hacia la puerta.
-No me mientas Cruz – se cruzó de brazos.
- Yo es que... – mordí mi labio - Creo que me he puesto con el periodo y tengo que ir al baño.
-Vamos, Abby, no me mientas. ¿Por qué no tomamos un café y me cuentas que haces en Los Ángeles? – lo miré. No me haría mal tomar un café con Za. ¿No?
-¿Un café a las seis de la mañana?
-¿Qué más da? – sonrió.
-Está bien – suspiré y me dejé guiar con él.
Cuando llegamos a una cafetería abierta me senté mientras que él pedía los cafés. Mordí mi labio, nerviosa, no pudiendo quitar la imagen de Yovanna y Justin de mi cabeza.
— ¿Y ahora me vas a contar que haces en LA? —puso los cafés en la mesa y se sentó frente a mí.
— Pia Mia me llamó porque quería que le ayudase a escribir una canción —me encogí de hombros y le eché azúcar a mi café.
— ¿Ahora aparte de modelo de anuncios también eres compositora? —alzó una ceja y tuve la urgente necesidad de defenderme.
Negué con la cabeza. — Si piensas que estoy aprovechándome de la relación que he tenido con Justin, no es así. Sabes que necesito el dinero, por eso acepté la propuesta del anuncio.
— No te estoy recriminando nada, Abby. Sé que no estuviste con él por fama, solo me sorprenden los talentos que tienes y que nadie sabía.
— No son talentos, ni tengo talento para componer, ni para lo otro, no sabes lo que me costó grabar el jodido anuncio —sonreí de lado recordándolo.
— Las primeras veces siempre cuestan, no estás acostumbrada – bebió de su café con cuidado de no quemarse.
— Bueno, no va a ver otra vez. No me gusta venir a LA.
— ¿Por qué?
— Demasiados encuentros innecesarios.
— ¿Por eso estabas tan nerviosa? Te has encontrado con él ¿Verdad?
— Si
— ¿Y no fuiste a saludarle ni nada? Le habría gustado saber que estas aquí —alcé una ceja.
— ¿Me tomas el pelo?
— Para nada – removió su café.
— No necesito ninguna amenaza más de sus amigas, Za. Además, él iba acompañado.
— ¿Amenazas? ¿Quién te ha amenazado? Iba con Yovanna ¿Verdad?
— No importa quién me amenazó y si, iba con ella – hice una mueca.
— Sí que importa, y mucho, nadie tiene que amenazarte por nada, y ella solo intenta hacerle sonreír, desde que vosotros dos terminasteis él no es el mismo, llevo tiempo sin verle sonreír de verdad, ella solo quiere eso —se encogió de hombros.
— Za, me parte en dos que él me sustituya tan rápido. Y no me digas que no, todos sabemos cómo es —no sé por qué me sorprendía. Era su amigo.
— Abby el también merece ser feliz, tiene una vida de mierda, tú le dabas algo de luz a su vida, y cuando te fuiste esa luz se apagó, todos queremos que esa luz vuelva, porque de su luz depende la de muchas personas, y ella poco a poco está haciendo que salga de la oscuridad, no que vuelva a la luz, porque eso solo lo puedes hacer tu, pero está saliendo de la oscuridad.
Reí no pudiéndome creer lo que me estaba diciendo. — Solo hace un mes y medio desde que lo dejamos. Solo un mes y medio. Sé que vas a defenderlo porque es tu amigo, pero dime la verdad, ¿Me fue infiel? Si no se acostó con alguna de ellas sé que estaba tonteando con ellas mientras estaba conmigo.
Za se quedó callado un momento, buscando las palabras que decirme. — No te voy a mentir, a veces éramos nosotros los que le tirábamos las chicas encima, pero le habías calado tanto que tú siempre eras lo primero, no lo voy a defender, pero es una persona, y necesita ser feliz, no conoces ni la mitad de la mierda de vida que llevaba antes que tu llegaras a ella, y no podemos permitir que la persona de la que dependen miles de personas se hunda en una oscuridad de la que luego no pueda salir, y ella ha conseguido que no se estanque y que no se hunda del todo —quise reír y decirle a Za que era un ingenuo y un tonto.
