Esperé a que Abby llegara para poder poner la película. Ella se había negado a que viéramos la película en la sala para cine que tenía, así que la estaba esperando sentado en el sofá.
Entré en twitter y respondí varios tweets y seguí a varios twitters. Después entré en el perfil de Abby y miré sus tweets. Ella había estado twitteando. Había contestado a varias chicas en español, y sus seguidores habían subido. Decidí seguirla y darle RT al la foto que yo había subido.
-¿Sabes? - Ella apareció - He esperado durante mucho tiempo que me siguieras en twitter, y la verdad es que cuando he visto Justin Bieber te sigue y he entrado y eras tú... Me he hasta emocionado - soltó una risita y sonreí.
-No encontré The Ring, pero si compré Expediente Warren, es nueva. ¿Te gustaría verla?
- Claro - Abby se sentó a mi lado - ¿De qué va?
- Exorcismo y esas cosas.
- Está bien - dijo no muy convencida.
-¿Estás lista? - dije cogiendo el mando de la televisión. Solo alumbraba el salón una pequeña lámpara que estaba en una de las esquinas. Abby asintió y puso sus pies arriba el sofá. Le di al play y la película empezó. Me levanté para apagar la lampara y me senté de nuevo a su lado.
Abby tenía sus piernas encogidas. Agarraba un cojín con una mano y con su otra mano agarraba fuertemente mi mano mientras que la ponía en sus ojos o al lado de su pecho como si fuera a darle algo. Sonreía ante su reacción - ¿Falta mucho? - me preguntó al borde de un ataque.
- No lo sé - sonreí mientras que la miraba. Cuando la película terminó me levanté a encender la lámpara y miré a Abby aún encogida en el sofá. - ¿Que te ha parecido?
- Ha sido... estoy asustada, no me recupero. Dios mío - movió la cabeza de un lado a otro y se levantó dejando el cojín en su sitio. - Pienso que lo que me ha dejado en shock ha sido que eso ha pasado de verdad. Me pasa algo como eso y no lo cuento, con lo miedosa que soy. - bostezó.
- Ven, vamos a la cama - le tendí mi mano y ella la cogió. Mi móvil sonó y miré mis mensajes. - Sube, ahora voy yo - ella me miró un poco insegura y asintió. - No te pasará nada - sonreí - No hay espíritus, monstruos o cualquier otra cosa aquí.
- Eso espero - ella sonrió y encendió la luz para subir las escaleras. La miré mientras subía y después dirigí la vista a mi móvil.
Za:
« Entra en la página de tmz»
«No leo esas mierdas» le contesté.
« Mira la jodida página pedazo de idiota» rodé los ojos y encendí el ordenador.
Cuando se cargó entré en la página de tmz y vi varias noticias hasta que vi mi nombre.
"Fotos filtradas de Justin Bieber en Pig Island " fruncí el ceño y entré en la noticia, donde salía una foto de mi espalda.
Leí la noticia donde ponía que una fuente cercana a mi había vendido las fotos, y mencionó nuevas amistades. Vi las fotos y suspiré pasando una mano por mi pelo.
« ¿Crees que ha podido ser Abby?»
« No lo sé tío, ahí pone nueva amistades. Por eso me quedé un poco en shock»
Cerré el ordenador y subí las escaleras realmente enfadado. ¿Cómo podía haberlo hecho? Sabía que ella estaba mal de dinero, pero jamás pensé que fuera capaz de traicionarme de esa manera. Entré en la habitación y la vi sentada en la cama mirando su móvil.
Abby
- ¿Se puede saber que son estas fotos? - la voz de Justin me sobresaltó. Traía su portatil en sus manos. Fruncí el ceño y cogí el ordenador para ver a qué se refería. La página de tmz estaba puesta, y en ella salían varias fotos de una de las veces que Za y Justin se fueron a nadar con los tiburones. Abajo ponía que un amigo de Justin había vendido las fotos.
- ¿Que estás insinuando? - dejé el portátil a un lado de la cama.
- ¿Tu qué crees? - negó con la cabeza.
- ¿Perdona? Yo no he vendido ninguna foto. - me ofendí.
-¿Ah no? ¿Entonces eso que es?
- ¿Pero por qué crees que fui yo? - me alteré.
- Tengo muchas teorías en mi cabeza.
- Pues empieza - me crucé de brazos.
- Bueno, lo he estado pensando antes de acusarte, y tú necesitas dinero, así que yo soy la cosa más fácil que te ha sucedido ¿Cierto?
-¿Te crees que el dinero para mi es importante?
-¿Para quién no lo es? Serás como todas, solo piensan en el dinero y la fama - escupió - No sé en que estaba pensando, ellos tenían razón, no debí de dejar que esto llegara demasiado lejos. ¿Qué será lo próximo? ¿Fotos mientras me ducho? - mi boca cayó al suelo y mis ojos dolieron por la necesidad de llorar.
