No corregido.
Justin Bieber le está pagando el tratamiento a la madre de Abby Cruz.
Todos sabemos que Abigail no está pasando por un buen momento y que no tiene un poder asquisitivo como Justin. Por eso mismo, la española se dejó ver con Bieber, para engatusarlo de nuevo y hacer que pagara el tratamiento. Pudimos verla muy agresiva con las cámaras cuando acompañaba a su madre al hospital y también pasandoselo bien con Justin en U.K.
- No deberías de leer esas cosas - Diego se sentó a mi lado en el sofá.
- No sé quién ha escrito esta basura, seguramente no un periodista de verdad. Está criticandome, escucha. No le preocupará mucho su madre cuando la vemos recorriendo el mundo a costa de Bieber.
Cerré la página y bloqueé el móvil. - Tú sabes que eso no es verdad.
- Ya, pero la gente se lo cree. - murmuré.
- ¿Y que mas dá?
- Me insultan y es inevitable no leer los comentarios... me hacen daño a veces.
- Es normal, pero intenta no mirarlo.
- ¿Qué vas a hacer de comer? - mi hermano apareció en el salón. - ¿Quién está con mamá?
- La abuela, y no lo sé. ¿Pasta?
- ¿Otra vez? - dijo molesto.
- ¿Hace cuanto la comiste? - me levanté.
- Hace unos tres días, yo quiero otra cosa. Y deberías limpiar un poco. - salió del salón y escuché la puerta de su habitación cerrarse.
- Solo quiero matarlo - gruñí saliendo del salón para dirigirme a la cocina.
- Pensé que os llevabais bien.
- Mas o menos - murmuré.
- Iré a por unas pizzas, ¿Qué te parece? Después te ayudaré a limpiar.
Suspiré. - No tienes por qué estar aquí ayudandome.
- Deja que te ayude, quiero hacerlo. No te echaré nada en cara. Iré a preguntarle a tu hermano de que quiere la pizza.
Suspiré y cuando Diego se fue, empecé a limpiar. Mi hermano puso la mesa y cuando terminé de limpiar los baños y las habitaciones, mi amigo volvió. El olor a pizza nos envolvió y nos sentamos a comer.
Sabía que esto era duro para Daniel, pero para mí también lo era, y eso él no lo entendía. Él sí podía quedar con su novia todos los días, sin embargo yo no. Aunque el no tenía que coger un vuelo para verla.
Fui de nuevo al hospital junto con Diego, que resultó ser una buena compañía porque nos hacía reír con sus estupideces. Incluso a la señora de al lado y a su marido.
Diego se iría al día siguiente y no quería que se fuera. No quería quedarme sola. Mi hermano tenía clases por las mañanas, mi abuela estaba cuidando a mi abuelo y mi tia trabajaba. Mi prima estaba en otra ciudad estudiando y era la única que podía estar con mamá.
Diego me acompañaba por las mañanas y hacía amenas mis tardes.
Mi hermano fue a ver a mi madre por la tarde y aproveché para salir con Diego del hospital a que nos diera un poco el aire.
- Vamos a tomar un café. - dijo.
Lo seguí y el cogió mi mano y la apretó cuando vio a fotógrafos. - No entiendo por qué está aquí. - susurré cansada.
- Ignoralos.
Me senté en una mesa de la pequeña cafetería y esperé a que Diego llegara con los cafés. Miré mi móvil y vi un mensaje de Justin donde me preguntaba como estaba. No tardé en contestarle y dejé mi teléfono al lado cuando Diego llegó con los cafés. Puse mi mano alrededor de mi taza y suspiré. - Ojalá pudiera quedarme más tiempo. - dijo. Negué con la cabeza. Diego había estado llevandome comida al hospital, ropa. Había ayudado a Daniel con su resentimiento y ahora mi hermano estaba tranquilo, más o menos.
- Espero que le den el alta pronto y pueda estar en casa.
- Yo también lo espero. - bebió de su taza.
Nos quedamos callados un momento hasta que él volvió a hablar. - Así que... ahora mismo tu madre no está cobrando nada.
Lo miré. - Sí - suspiré. - Algo está cobrando. Le bajaron el sueldo. Yo tengo dinero ahorrado y mi abuela nos ayuda.
Diego asintió. - Pensé que...
- No. Él solo pagó el tratamiento, que no se si servirá de mucho. - bebí. - Cada vez está peor.
Diego cogió mi mano y la apretó. - Todo irá bien. Tu madre tiene muchas ganas de vivir.
Eso esperaba. Esperaba que siguiera luchando y no se dejara vencer.
Diego se fue al día siguiente y me despedí de él con un fuerte abrazo. - Avísame cuando él vuelva a cagarla. - Besó mi mejilla, dejando sus labios ahí durante unos segundos.
- Ten un buen viaje.
————
Mi hermano y mi abuela estaban en el hospital, así que fui a casa a ducharme. Me bajé del coche y bostecé mientras lo cerraba. Caminé los metros que me separaban del portal y vi a una chica bajita con su pelo corto rizado. Se giró y me quedé parada cuando vi a Marta.
Ella sonrió y me saludó efusivamente con la mano. No tardé en llegar a ella y fundirnos en un fuerte abrazo. - Te he echado de menos. - dije.
- Yo también mucho. - nos separamos.
- ¿Qué haces aquí? ¿Cómo estás? - le sonreí.
- No podía no venir a veros después de lo de tu madre.
Sonreí y volví a abrazarla. - Gracias. ¿Él no ha venido?