— Ósea que debería de ver bien que el mes que viene sean novios —le dije incrédula.
— Tú eres la única que puede parar eso —dijo tranquilamente—, pero el necesita recuperarse cuanto antes.
Claro, y a mí a mis sentimientos que nos parta un rayo.
— ¿Que yo soy la única que puede parar eso? El terminó conmigo.
— Él es capaz de todo por ti, y estaba viendo los errores que estaba cometiendo y lo que eso te estaba haciendo mal a ti, y eso es lo que menos quiere.
— ¡Que no joder, me cago en la puta Za! —alcé la voz haciendo que la camarera me mirara. Estaba harta.
— ¡Yo soy el que lo ha visto llorar por lo que mal que él te veía. Yo soy quien le vio llorar la vez que viniste tan delgada, y yo soy quien le vio llorar cuando volvió de Grecia! —dijo en mí mismo tono de voz.
Se me saltaron las lágrimas sin poder evitarlo. Quería matar a Za, quería matar a Justin y quería matar a todos.
— Bueno, pues que sea feliz con ella —dije ahora más tranquila.
— La única forma en la que va a ser feliz es viéndote a ti feliz —bufé.
— Pues creo que para eso queda un tiempo —bebí de mi café.
— Pues hasta entonces él será la persona más infeliz del planeta, porque lo único que le importa es tu felicidad —la sangre me hirvió.
— Si le importara mi felicidad no hubiera jodido nuestra relación —escupí.
— No la ha jodido queriendo. Él hacía todo lo que pensaba que era lo mejor —iba a saltar por la mesa y ahogarlo como siguiera diciendo esas cosas.
— ¿Lo mejor? No le decía que no tuviese amigas, Za. Si no que vigilara lo que subía porque me hacía daño. Él me dejó sola en su casa para ir a tirarse a Selena, él se insinuaba con otras chicas estando conmigo. Podría haber evitado eso.
— Sabes que mucho de eso lo hacía obligado, muchas noches me llamaba llorando porque le había llamado Scooter que tenía que ir donde Selena o crear polémica y sabía lo que eso te causaba —dejó el vaso vacío en la mesa.
— No me lo creo. ¿Justin llorar por eso? —reí cínica—. No lo pongas tan santo porque sabes que no lo es. Habla claro, Za.
— Lloraba por lo que te iba a causar, porque sabía que tú no te merecías esa mierda, pero aun así el seguía dañándote y dañándote, pero ¿Sabes qué? Cree lo que quieras, ya somos demasiadas personas los que te estamos diciendo lo que pasa, no le estoy poniendo a el de santo, solo te estoy contando la jodida realidad, pero ya todos nos estamos cansando de que te hagas la víctima y la única que sufre.
Abrí mi boca. — ¿Perdona? ¿Qué pasaría si en año nuevo Atifa te ignora y lo que está haciendo es hablar con su ex novio?
— Pues sí, me enfadaría, pero todo tendría una explicación —saqué el monedero.
— Me ha gustado verte, toma el dinero de mi café —puse él dinero en la mesa y me puse mis gafas de sol.
Me levanté y me dirigí a la salida mientras Za decía: — Haz lo que quieras Cruz, pero que sepas que no estás haciendo lo correcto.
Limpié mis ojos con rabia por debajo de mis gafas.Pediría un taxi y le haría una visita a Justin. Lo malo es que iba echando fuego, así que interrumpiría su tan querida paz en su hermoso Penthouse.
N/A: Adelanto de la canción de Pia en el instagram : @cruzundercover / Una pregunta : ¿Team Justin o Team Abby? Dejen un comentario con su opinion y subiré otro mañana o pasado!
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