- Yo no estaba contigo cuando te grabaron meando en un jodi.do cubo de la limpieza - dije con rabia y la mandíbula apretada - Tampoco estaba contigo cuando estabas fumando. Así que deberías de abrir tu estúpida mente y pensar más antes de acusar a alguien. No me interesa tu estúpido dinero, ni tu fama - lo señalé con el dedo - No me conoces, no sabes cómo soy, así que no me judgez a la primera, Justin. Lo que tienes que hacer es escoger mejor a tus amigos. No es mi culpa que ellos te traicionen. - dicho esto lo esquivé y salí de la habitación.
- ¿Esa va a ser su actitud? ¿Huir de todo? - alzó la voz mientras yo bajaba las escaleras.
- ¡Huyo de lo que me hace daño! - le grité - Y tú ahora mismo me lo estás haciendo. No sé cómo puedes pensar que yo haría eso. - Mi labio inferior tembló y me giré. - No sé cómo has podido acusarme de eso - alcé la voz dolida y salí al patio trasero queriendo alejarme de él. Crucé mis brazos debajo de mi pecho y miré la luna reflejada en el agua de la piscina, acompañado por la sintonía de varios grillos.
- Abby - Justin habló en voz baja y suspiró. - Lo siento ¿Vale?
- Nunca me ha interesado el dinero - susurré y mi voz sonó entrecortada al no querer llorar.
- No me conoces, no sabes nada sobre mi vida.
- No debí juzgarte - su voz sonó más cerca. - Lo siento - su voz sonó suave. Noté sus dedos inseguros en mi hombro. Cerré mis ojos, dejé mis brazos caer a mis costados y dejé que sus dedos acariciaran mis brazos. Sentí su cuerpo pegarse a mi y me apoyé en su cuerpo. Justin me rodeó con sus brazos y besó mi coronilla.
Era normal que Justin desconfiara de mí.
Era una fans que no estaba muy bien económicamente. Me giré y me aferré a él. Odiaba esto, no podía mantenerme alejada de él. Lo quería, es más, podía decir que lo amaba con todo mi corazón. Lo amaba antes de conocerlo en persona, y ahora que lo conozco lo amo más. Mi corazón solo latía por él. Justin se separó un poco de mi y levantó mi mentón para mirarme.
- Voy a besarte - susurró. Puso una mano en mi mejilla y cerré los ojos esperando el beso, hasta que sentí sus dulces labios besar los míos. Dulce droga. Justin pasó su lengua por mis labios. Puse mis manos en sus brazos, sintiendo sus músculos. - Perdóname - susurró - Simplemente estaba demasiado molesto para pensar con claridad - rozó su nariz con la mía. - Ven aquí - puso sus manos en mi trasero y rodeé su cuello con mis brazos. Justin me alzó y rodeé su cintura con mis piernas.
Dejé que siguiera besándome. Su lengua pidió paso a mi boca y la dejé entrar. Me besó lentamente, como si quisiera saborearme.
No iba a mentir, me sentía condenadamente bien entre sus brazos. Me hacía sentir segura y querida. Esto era como un sueño, del cual no quería despertar.
Siempre había querido saber cómo sería abrazar a Justin. Cómo sería vivir con él, tener una conversación y poder bromear. Cuando veía fotos de Jelena me sentía celosa porque ella tenía lo que yo más deseaba.
- Vayamos a la cama - susurró a centímetros de mi rostro. Justin me soltó y me dejó en el suelo.
- Súbete a mi espalda - me hizo señas.
- ¿Bromeas?
- No, claro que no. - Justin se agachó y me agarré a sus hombros. Este se puso de pie y agarró mis piernas a cada lado de su cintura.
Apoyé mi cabeza en su hombro mientras subía las escaleras. Miré arriba de su labio.
- ¿Te estás dejando bigote?
- ¿Te gusta? - Justin movió sus labios.
- Si - llegamos al piso de arriba.
- Me lo imaginé - suspiré. Cuando entramos en la habitación me bajé de la espalda de Justin y caminé hacia la cama sentándome en ella y mirando a Justin, que se había quedado de pie y me estaba mirando.
- ¿Qué? - él no dijo nada y se quitó su camiseta dejándola a un lado y después se quitó sus calzonas quedándose en bóxers. Me metí entre las sábanas y Justin apagó la luz. Lo sentí acostarse a mi lado.
- Ven aquí - vi sus brazos abiertos y me apoyé en su pecho. Justin me rodeó con sus brazos y con su brazo libre puso una de mis piernas arriba suya. - Eres tan pequeña - susurró tocando mi pierna. - Yo llevaba una camiseta blanca y unos culotes negros. Me aferré a él.
- Si nena, aférrate - bajó su mano a mi trasero y me impulsó hacia arriba. - Bésame - dijo con voz ronca.
- No veo donde están tus labios - Justin soltó una risa ronca. Jodidamente sexy. - Tócame hasta que los encuentres. Subí mi mano por su pecho, su barbilla y me incorporé cuando encontré con mis dedos sus labios. Justin abrió su boca y los mordió.
- Ay - reí. Justin cogió uno de mis dedos y sentí que lo metió en su boca y después lo chupó. Maldije por no tener la luz encendida, esa sería una escena digna de ver. Dejó mi dedo y me impulsó para quedar sentada encima de él. Sentí a Jusin incorporarse y buscar mis labios hasta que los encontró. Me besó impaciente y mi cuerpo reaccionó moviéndose encima de él. Haciéndolo soltar un gemido.