- Tenía que trabajar, pero está deseando venir.
Entré en el portal y Marta empezó a contarme como le estaba yendo. Se metió conmigo en el cuarto de baño mientras me duchaba y en mi habitación mientras me vestía. Había olvidado todo lo que podía hablar.
- Y bueno, ahora tú - me señaló mientras me secaba el pelo con la toalla. - Explícame qué es eso de que has vuelto con él. He visto fotos.
Cogí aire y después lo solté. - ¿Crees que es un error?
- ¡Por supuesto que sí! ¿Te has olvidado de lo que te hizo? Estuvo jugando contigo por años. Sé que no soy nadie para meterme en tu vida, pero te he visto llorar y sufrir por él, demasiado. Te he recibido en el aeropuerto viendote llorar cuando tendrías que venir super feliz de que habías pasado unos días con él.
Me senté en la cama. - Lo sé.
- ¿Entonces? No lo entiendo, ¿Os encontrasteis en Ibiza?
Asentí. - Lo vi en una discoteca, estaba con una de mis amigas en la zona VIP.
- ¿Te vio? - Asentí. - ¿Se acostó con tu amiga? - lamí mis labios y Marta se quedó callada un momento. - ¿No pudiste simplemente ignorarlo?
- El me invitó a su yate.
- Y aceptaste ir.
Asentí. - Llevaba mucho tiempo sin acostarme con nadie.
- ¡Te lo tiraste después de que se acostara con tu amiga!
Vaya, si que sonaba mal cuando lo decías en voz alta.
- Él me pidió una segunda oportunidad.
- ¿Segunda? - rió - Una quinta o sexta tal vez.
- Le dije que no. - miré mis manos. - Él me invitó una noche a cenar y... bailamos en el paseo marítimo...
- Sí, he visto el video.
- Me sentí tan bien, Marta. Fue una noche perfecta y no hizo falta que nos acostaramos. Pude ver al Justin simpático y abierto y... - me encogí de hombros. - Me fui a Madrid después de decirle que no iba a volver a intentarlo. Cuando volví a casa, él vino a verme diciendo que tenía un contrato para mí. - respiré hondo antes de continuar. - Él me dijo que se había acostado con muchas chicas estando conmigo.
- Eso ya lo sabias. - Marta me miraba preocupada.
- Sí, pero escucharlo de su propia boca... - limpié una lágrima que rodó por mi mejilla. - Le dije que no, que no quería trabajar con él. Después mi madre se puso enferma y no me quedó más remedio que aceptar.
- Y volviste a caer ante él.
Asentí mordiendo todo mi labio inferior. - Tú no te tropiezas dos veces en la misma piedra, a ti te gusta la piedra. - dijo en conclusión. - ¿Qué hizo para que volvieras a caer?
Me quedé pensando. - No lo sé. No sé si lo que necesitaba era algo de cariño o... - negué con la cabeza.
- ¿Y si vuelve a hacerlo?
No pude contestar a esa pregunta, la presión estaba en mi pecho, haciendome sentir mal, imaginandome cómo me destrozaría saber que Justin seguía igual que siempre.
—————
Llevé a Marta al hospital y estuvo un rato con mi madre. Después mi hermano la acercó a casa con la abuela. Comia la ensalada de pasta que había traido en una fiambrera mientras veía la televisión. Estaba puesto en las noticias y tenía el volumen tan bajo que apenas me enteraba.
- ¿Que te pasa? - preguntó mi madre.
La miré. - Nada, ¿Por qué?
- Te noto extraña. ¿Puedes acercarme el vaso de agua?
Dejé mi comida en la pequeña mesita y cogí su vaso de agua. La incorporé un poco y la ayudé a beber. - Me gusta mucho ese chico, Diego.
- Creo que a todas nos gusta - dijo Elena, la compañera de habitación de mi madre. Sonreí al igual que lo hizo su marido. - Creo que alegró la vista de todas las mujeres que se cruzaron con él.
No pude evitar reír un poco y me senté de nuevo con mi comida. - Es un buen amigo. - me encogí de hombros.
- ¿Y no te sale más rentable estar con él y no con... el otro?
Lamí mis labios y moví el tenedor entre la pasta de espiral. Me encogí de hombros. - Supongo que no elijo a quien querer.
——————
Justin estaba en Toronto, pasando sus días libres antes de volver a los conciertos.
Mi parte ingenua había pensado que quizás el se pasaría por aquí antes de ir a Toronto, pero no fue así. Hablaba con él la mayoría de los días, pero no era lo mismo.
Mamá ya estaba en casa y estaba ayudandome o más bien, enseñandome a hacer algun que otro guiso. - Voy a sentarme porque estoy un poco mareada - susurró. La vi salir de la cocina y me apoyé en la encimera. No dormía bien desde que había estado en Madrid, y estaba agotada.
Llamaron a la puerta y ni siquiera me quité el delantar para ir a abrir. Abrí la puerta, esperando encontrarme con mi hermano, mi tia o alguna vecina. Pero me equivoqué.
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Hola :3 voy a volver con las metas de votos porque sé que les cuesta pinchar la estrellita.
180 votos - 30 comentarios.
¿Debería Abigail olvidarse de Justin y empezar de nuevo? ¿Por qué Justin no habrá ido a verla? ¿Quién estará tras la puerta?
Me quedan 9 días para ir al Purpose Tour y no puedo estar más nerviosa.
Estaré poniendo adelantos en Instagram stories en @ cruzundercover
Canción: Noah Cyrus - Make me
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