Laxus VS Nazli [ II ]

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Caí de frente en el ring, me sostuve con ambas manos y me levante. La luz que descendía sobre le ring me encegueció por un momento, pero luego de unos segundos me acostumbre. Me voltee de inmediato apenas escuche varios gritos diciéndome que caminara hacia mi esquina, no vi a Nazli y la verdad no la quería ver ¿Cómo podría pelear contra una mujer? ¿Podría golpearla? ¿Podría golpear a una heroína? Cada vez todo me parecía más absurdo, era imposible que una persona normal se enfrentase a un héroe.

Camine hacia la esquina con pasos cortos, no quería llegar, lo único que se me pasaba por la mente era el simulador de dolor. Estaba caminando hacia un futuro en el que conocería el dolor de morir. Me empezó a sudar la frente y a esta le siguieron mis manos; y como si esto fuera poco, mi sonrisa despreocupada apareció apenas llegue a mi esquina.

Un viento acaricio mis mejillas, sentí un gran alivio y una gran sensación de paz. De pronto lo note, tenia los ojos cerrados. Los abrí despacio, dejando que la refrescante brisa rosara mi cuerpo. Me encontraba sumergido por una enorme esfera de luz que empezó a tragarme. Mis manos desaparecieron, intente gritar, le siguieron mis pies, pero nadie me escucho, y de pronto me trago la enorme esfera de luz.

Aparecí de nuevo en el ring, me encontraba con un pantalón de sudadera blanco y estaba sin camisa ni nada que cubriera mi pecho. Sentí frío y vergüenza, todos los héroes que habían pasado poseían cuerpos esbeltos y tonificados, mientras que el mio el de un adolescente promedio, común y corriente. Pero no dure mucho tiempo pensando en eso, la sensación desagradable que le da a uno justo cuando algo malo va a pasar se apodero de mi.

Mire a mi alrededor ¿Qué tenia como arma?, gire mi cabeza hacia mi izquierda. De inmediato, se materializo un escudo pequeño, circular y bastante ligero. Lo moví un poco y dirigí mi vista hacia mi mano derecha y apenas lo hice una espada se materializo dentro de mi puño. El arma tenia una empuñadura bastante cómoda, parecía de caucho, su filo tenia unos 50 centímetros, la verdad nada especial.

Me decepcioné un poco, aunque sabia que no podría hacer gran cosa contra Nazli, guardaba la esperanza de obtener alguna clase de arma especial, pero termine con el conjunto de armas más básico de todos. Suspire y mire hacia el frente, y hay se encontraba la hermosa mujer contra la que me tenia que enfrentar.

Nazli, era la heroína más atractiva de entre todas. Tenia cabello negro, corto, su piel era de color caramelo y sus labios eran carnosos y de un color rosa bastante provocativo. Su cuerpo tenía tal encanto que hipnotizaba de verlo por más de unos cuantos minutos. Se encontraba con el top y el pantalón blanco predeterminado para las heroínas. Sus armas eran dos hoces  con terminación circular, una con el filo de color dorado y la otra con el filo color plata.

De pasar de verla a ella a sus armas fue un gran impacto, apreté mis puños con muchísima fuerza. Agarre mi escudo y espada e intente hacer una posición de combate que había alcanzado a ver en alguna de las transmisiones de gladiadores que se hacían en mi pueblo. Unas risas estallaron, pero no me desconcentre. Mi respiración estaba acelerada, mi mente empezaba a estar en blanco pero el temor no desaparecía.

Inhale y luego exhale, solo falto eso para perder de vista a Nazli. Me voltee rápidamente pero no se encontraba detrás de mi, gire a la derecha y de inmediato a la izquierda pero no había rastro de ella hasta que escuche gritar a Yaboth ― ¡Arriba! ―

Sentí un estruendo sobre mí, seguido por un gran golpe y un ruidoso estallido que me tumbo contra el suelo del ring. Una fina capa de polvo salió del punto contra el que choque y pronto cubrió todo lo que alcanzaba a ver.

Intente levantarme pero un golpe a mi izquierda volvió a tumbarme contra el suelo, luego sentí un segundo ataque, después tres y empezaban a multiplicarse y a volverse mas violentos con el pasar de los segundos. Escuchaba el resonar de los golpes mientras veía, indefenso, como el humo empezaba a desaparecer.

Leyendas de héroesWhere stories live. Discover now