Me dio la vuelta y el quedó encima de mí. Las sábanas se enredaban a nuestro cuerpo, por lo que apenas podíamos movernos.
- Maldita sea - se estiró y encendió la luz, lo que me hizo parpadear para acostumbrarme. Desenredó las sábanas de nuestros cuerpos lo que me hizo reír. Me besó cuando nuestros cuerpos estuvieron fuera de de las sabanas. Lié mis piernas a su cintura quedando en contacto. Bajó sus besos a mi clavícula para después bajar a mi cuello, encontrándose con mi camiseta. Me incorporé para que él la pudiese sacar. Besó mis pechos por encima del sujetador. Cerré los ojos mientras sentía sus besos y caricias.
Bajó por mi abdomen haciendo mover mis caderas involuntariamente. Llegó al borde de mis culotes y pasó sus dedos por encima de mi ropa interior, a lo que gemí en voz baja.
- Estoy deseando hacer esto - murmuró y cogió el borde de mis culotes. Levanté mis caderas y dejé que me dejara semi-desnuda, ya que mis pechos estaban cubiertos. Miré hacia abajo y él me abrió las piernas. - ¿Que vas a...?
- Shhh - puso un dedo en mi boca - Disfruta, cariño. - Oh dios mío. Tragué saliva y sentí que Justin besó mi feminidad. Se me quedó el aire atrapado en mi garganta. Sentí esta vez a su lengua hacer su magia. Puse mis pies encima de sus hombros. Me di cuenta de que él se estaba tocando por encima de sus bóxers mientras que con la otra mano agarraba una de mis piernas. Gemí ante esa imagen. Me retorcí en la cama y rodeé su cuello con mis piernas sin hacerle daño. - Justin - dije con voz ahogada. Puso sus dos manos en mi vientre aguantándome. Grité y temblé cuando me sentí llegar.
Abrí mis ojos y me encontré en la habitación de Justin, él no estaba. Me levanté y me estiré. Fui al cuarto de baño y me lavé la cara y los dientes. Me miré al espejo y sonreí. Estaba feliz. Esto era una especie de sueño increíble, del que esperaba no despertar. Me puse unos pantalones vaqueros cortos altos rasgados y una camiseta blanca de tirantes que iba amarrada en un lazo un poco más arriba de mi ombligo y en medio tenía el símbolo de Superman. Busqué mis chanclas por la habitación pero no las encontré. Me acordé de que las había dejado a noche donde vimos la película. Abrí la puerta y me dirigí a las escaleras. Empecé a bajarlas y escuché el móvil de Justin sonar.
- ¿Selena? - me paré en seco y mi corazón se paró por un momento. - Si, yo también tengo ganas de verte - suspiró. Y cerré mis ojos intentando controlar mis emociones. - Vale, ahora voy para allá. Adiós.
Subí las escaleras de nuevo sin hacer ruido y me dirigí a la habitación de Justin. Cerré la puerta y me metí en el baño. Él seguramente vendría a avisarme de que se iría. Y no me equivocaba. Escuché desde el cuarto de baño la puerta abrirse. - ¿ Abby?
- ¿Ajam? - conseguí decir.
- Tengo que ir a ver a Scooter, no tardaré.
- Esta bien.
- Te he dejado el desayuno en la cocina, y mi ordenador está en la sala. Puedes hacer lo que quieras, solo no quemes la casa.
- Lo intentaré. - escuché una risa de Justin y mordí mi labio inferior. La puerta volvió a cerrarse y aguanté la respiración. Salí del baño y escuché la puerta de casa cerrarse. Después de unos segundos el coche de Justin arrancó, volví al baño y cerré la puerta detrás de mi. Me apoyé en ella y descendí hasta llegar al suelo.
No, el no quería olvidar. Ni siquiera quería intentarlo. Me abracé a mi misma y empecé a llorar, sintiendo cómo mi corazón se rompía en veinte y cuatro piezas.
Si la quería ¿Por qué me hacia todo esto? No lo entendía. Al final mi madre tenía razón. Me levanté con rabia y abrí la puerta mientras limpiaba mis lágrimas con la parte trasera de mi mano. Saqué mi maleta de un armario y la dejé encima de la cama. Abrí uno de los cajones que Justin me había acomodado para que pusiera mi ropa y la eché en la maleta, sintiendo cómo me desmoronaba por momentos. Eché toda la ropa, los zapatos, y mi neceser. Me puse mis deportes y me senté encima de la maleta para cerrarla. Cuando al fin lo conseguí.
La bajé con dificultad de la cama. La arrastré fuera de la habitación y miré las escaleras. La bajé como pude, al borde de caerme. Dejé la maleta a los pies de las escaleras y miré la casa. Si es así como jugaba Justin, yo no sería parte de su juego. Lo quería, demonios, claro que sí.
Entré en la cocina y miré en el frigorífico, donde me había dejado un zumo de naranja en un vaso. Lo cogí y me lo bebí apoyada en la encimera mientras miraba al comedor. Me sentía verdaderamente mal.