Lo miré mientras que él sujetaba mi mano contra su erección y me miraba intensamente.
En ese momento supe que debía de alejarme de él, y no porque sujetara mi mano contra su erección, sino porque sabía que él iba a romper mi corazón. Pero no podía simplemente dejarlo.
- Vamos a comer - murmuré. Justin separó mi mano y la cogió para guiarme hacia la mesa.
Levantó las tapaderas de la bandejas dejando ver sopa, ensalada y arroz. Dos botellas de agua y dos vasos estaban encima de la mesa. Pusimos la comida en la mesa pequeña y nos sentamos en el suelo apoyados en el sofá mientras comíamos entre bromas.
- Oh venga, ¿No fui el primero? - dijo metiéndose una cucharada de arroz en la boca. Negué con la cabeza. - Pensé que sí.
- Pues no - bebí un poco de agua.
-¿Quién fue?
- Mi ex novio - me encogí de hombros - Aunque no sé si puedo llamarlo así.
- ¿Te hizo daño?
- No es eso, me di cuenta de que el solo quería un sitio donde meterla, y cuando por fin le dejé ni siquiera me tuvo en cuenta. Me dolió más de la cuenta, supongo que es porque estaba nerviosa y tensa, jamás me imaginé que mi primera vez fuera en un coche ¿Sabes? - metí un trozo de lechuga en mi boca - Llámame una tonta romántica, pero me imaginaba mi primera vez en una cama, y ya no con velas o rosas, sino... No lo sé - me encogí de hombros - Me hubiera conformado con que él fuera atento y dulce conmigo... Se supone que me quería - miré a Justin que me miraba atentamente - Pero eso ya es pasado - le sonreí.
- Lo siento - dejó el tenedor en el plato - ¿Yo fui tu segunda vez? - asentí. - Vaya, yo debí ser más romántico entonces. - negué con la cabeza.
- Estuvo bien, Justin. - le sonreí - Tuviste cuidado, eso fue importante. Me diste confianza y fue importante.
- ¿Te acuerdas que te dije que tenía la necesidad de hacer todos tus sueños realidad? - asentí. - Sigo queriendo hacerlo. Así que, vamos a hacer algo. - Justin se levantó y lo observe mientras que entraba en la habitación. Miré hacia otro lado esperando a Justin hasta que salió y volvió a sentarse de nuevo a mi lado con un cuaderno y un bolígrafo.
- ¿Qué vas a hacer? - sonreí viendo cómo él abría la última página del cuaderno.
- Escribiremos nuestros sueños.
-¿Tú aún tienes sueños sin cumplir? - reí.
-Bueno, no materiales, pero si sentimentales.
-Eso fue tierno.
- Lo sé - me sonrió de lado y negué con la cabeza mientras sonreía. - Empieza - puso un 1. En el cuaderno y me quedé en blanco.
-No lo sé - reí.
- Oh, venga vamos - me miró y lamí mis labios mientras pensaba.
- Siempre he querido viajar a Londres - miré hacia el cuaderno de Justin mientras que él escribía en él. - Y a Nueva York, comprarme ropa gringa. - Justin me miró frunciendo el ceño.
-¿Que es gringa? - solté una carcajada.
- Gringa es una extranjera guapa, por ejemplo, tú eres un gringo. - Justin me miró entrecerrando los ojos para después sonreír mientras negaba con la cabeza.
-Pondré comprar ropa. Sigue.
- Hacerme un tatuaje... y ya – lo miré y cuando Justin terminó de escribir me miró.
-Imposible, se que aún te queda por decirme.
-¿Quieres saber mi sueño?
-Claro, eso es lo que te estoy preguntando, Abby. – rodé los ojos.
-Me gustaría vivir en alguna parte de Estados Unidos, en un piso, sola, y trabajar de profesora de español.
Justin me miró un momento -¿Ese es tu sueño? – asentí. - ¿Y vivir sola? - volví a asentir. - ¿Por qué?
- Me gusta la soledad - me encogí de hombros.
- La soledad no es buena - Justin miró al cuaderno mirando lo que había escrito. No le respondí.
- Bien, ¿Algo más?
- También tengo sueños locos - Justin me miró interesante.
- ¿Como cual?
- Ir a Burguer King y comerme una hamburguesa de McDonald - Justin y yo nos quedamos mirándonos fijamente.
- ¿En serio? - solté una carcajada haciendo a Justin reír también.
- No, era broma. Quiero conocer a Dylan O'brien.
-¿A quién? - me preguntó extrañado.
- A Dylan O'Brien - le repetí.
-¿Quién es ese? - cogí mi móvil y le enseñé una foto.
- ¿En serio? - alzó una ceja.
- Si - sonreí - Me encanta, me tiene enamorada - sonreí abiertamente mirando la foto.
- Ya veo... - Justin me observó - Creo que ese no es un sueño válido.
- ¿Por qué no? - dije sin borrar la sonrisa de mi cara en todo el tiempo - ¿Justin Bieber está celoso?
- Claro que no - rodó los ojos.
- Si lo estás.
- No, no lo estoy - volvió a mirar el cuaderno y lo miré sonriente mientras alzaba una ceja. Justin me miró de reojo - ¿Por qué me miras así? - reímos.
- Otro de mis sueños es hacerme una sesión de fotos.
- De acuerdo - Justin lo apuntó. - ¿Algo más?
- Mmmm... Me gustaría irme de fiesta con Red Foo. - Justin me miró. - Vale vale - levanté mis manos. - Me gustaría ser feliz - admití.
-¿No eres feliz? - Justin dejó el cuaderno a un lado.
- No existe la felicidad, solo momentos felices, y últimamente estoy teniendo más momentos malos que felices.
- Adivino que cumpliendo estas cosas tampoco serias feliz ¿Cierto? - ella asintió.
- Solo son cosas que quiero hacer, mi sueño es poder encontrar una estabilidad poco a poco cuando empiece a trabajar e ir formando mi vida. - me encogí de hombros.
- Hay algo dentro de ti, Abby. Puedo notar la tristeza en tus ojos aunque la mayoría del tiempo estés sonriendo.
- ¿Eso piensas?
- Si, y me gustaría que me lo contaras.
- No hay nada que contar - le sonreí. - Como te dije en Suiza, estos últimos tres años han sido difíciles, aún estoy recuperándome, supongo. - lamí mis labios. - ¿Cuales son tus sueños, Justin?
- Similar al tuyo, formar una familia y tener una vida estable.
- ¿Sabes? Me da miedo que llegue esa época.
- ¿Por qué?
-Porque te tomarás un descanso y no tendremos gira y nueva música en un tiempo. Pero necesitas un largo descanso. Llevas estos años al pie del cañón. Eso no es bueno.
- Lo sé - Justin de quitó la gorra y pasó una mano por su pelo. - Pero me gusta hacer música y dar conciertos.
- Y yo que me alegro - le sonreí.
- Me encanta tu sonrisa, nunca dejes de sonreír, Abby.
- Me va a doler la cara. - Justin rió mientras miraba hacia abajo.
- Eres increíble - cerró el cuaderno.
- Lo sé - Justin me miró y nos quedamos mirándonos un momento.
- Me gusta pasar tiempo contigo. - sonreí. Justin se levantó y me tendió una mano. La cogí y me ayudó a levantarme.
Nos dirigimos a la habitación y Justin fue al baño para darse una ducha después de decirme que no me quedara dormida. Cuando me metí en la cama y me tapé luché para que no se me cerraran los ojos. Imposible.
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