Una pareja de héroes

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Tardaron pocos segundos en llegar hasta donde nos encontrábamos, nos saludaron en una atmosfera un tanto extraña y prosiguieron a curarnos. Dalana comenzó con Sora y Corvinus se me acerco, pero le pedí que revisara primero a Zhao. Yo por mi parte empecé a absorber energía del suelo hacia Trozard, se encontraba inconsciente; su armadura y arma se habían desmaterializado.

Al poco tiempo Trozard se despertó y mientras nuestros compañeros seguían con los primeros auxilios, se sentó, con sus manos y gran expresión de dolor acomodo sus pies; y se puso a mirar de Corvinus a Dalana y en el sentido contrario. Se me hiso extraño por lo que los miré también, pero no vi nada raro. Cuando volví a mirar a Trozard una enorme sonrisa se encontraba dibujada en su rostro.

— ¿Por fin admitieron que se aman? — pregunto Trozard con una sonrisa de lado a lado.

—Que!!! — grito Dalana con sorpresa, interrumpiendo por un breve periodo de tiempo la curación que estaba llevando a cabo en las piernas de Sora.

Por otro lado, Corvinus se atraganto en su saliva y empezó a estornudar con violencia. Sora sonrió con ternura y yo me sonroje al mirarla; en ese momento se me paso por la mente el beso que me dio. Zhao por su parte frunció el ceño.

— Ahora no es momento de que hagas comentarios como esos — regaño a su mejor amigo.

Trozard se empezó a reír.

— Es que desde hace dos años que soy team Corvinus, ese Elfo Adriel no se merece a una mujer como Dalana — dijo Trozard entre risas y quejidos de dolor.

La sonrisa de Sora se apagó y Dalana le dio la espalda a Trozard. Zhao se golpeó la frente con la mano derecha, movimiento que le causo muchísimo dolor.

— Quédate quieto, estas hecho mierda —le agarro la mano Corvinus, sonrojado y nervioso. Pero con una pequeña sonrisa que le iluminaba el rostro.

— No sé porque soy amigo de Trozard— dijo en voz alta Zhao cerrando sus ojos y dejando que Corvinus continuara con la curación.

— Porque soy genial — le respondió su amigo de piel oscura.

Luego, Dalana se levantó e ignorando a Trozard y ruborizada empezó a curarme. Sora se acercó a donde estábamos y lo empezó a curar mientras Trozard seguía no sé si molestando o felicitando a Corvinus. Estuvimos tranquilos durante varios minutos, Dalana me curo y Sora a Trozard; fue a la media hora que entre todos pudimos repara el exoesqueleto de Zhao y aliviar un poco sus heridas.

— Bueno creo que la agüita está perdiendo el efecto — dijo Trozar comparando sus bíceps, el derecho se encontraba normal pero el izquierdo tenía un color entre morado y negro.

—Es magia de nivel medio, no podemos curar infinitamente nuestras heridas con agua recién creada; no es natural — dijo Sora levantándose y materializando su windblade.

— Lo siento —se disculpó Zhao con su amigo; Trozard se encontraba con bastantes moretones que ya no sanaban con nuestra magia.

— No lo hagas, es masoquista— Corvinus se levantó y le extendió su mano a Zhao para que se levantara.

—¿Qué? — se alarmo Trozard

— Solo un masoquista se enamoraría de Nazli — agrego Corvinus materializando un rifle plasma.

Trozard materializo su Forthanima y se apoyó en esta para levantarse.

— Espero la encontremos pronto — suspiro materializando su armadura anaranjada.

—¿Estas preocupado? — lo molesto Corvinus.

— ¿De Nazli? —Rio Trozard

—Esa mujer es más fuerte que todos nosotros juntos

Todos asintieron en complicidad, y por el tiempo que había podido pasar con todos llegué a notar la gran habilidad de Nazli, pero no fue hasta que Yaboth me conto que supe que ella nunca utilizaba toda su fuerza. En la academia habían Pharons y su lucha es contra ellos, no puede permitirse que conozcan todas sus capacidades; no por héroes de esa raza sino por los rumores que salen de las murallas de Lumen.

Nos preparamos todos, materializamos armas y armaduras, y empezamos a caminar. Dalana se encontraba con un arco, Zhao con dos katanas de doble filo y yo me encontraba con una espada de paladín.

Caminamos por varios minutos, durante los cuales empezamos a discutir sobre a quién nos encontraríamos primero, o quien nos gustaría que apareciera. Y aunque no estuvimos de acuerdo en todo, la mayoría se inclinaba en que Yaboth era el último héroe que se querían encontrar.

De pronto, se escuchó un crujido horripilante y una pared blanca frente a nosotros, que nunca habíamos notado, se desquebrajo en pequeños pedazos. Dejando a la vista un precipicio enorme, que nos separaba varios metros del otro lado. Donde se encontraban Eileen y Aenor luchando contra distintos tipos de humanoides blanco: unos parecían primates, otras aves y el terreno mismo se encontraba en su contra.

Pero lo más curioso o impresionante no fue ver la increíble batalla en la que se encontraban; en la pared, del otro lado del precipicio, una pequeña figura de color morado se encontraba escalando.

—Maldición— dijo Zhao, antes de disculparse en susurros y regañarse a sí mismo por haber maldecido.

Frente a nosotros se encontraba Yaboth escalando la pared mientras luchaba con los mismos humanoides que atacaban a Eileen y Aenor.

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Bueno espero que les haya gustado este capítulo, durante estas semanas mirare como hago con el concurso que inicie antes de enfermarme.  =D

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