Leyendas de héroes

Los cuatro estados del Sage [V]

Volví a sentir la sensación que se tiene al entrar al agua, y cuando una suave brisa acaricio mi cara, mi cuerpo volvió a la normalidad y los brazaletes quedaron como únicos vestigios de la zona de tierra. En ese instante una fuerte corriente de aire me elevo por la caverna, la corriente parecía un remolino pues me movía de un lugar a otro golpeándome contra las paredes de la zona.

Sin embargo, al cabo de pocos segundos pude notar que en esta zona no había paredes, el lugar estaba conformado solo por una gran planicie arenosa y la parte superior por la estructura original de la caverna. A simple vista no se notaba mucho, pero el lugar era un laberinto de corrientes que variaban en fuerza, dirección y tamaño.

Cerré mis ojos e intenté concentrarme en las propiedades del elemento aire. A diferencia de la tierra el aire no busca ser firme e impasible. El aire es cambio constante; cede, pero no pierde; es veloz; suave, pero cortante; es dócil pero indomable; y principalmente es paciente y sereno.

Intenté concentrarme, pero no pude, los constantes zarandeos me distraían; además, noté que, al estrellarme contra las partes externas de las corrientes de aire, pequeñas cortaduras que no dolían sino molestaban, se formaban en la parte de mi cuerpo que hubiera tocado esa zona.

Dispuesto a no dejar que las corrientes me movieran a voluntad pensé en las clases de vuelo, por lo que cerré mis ojos y concentré energía en las plantas de mis pies y en las palmas de mis manos. Utilice esta energía para estabilizarme y poder volar entre la corriente.

Las clases de vuelo siempre habían sido las más difíciles en mi opinión, pues eran repetitivas y no recibíamos mayor detalle en las lecciones. Pero después de tanto golpes contra el suelo durante tantos meses y con los consejos de mis compañeros logre hacerme con la idea básica de como volar. Lo primero que toca saber es que es un ejercicio principalmente mental, toca ver el aire como un medio, no como algo etéreo que esta invisible ante nosotros; lo segundo, es generar mayor presión en el aire debajo de uno y disminuir la presión por encima. Esto lo logre ayudándome con energía en mis pies y manos para ayudarme a controlarlo; finalmente, utilizando magia elemental de aire, aprovechar el viento que circula alrededor de uno para que nos rodee en forma aerodinámica. Y justo cuando logre empezar a controlar la forma en la que me movía por las corrientes de aire...

ꟷ Humano, no sabes que es el viento ꟷ me desconcentro una voz juguetona.

Esa breve distracción hizo que mi brazo chocara contra el borde de la corriente y recibiera varias cortadas, que sumándose a las que ya tenía esta vez si me dolieron.

ꟷ¿Ya pasaste por la zona de roca? ꟷ pregunto un hada apareciendo frente a mí.

ꟷ¿Fue porque prefieres la roca o porque es más fácil probarles tu valía? ꟷ pregunto otra y de pronto, me vi rodeado de miles de hadas de viento.

De nuevo, había cambiado de plano. Al ver que el aire no me arrastraba me relajé un poco y pude levitar con mucho esfuerzo, pero con tranquilidad. Las hadas de viento eran mucho más pequeñas que las de tierra. Su tamaño era de unos dos o cinco centímetros; además, no variaban tanto en aspecto ya que todas eran transparentes, como de vidrio o de humo.

ꟷ Me cae bien, es un chico que causa conmoción a donde va ꟷ comento una.

ꟷPero escogió la tierra primero, pensé que prefería el viento ꟷ le contrarresto otra.

Y sin previo aviso me vi envuelto en una confrontación entre las hadas de aire. Unas se encontraban a favor de darme su ayuda sin más y las otras se sentían indignadas porque pase primero por la tierra.